Luis Velázquez | Barandal
27 de julio de 2021
ESCALERAS: El arzobispo de Xalapa continúa satanizando a la diputada local de MORENA, ex priista Mónica Robles Barajas. Pero, caray, Hipólito Reyes Larios la condena, pero parte singular de la población, sobre todo, la femenina, la bendice.
Todo, porque ella abanderó legalizar el aborto. Y así haya sido con 5 camionetas repletas de policías antimotines para evitar disturbios el día de la votación en la LXV Legislatura, Veracruz forma parte ya del cuarteto de entidades federativas con el aborto despenalizado.
PASAMANOS: El operador del arzobispo es el sacerdote José Manuel Suazo, su vocero. Es el Pípila, el Narciso Mendoza, de la elite eclesiástica.
Por ejemplo, dice que Robles Baraja cometió un “exterminio de inocentes”, igual, igualita, digamos, que Herodes.
Denomina la legalización del aborto como un crimen.
Incluso, lanza preguntita audaz y temeraria:
“¿Se alegrarán si sus hijas deciden abortar a sus nietos?”.
Y es que el alimento que los 25 diputados que votaron por la legalización del aborto está manchado “de sangre inocente”.
Para el arzobispo, Mónica Robles se irá al infierno. Y aun cuando se ignora si el infierno y Luzbel existan, un gobernador priista de Guerrero, Ángel Aguirre, dio marcha atrás en el siglo pasado para legalizar el aborto cuando los obispos lo amenazaron con la excomunión.
Robles Barajas se mantuvo.
CORREDORES: Ta’cañón que las tribus religiosas satanicen a la diputada. Caray, cada mujer es y ha de ser dueña de su cuerpo y destino.
Y lo peor, hablar de un exterminio son palabras mayores, porque exterminio fueron, claro, los 6 millones de judíos asesinados en las cámaras de gases por órdenes de Adolf Hitler, más los 44 millones de muertos que dejara en su camino de Alemania a Rusia.
Exterminio, los 300 mil mexicanos muertos en la guerra de Independencia.
Y el millón de muertos en la revolución, incluidos los 600 mil que fallecieron de tifo, la peste de la época.
BALCONES: La legalización del aborto se ha dado en medio de circunstancias difíciles para la vida humana.
Por ejemplo, Veracruz, en el primer lugar nacional de adolescentes embarazadas y el primer lugar nacional en abortos clandestinos, a cargo de comadronas.
Entonces, despenalizar el aborto significa el ejercicio de la libertad sin temores ni sobresaltos para abortar con un médico en su consultorio, sin andar escondiéndose llenos de miedo a ser denunciados y detenidos.
PASILLOS: Pero las tribus religiosas, como siempre, asustando “con el petate del muerto”.
De que toda mujer que aborte irá al infierno. De que será excomulgada. De que el diablo se ha adueñado de sus vidas. De que todos los santos y vírgenes se enojarán.
Y no se vale estar acusando a todos de un crimen y un exterminio.
VENTANAS: En todo caso, abortar… con o sin permiso de la iglesia, y/o de los 25 diputados locales que votaron por legalizar, se trata de una decisión personal, familiar, de la chica embarazada y sus padres y los hermanos, quizá, los tíos, los primos, los abuelos, incluso.
Y más allá de una decisión personal, ha de considerarse que Veracruz lidera el número de chicas embarazadas y ocupadas en abortos clandestinos.
Más vale a las tribus religiosas quedarse calladas, pues olvidan, entre otras cositas, los 300 años de la Colonia cuando alternaban el poder con los políticos y se enriquecieron y hasta prestamistas se volvieron, de igual manera como también olvidan la pedofilia de los sacerdotes, oh Marcial Maciel, y que tanto dinero millonario significa a la tesorería del Vaticano para acallar conciencias.