El programa de citas Desnúdame va directo al grano. El show se salta los preliminares del ritual de ligue y presenta a las parejas de desconocidos en ropa interior dentro de la cama ¿Para qué andar con rodeos? Aquí las relaciones empiezan por el final. Tomar una cerveza o salir a dar un paseo, como primera toma de contacto con el amante, quedan fulminados. “Acariciaos”, “Bailad de forma sensual”, son algunas de las sugerentes órdenes que una pantalla lanza a los participantes para que estén cada vez más cerca. El encuentro carnal es inminente.
“Desnudaos”, se lee en el muro que tienen enfrente los concursantes. Estos, obedientes, se ayudan a quitarse la ropa, el uno al otro. Él le saca la camisa a ella, esta le ayuda a desabrocharse los botones del pantalón… así hasta que acaban únicamente con las prendas más íntimas. Leticia y José Luis, ambos de 29 años, son dos de los participantes del programa que se estrena este domingo (21.00) en el canal DKISS. Tras desprenderse de la vestimenta, el amplio muestrario de tatuajes que luce cada uno les sirve de tema de conversación para romper el hielo.
“A los dos minutos se olvidan de que están desnudos y las inseguridades desaparecen. Muchas personas no se lanzan a tener una primera cita con alguien por los complejos pero aquí la vulnerabilidad mutua favorece la proximidad”, dice Sonia Domínguez, directora del programa. De repente, la pantalla muestra una imagen con una enrevesada postura de yoga y les pide que la imiten. La carne de uno ya se ha encontrado con la del otro, las carantoñas se desencadenan con naturalidad y los ánimos se van calentando.
La piscóloga del show, Pilar Cebrián, es la encargada de emparejar a los concursantes y asegura que, aunque la tónica general es mezclarlos por sus puntos en común, han juntado a personas muy diferentes y los resultados han sido sorprendentes. “El espectador puede pensar que dos personas tan distintas se van a repudiar pero luego te llevas la sorpresa”, cuenta.
Los aficionados al voyerismo están de enhorabuena esta temporada. Los programas como First Dates, el reciente Tu, yo y mi avatar de Cuatro o el nuevo Desnúdame abren una gran ventana para espiar los momentos más íntimos y, en algunos casos, eróticos de los otros. Adán y Eva (Cuatro) ya sembró el precedente de los encuentros al natural, aunque en esta ocasión los concursantes convivían completamente desnudos. El buen dato de audiencia del primero, el programa que presenta Carlos Sobera consolida el formato de las citas a ciegas en televisión.
Pero, ¿tan complicado es camelar a alguien en el mundo off line? La directora del programa asegura que la gente llega al programa con exigencias, con el objetivo de encontrar a su “príncipe o princesa”. “Al final, los concursantes buscan a alguien que les de un poco de entendimiento y de cariño… un simple abrazo”.
con información de cultura.elpais.com