- Día de la prensa
- Esplendor priista
- Nostalgia y 4T…
Luis Velázquez | 07 de junio de 2021
ESCALERAS: En el tiempo del esplendor priista, el 7 de junio era celebrado como el día de la libertad de prensa.
El presidente de la república en turno solía presidir tremendo banquetazo donde las partes (los políticos y los periodistas) se declaraban “la octava maravilla del mundo”.
Tiempo existió cuando en forma paralela entregaban “a modo” los Premios Nacionales de Periodismo y que en un principio la secretaría de Gobernación ejecutaba y luego nombraron un comité especial integrado con trabajadores de la información.
PASAMANOS: Era el tiempo de los famosos embutes, también llamados “chayotes”, la mesnada que el gobierno solía entregar (todavía hoy) a la prensa que lanzaba incienso “a tiro por viaje”.
También era el tiempo de las giras imperiales y faraónicas de los jefes del Poder Ejecutivo Federal en el mundo y quienes solían llevar hasta un avión especial para reporteros y columnistas.
Y era el tiempo cuando igual que Porfirio Díaz Mori financiando la compra de rotativas al periódico El Universal de su amigo Reyes Spíndola y cuando Francisco Ignacio Madero subvencionara el periódico “Nueva Era” a su hermano Gustavo, desde el poder también otorgaban créditos bancarios a los amigos para poner medios.
CORREDORES: Era el tiempo cuando los presidentes solían cabildear entrevistas exclusivas con sus homólogos en el mundo para los periodistas “con lealtad ciega”.
Y era el tiempo cuando los convenios mensuales de las tribus gobernantes con los medios eran muy jugosos (todavía hoy) con la prensa sumisa y que incluían hasta viajes en el mundo para la familia, becas para los hijos en universidades extranjeras, concesiones de obra pública y hasta el regalo de oficinas y edificios para los dueños de los medios.
BALCONES: Era aquel tiempo cuando José López Portillo advirtió a los medios que “no les pagaría para que le pegaran” y cuando en Estados Unidos, Ronald Reagan preguntaba a los reporteros si estaban con él o contra él.
Y era el tiempo cuando, de pronto, aparecían nuevos medios, auspiciados en todo y con todo desde el poder, a tono con aquella filosofía política de Álvaro Obregón cuando dice a Plutarco Elías Calles que como van conquistando el poder necesitan fundar un periódico… y lo crearon.
PASILLOS: Era el tiempo cuando desde las oficinas de gobierno y el poder dictaban a los medios las ocho columnas de portada.
Pero además, solían preguntar si por ahí tenían alguna noticia incómoda contra “El señor presidente” o “El señor gobernador” o “El señor Secretario de Estado” para que la dejaran fuera.
En todo caso, para que la maquillaran bajo el principio universal de quien pagaba… mandaba (como todavía hoy).
VENTANAS: Quizá el tiempo más intenso, volcánico y armónico entre las tribus políticas y mediáticas se concitó en el Porfiriato.
Tiempo cuando, por ejemplo, Porfirio Díaz Miró encarceló 41 ocasiones a Ricardo Flores Magón, Regeneración, y 36 veces a Filomeno Mata, el Diario del Hogar.
Incluso tiempo cuando Flores Magón murió en una cárcel de Estados Unidos… a petición del dictador y en donde falleciera en una rara y extraña muerte donde algunos investigadores aseguran que a cuchilladas.
Tiempo entonces, tiempo hoy, cuando la premisa universal era “Pan o Palo”. Para la prensa arrodillada (pan) y para la prensa incómoda y contestataria (palo).
Lo único que de entonces al momento ha cambiado es que desde las mañaneras se purifican en cada nuevo amanecer hablando de una relación ética con los medios…