➡️Sin estrategia política y social, Luciano truncó los programas sociales
➡️Para evitar que los programas sociales no se frenaran, Felipe planeaba y optimizaba los recursos
Piñadero| Editorial
Loma Bonita, Oaxaca.– Este martes 7 de febrero se cumple un año del infortunado deceso de Felipe Reyes Álvarez cuyo gobierno hoy luce a la deriva y con mayúsculos compromisos incumplidos.
Desde el primer día en que asumió el poder por tercera ocasión en esta ciudad piñera, Felipe Reyes se interesó en cumplir a cabalidad todos los compromisos que adquirió con el pueblo que le dio su voto, sin embargo, la vida no le alcanzó para hacerlo realidad.
A pesar de los titánicos esfuerzos de Deniss Reyes –quien lo sustituyó en el poder al convertirse en la primera presidenta municipal de Loma Bonita– el destino tampoco le permitió consolidar aquel proyecto que rescataría a Loma Bonita.
LUCIANO EXTINGUIÓ AL FELIPISMO
Después, en un caso inédito a causa de la tragedia de Los Reyes, Luciano Sánchez fue electo edil gracias a los votos que logró conseguir del Cabildo, teniendo como rivales directos a Fátima Soledad Morales y Artemio Vázquez, quienes al final tuvieron que aceptarlo como su alcalde.
A partir del mes de octubre, Luciano Sánchez tomó el control total del Ayuntamiento. Y a cuatro meses de distancia, aquel proyecto felipista ha quedado desdibujado, sin rumbo, alejado del pueblo que hoy exige resultados.
Y es que, de entrada, Luciano se desatendió de los compromisos que Felipe Reyes hizo con los diversos sectores populares. Marginó de obras y acciones sociales a colonias y comunidades e inició obras públicas con saldos groseramente inflados.
Asimismo activó el despido y relevo de personas que Felipe Reyes instaló en puestos clave de su Gobierno para imponer a sus incondicionales, entre ellos, sus empleados, amigos y compadres.
Por ejemplo, quitó a un “soldado felipista” como Raúl Castro Brenis del área de Comunicación Social para instalar a su trabajadora Yeraldi Ocampo. Retiró a Magdaleno Vázquez Cuevas de la dirección de Desarrollo Social para imponer a su amigo Adrián Guerrero; y relevó a Ricardo Mortera de la dirección de Obras Públicas para colocar a su amigo Héctor Hernández Alemán. Además creó la dirección de Salud para instalar a su amigo y vecino, el doctor Sergio Rodríguez.
¿Y LOS APOYOS SOCIALES?
Por otra parte, lamentablemente, en estos cuatro meses Luciano Sánchez no ha podido entregar en su totalidad los apoyos alimentarios que el proyecto felipista otorgaba a los abuelitos cada mes.
Hasta este mes de febrero se cumplen tres meses de que los abuelitos no reciben este apoyo que caracterizó a Felipe Reyes como un brazo de auxilio a la población vulnerable. Gracias a una definida estrategia, estos apoyos nunca tenían pausa, por el contrario, se optimizaban y abarcaban a más población.
Hoy en día, lo que se exhibe en el gobierno de Luciano es el desinterés, la despreocupación para asistir a los desprotegidos, aquellos que en Felipe Reyes encontraban respuestas favorables a sus demandas.
Hoy el pueblo piñero se pregunta ¿Qué pasó con los apoyos a la vivienda, para comprar gas y para pagar el servicio de energía eléctrica que se prometió en campaña? Nadie sabe. ¿Y de los recursos? Mucho menos.
Actualmente el gobierno de Luciano revela que no tiene recursos para operar los distintos programas sociales que Felipe Reyes dejó instalados para atender las necesidades de su pueblo. Y será hasta el mes de marzo cuándo de nueva cuenta comiencen a otorgarse.
OBRAS INFLADAS Y ABANDONADAS
Y por si fuera poco, las obras públicas qué se han entregado recientemente en esta ciudad piñera exhiben costos altísimos que suponen inflación en los gastos, situación que ha sido duramente cuestionada por la población que ha visto como pequeñas obras han costado muchísimo dinero que no las equivalen.
Además, hay evidencia de Obras Públicas que se han entregado inconclusas y en algunos casos con evidente deterioro, y otras más que groseramente se dejaron abandonadas sin que el presidente se manifieste al respecto.
POLICÍAS SIN RECURSOS NI PATRULLAS
Y para agudizar esta crisis que nunca tuvo Felipe Reyes en sus mandatos, hoy la Policía Municipal carece de los insumos básicos para operar y contrarrestar los efectos de la violencia que ha golpeado con dureza a la población civil.
Como ejemplo están las patrullas que ya no tienen baterías ni el mantenimiento adecuado para realizar los rondines de vigilancia permanentes que exige la ciudadanía. Y para variar, la mayoría de los elementos no están capacitados ni acreditados por la Secretaría de Seguridad Pública para usar armamento, por lo que en lugar de arma tienen un tolete o sus puños para enfrentar a la delincuencia.
Hoy, a un año de la muerte de Felipe Reyes, el hombre que revolucionó la administración pública en Loma Bonita a través de los Programas Sociales, su ausencia cobra relevancia en medio del desgobierno y opacidad de quien llegó a suplirlo con manifiesta ignorancia.