- Claroscuros de la vida
- Pero la pobreza se multiplica
Escenarios
Luis Velázquez
Veracruz.- 1
La NASA descubrió siete planetas parecidos a la tierra en el sistema solar a decenas de años de luz, pero la ciencia médica ha significado un fracaso ante un montón de enfermedades, entre ellas, el Alzheimer, el mal de Parkinson, el cáncer, la leucemia, el asma, la columna vertebral, la próstata, los divertículos y el mal de amores.
Donald Trump y Vladimir Putin siguen repartiéndose el mundo igual que Adolf Hitler, José Stalin, Francisco Franco y Benito Mussolini, pero millones de niños mueren desnutridos y anémicos en los 5 continentes.
Una expedición terrícola irá a vivir a Marte, y sin retorno, para convertirse en los primeros pobladores, síndrome de Hernán Cortés y Cristóbal Colón en América Latina, pero miles de niños padecen hambre, pobreza, miseria y jodidez.
Los políticos se han colocado en el primer lugar de corrupción mundial, pero el 60, 70 por ciento de la población “carece de lo estricto y necesario para vivir”.
Peor tantito: los políticos siguen “cortándose las venas” en nombre del bienestar social, y al mismo tiempo, las elites coleccionan la más insólita de las riquezas, dejando, y como en el caso Javier Duarte, asegurado el destino de su familia hasta en tres y cuatro o cinco generaciones, a menos, claro, que la Procuraduría General de la República, PGR, le embargue toda su riqueza mal habida… que por eso mismo lo persigue por enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, delincuencia organizada y peculado.
El gobernador de Veracruz se inmola en la plaza pública en nombre de los jodidos en un paraíso pródigo en recursos naturales pero habitado por gente pobre, mientras sueña con imponer a sus hijos en la administración pública, a tono, digamos, con el relato bíblico donde los padres heredaban a los hijos su fortuna, pero más aún, el poder político.
Y lo hacían, además, por 30, 40 y 50 años.
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Por Veracruz han desfilado 74 gobernadores, incluido el actual, desde 1824 con Guadalupe Victoria el primero, y la estadística del CONEVAL resulta avasallante: 6 de cada 10 habitantes están catalogados en la escala de la miseria (que llaman pobreza extrema, vaya cinismo) y la pobreza.
El góber azul sueña con imponer a un hijo de presidente municipal (por lo pronto) y a otro de gobernador, incluso, él mismo (y su gente) sueña con la candidatura presidencial, pero hay 600 mil personas de 14 años de edad en adelante que no saben leer ni escribir.
Y lo peor, a nadie le importa, ni al Secretario ni al Oficial Mayor de Educación.
El Yunes azul y Andrés Manuel López Obrador se acusan de “corruptos, muy corruptos”, y en Estados Unidos hay un millón de jarochos, la mayoría ilegales, temerosos de que la policía migratoria de Trump les caiga encima y los deporte.
El Yunes azul fue implacable despidiendo a cientos, miles quizá, de burócratas de la secretaría de Educación, entre ellos, se entendería a “los aviadores” (más de dos mil que cacarearon), y en contraparte, gracias al senador Emilio Gamboa Patrón (¡oh Lidya Cacho), Adolfo Mota Hernández “no fue tocado ni con el pétalo”, además de que en público fue abrazado y apapachado, y por alguna razón, por el feroz gobernador sucesor de Javier Duarte.
Trump sigue apretando el botón nuclear, incluso, para defender a su hijita, digamos, por el bloqueo a sus productos comerciales, y las playas de Europa continúan vomitado cadáveres de migrantes de color, de igual manera como miles de seres humanos intentan cruzar a nado el río Bravo y atravesar el desierto para entrar a Estados Unidos, con todo y la frenética persecución racial, xenófoba y segregacionista.
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La yunicidad acusó a los exsecretarios y exdirectores de Salud de Fidel Herrera y Javier Duarte de corrupción en la Fiscalía por el caso de las medicinas clonadas y el agua destilada como quimioterapia para los niños con cáncer, y un ex panista y empresario, Alejandro Cossío Hernández, “El búfalo”, puso “en el filo de la navaja” el tráfico de influencias que el secretario de Salud está efectuando con las asignaciones y que a Finamed, el polémico caso de corrupción en el Fidelato.
Así, y digamos, “los pájaros le tiran a las escopetas”, y de paso, “nos curamos en salud” para en automático hacer los mismitos trastupijes.
Y lo peor:
Durante muchos meses, el Yunes azul despotricó contra Javier Duarte y Fidel Herrera Beltrán (que su culpa tienen, pero incluso desde Patricio Chirinos Calero) sobre el Veracruz en manos de los carteles, y casi tres meses después los barones de la droga siguen paseando en el territorio jarocho como amos únicos y absolutos, con una lista interminable de secuestrados, desaparecidos, asesinados y feminicidios, más los tres niños ejecutados en Carlos A. Carrillo.
Y todavía, como excusa mesiánica, ramplona y barata, el secretario de Seguridad Pública pide que “tengan paciencia porque estamos llegando”, con todo y que en Poza Rica el góber advirtió que él tenía pantalones para corretear a los malandros, reproduciendo el discurso del ex Fiscal, Luis Ángel Bravo Contreras, de que apenas tomó posesión “los malosos salieron huyendo de Veracruz y se escondieron en las cuevas de las montañas de los estados vecinos”.
