- Sabio góber electo
Escenarios
Luis Velázquez
Veracruz.- UNO. Desgaste político
El virtual presidente de la república y el gobernador electo de Veracruz viven el desgaste. Excesiva, demasiada exposición política y mediática. Y de aquí al primero de diciembre, fecha de la toma de posesión, falta mucho tiempo. Puede medirse en años luz.
Se parecen a Luis Echeverría Álvarez, a quien de pronto, presidente electo, su disentería verbal se multiplicó. Hablaba y hablaba y hablaba. Y ninguna medicina política ni social pudo curar la enfermedad pública.
Bastaría irse a las ruedas de prensa del tabasqueño. Todos los días, comparece ante los reporteros. Y a uno de sus genios se le ocurrió transmitir en vivo a través de facebook las ruedas de prensa.
Al principio, recuerda el politólogo Carlos Ronzón Verónica, llegó a tener de 14 a 15 mil seguidores.
Y varias semanas después, hacia el domingo 22 de julio (hasta en día domingo, caray, día de asueto universal), solo tuvo unos mil trescientos.
El degaste es canijo.
Y en contraparte, el góber electo de Veracruz repite lo que AMLO dice y con frecuencia, sin ningún sentido, se repite a sí mismo.
Cuando menos, AMLO alterna sus declaraciones de prensa con los secretarios del gabinete legal a quienes está dando juego.
Pero aquí, en Veracruz, el góber electo anda caminando sin los secretarios del primer círculo del poder que lo acompañarán en el próximo sexenio.
Y el desgaste, claro, aumenta, pues todo lo apechuga.
De tanto hablar terminarán, si bien le va, repitiéndose a sí mismo, lo peor de la vida en un hombre público.
DOS. Sabio gobernador electo
Político sabio Enrique Alfaro, gobernador electo de Jalisco.
Por aquí anunciaron que había ganado los comicios, ni siquiera, vaya, esperó la constancia de mayoría.
Nombró un representante, se deslindó del Movimiento Ciudadano de Dante Delgado Rannauro y se fue dos meses de vacaciones a otros confines del mundo.
Así, “dejó hacer y dejó pasar” al gobernador priista, Aristóteles Sandoval, aquel que hacia el año 2013 se soñaba candidato presidencial del PRI para suceder en el trono imperial y faraónico a Enrique Peña Nieto, y como suele suceder a los gobernadores más pintados.
Alfaro prefirió retirarse del centro político de Jalisco. Ningún caso el desgaste. Y más, cuando faltan cinco meses para tomar posesión.
Desde luego, Alfaro nombró un equipo cercano para llevar los asuntos pendientes, entre ellos, y por ejemplo, afinar el plan sexenal de desarrollo, levantado en la campaña electoral.
Y en el otro extremo del planeta donde vacaciona podrá, de ser necesario, estar enviando tuitazos a los suyos tipo Donald Trump, y de paso, integrar su gabinete con la más absoluta frialdad y cálculo político.
Pero en el caso, todos los días, hasta los domingos, AMLO y el góber electo de Veracruz en la exposición mediática, con frecuencia hablando por hablar, pues ni modo que sean unas máquinas productoras de noticas de 8 columnas todos los días, cuando no hay en el firmamento celestial ni un reportero que las genere, a excepción, claro, de Luis Spota, quien en el siglo pasado durante 45 días consecutivos se llevó las 8 columnas de portada en Excélsior.
TRES. Un respiro a la población
La población electoral quedó abrumada con las campañas electorales.
Sobre todo, por los dimes y diretes, llenos de lodo, entre los candidatos a los cargos públicos de elección popular.
Y si el Instituto Nacional Electoral, INE, es sabio, y exige que un día después de la campaña los partidos políticos retiren la propaganda de los suyos, cada candidato ganador ha de saber que el ciudadano común y sencillo necesita un respiro dice el profe Carlos Ronzón.
Y un respiro es que el virtual presidente y el virtual gobernador se retiren un ratito del carril político, social y mediático, y dejen descansar a la población.
Y más, como en el caso de AMLO y el góber electo de Veracruz en que se han desdicho así mismo.
Y más, cuando el góber electo solo patea el bote sobre lo que AMLO anuncia, sin mostrar una identidad propia ni tampoco una personalidad firme, ni menos, mucho menos, independencia, autonomía y libertad de pensamiento y de acción.
Pero, bueno, a tono con MORENA y AMLO, si gustaran llevar a una consulta popular si el ciudadano está de acuerdo con tanta exposición mediática, adelante, que las casas encuestadoras serán felices.
CUATRO. El colmo del protagonismo
Claro, el colmo ha sido el expriista y panista ahora, Rafael Moreno Valle, exgobernador de Puebla.
Primero, impuso a su esposita de gobernadora electa.
Segundo, se impuso como Senador electo por la vía pluri.
Tercero, busca la presidencia del CEN del PAN.
Y cuarto, otra vez anda en campaña electoral partidista.
¡Pobres poblanos!
Moreno Valle no tiene llenadera y se ha revelado como el príncipe de los succionadores profesionales.
CINCO. Los nuevos caudillos
Y, bueno, dice Ronzón Verónica, así como van AMLO y el góber electo de Veracruz de aquí al primero de diciembre solo les restará aplicar la vieja estrategia de la cultura priista de poner a sus equipos a pelear, cierto, para divertirse un ratito, pero también para fortalecerse como el jefe máximo, el caudillo, el tlatoani.
Lo malo es que en estos días de postcampaña, ni uno ni otro se han centrado en una estrategia para enaltecer la calidad de vida de los pobres “y de los pobres entre los pobres” que tanto les ocupan y preocupan según el discurso político.
Tampoco nada sabemos de la estrategia de seguridad en Veracruz, el otro gran pendiente social que está devastando el diario vivir.
En vez de andar en el carril mediático para figurar en los titulares han de encerrarse a pulir y volver el pulir el cómo de las grandes ideas y planes y proyectos utópicos.
Pero, bueno, ellos siguen como pericos creyendo que la gente los desea escuchar todos los días.
Tanta miel de discursos faraónicos empalagan y empachan.
