Luis Velázquez Barandal
13 de mayo de 2019
ESCALERAS: La tranquilidad y la paz están podridas. Además de que Veracruz todos los días y noches chorrean sangre, secuestrados, desaparecidos, niños, mujeres, jóvenes, hombres y ancianos asesinados, el paisaje urbano es desolador. Casi casi, el rincón más escondido del infierno. Nunca antes, considerando que la ola de violencia inició hace 27 años y medio con el salinista Patricio Chirinos Calero de gobernador.
El último retrato social es terrible.
En Xalapa, la capital, la sede de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, la llamada Atenas veracruzana como San Andrés Tuxtla la Suiza jarocha, los carteles empezaron con el llamado “cobro de derecho de piso” (como en las FARC, por ejemplo, en Colombia) en los bares, las cantinas y las discotecas, incluso con una matazón en el antro “Madame”.
Después, se extendieron al resto del territorio jarocho y pasaron al cobro a los empresarios, constructoras y transportistas.
Ahora, los males de la caja de Pandora llegaron a las agencias de viaje.
Las cuotas del crimen organizado para dejarlas trabajar en paz.
El Estado Delincuencial adueñado del Estado de Derecho, facultad que al gobierno de Veracruz corresponde de cobrar impuestos.
De hecho y derecho, el fin del mundo. El Día del Juicio Final.
Después, está la muerte… a quienes se resistan.
PASAMANOS: El fatídico paisaje urbano está igual o peor en otras ciudades simbólicas y emblemáticas, como por ejemplo, Coatzacoalcos.
Una amiga es originaria de Coatza como le llaman de cariño y para ahorrarse letras. Igual que muchos paisanos forman parte del éxodo. Familias completas migrando a otras demarcaciones. Incluso, a otros estados, a la Ciudad de México, a Puebla.
Un fin de semana volvió. Rapidito y de pasito. Y quedó sorprendida. En la depre social absoluta.
Decenas, cientos quizá de comercios cerrados. Casas en alquiler o en venta, según se pueda.
En una sola avenida, más de veinte comercios clausurados…, antes, mucho antes de seguir pagando el derecho de piso.
El desempleo disparado a su más elevada dimensión.
La gente, los amigos, los conocidos, las señoras en la tarde pastelera pero en una casa familiar para más seguro, quejándose del tsunami de inseguridad fuera de control. Descarrilado.
CORREDORES: En Soledad de Doblado, el pueblo de los Yunes azules y rojos, apenas pardea la tarde anunciando la noche, la oscuridad, las lámparas prendidas, cae en un virtual Estado de Sitio, Toque de Queda le denominó una diputada local ex panista, ahora morenista.
En las calles, ni una alma solitaria. Tampoco un perrito a quien la tarde sorprendiera merodeando en la calle.
Incluso, los comercios cerrando antes de la hora habitual.
La población, enclaustrada en sus casas, temerosas de que un motociclista les dispare, o queden en medio del fuego cruzado, una bala perdida, un secuestro express.
Los malandros, dueños de las calles.
Igual, igualito están un montón de pueblos de norte a sur y de este a oeste.
BALCONES: El paisaje urbano, suburbano, rural o indígena más demoledor está en Soledad Atzompa, el pueblo donde los vecinos se hartaron de la inseguridad y detuvieron y lincharon y prendieron fuego a un sexteto de malosos, acusados del secuestro de profesores, quienes luego del sacerdote de la región son la figura social más respetada y estimada.
Las calles, igual de solitarias.
Desde la rendija de una ventana rústica, las familias espiando la calle. La mirada escudriñadora, como puñal, por si de pronto aparece por ahí un tipo desconocido y los vecinos, todos, integrarse en una virtual guardia comunitaria y que ahora, caray, el gobernador las desmiente en Veracruz, de igual manera, igualita, igualitita que cuando Javier Duarte con las guardias de los Llanos de Sotavento y Zongolica.
Paisaje urbano en Úrsulo Galván. La quietud del pueblo interrumpida con las fosas clandestinas descubiertas en “El paraíso”, vaya nombrecito sórdido y siniestro.
Antes, nunca, jamás, la imaginación vislumbró que hasta en Ursulo Galván existieran. Ahora, solo falta que el reino de Cuitlalandia las desmienta igual que con la fosa clandestina en el penal de Coatzacoalcos.
En todo caso, si hay fosa en el penal de Coatzacoalcos (incumbencia del secretario de Seguridad Pública) y el góber las desmiente, ¿a quién encubre o protege? ¿Lo desmiente solo para rafaguear con el hígado al Fiscal?
Paisaje urbano en Cosamaloapan. Antes, mucho antes, fosario incalculable. Ahora, el éxodo de vecinos. Muchos, arraigados en la ciudad de Veracruz. Incluso, hasta un grupo social han integrado.
En Cosamaloapan, por ejemplo, un malandro puso un negocito de tacos que fue creciendo al mismo tiempo que extendía su feudo de secuestros y crímenes.
En Cosa, igual que en Coatza, solo se han quedado los valientes, o en todo caso, los pobres, “los pobres entre los pobres” resignados al infierno.
Paisaje urbano en Córdoba y Orizaba. Las calles y avenidas con marchas de feligreses encabezados por sus obispos clamando al Señor Todopoderoso la paz perdida en el paraíso extraviado.
Marchas y marchas de feligreses que ninguna autoridad escucha.
PASILLOS: Paisaje urbano en Mariano Escobedo: antes que llegar al linchamiento de malosos igual que en Soledad Atzompa, el aviso oportuno al presidente municipal:
Ladrón que agarremos… será linchado.
En tanto, el gobernador toma coctel en Coatzacoalcos con dama de compañía con cabellera larga en carita redonda y en la pared a su espalda cuelga una imagen de “La Santa Muerte” para sus adoradores.
Además, en tres días se gastará 40 millones de pesos del presupuesto en el Festival de Salsa, claro, con la bendición de la austeridad republicana.
Paisaje urbano en Chicontepec. Una mujer originaria del pueblo fue nombrada secretaria de Trabajo y Previsión Social del gobierno del estado.
Su esposo, fallido candidato a alcalde del pueblo.
Un cacique los derrotó en las urnas.
Entonces, apenas se sentara en la silla institucional cabildeó ante el gobernador para detener al cacique acusado de secuestrador.
Y el cacique está preso.
De postre, la secretaria de Trabajo buscó y buscó un profesional para jefe de Amparos de la dependencia y solo halló a su hijita, bendita sea MORENA.
VENTANAS: En la cancha política nacional, Veracruz, famoso por los desaparecidos, las fosas clandestinas y los carteles de la delincuencia organizada, ahora, cobrando el derecho de piso hasta a las agencias de viaje.
El 50 por ciento de los agremiados, dijo la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes con sede en Xalapa, víctimas de los extorsionadores quienes exigen de entre 30 mil a cien mil pesos mensuales.
Es la parte sombría de la vida cotidiana en Veracruz.
Los malandros, ganando los espacios urbanos al llamado Estado de Derecho.
Elites gobernantes incapaces de garantizar la seguridad en la vida y los bienes.
Los carteles, imponiendo su ley a los ciudadanos que pagan impuestos.