Sarah Romero
El día Internacional de la No Violencia de género se celebra anualmente el 25 de noviembre.La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de derechos humanos más generalizadas, persistentes y devastadoras en nuestro mundo que aún no se denuncia debido a la impunidad, el silencio, el estigma y la vergüenza que la rodea. De esta premisa de Naciones Unidas nace el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer celebrado desde 2009 para movilizar a toda la sociedad para poner fin a la violencia contra las mujeres.
Según Naciones Unidas, este tipo de violencia, que se manifiesta en formas físicas, sexuales y psicológicas, abarca: la violencia de pareja (maltrato, abuso psicológico, violación conyugal, femicidio); la violencia sexual y hostigamiento (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, hostigamiento en la calle, acecho, acoso cibernético); la trata de personas (esclavitud, explotación sexual); la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil.
Una violencia sin fronteras
La violencia doméstica contra las mujeres es un fenómeno creciente que no conoce límites geográficos, límite de edad ni de color, y afecta a todo tipo de relaciones familiares y clases sociales. Las estadísticas muestran que del 12% al 15% de las mujeres en Europa se enfrentan a la violencia en el hogar todos los días. Es una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos en todo el mundo y debe combatirse.
Desde el decenio de 1990, el Consejo de Europa ha promovido activamente la protección de las mujeres y las niñas contra la violencia de género, a saber, adoptando la Recomendación (2002) 5 sobre la protección de las mujeres contra la violencia y organizando una campaña a escala europea sobre la violencia contra las mujeres, incluida la violencia doméstica en 2006-2008.
El Convenio del Consejo de Europa para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica es el tratado internacional de mayor alcance para hacer frente a esta grave violación de los derechos humanos. Apunta a una tolerancia cero para tal violencia y es un gran paso adelante para hacer de Europa y más allá un lugar más seguro.
Prevenir la violencia, proteger a sus víctimas y procesar a los perpetradores son los pilares de la convención. También busca cambiar los corazones y las mentes de las personas invitando a todos los miembros de la sociedad, en particular a los hombres y niños, a cambiar de actitud. En esencia, es una llamada a una mayor igualdad entre mujeres y hombres, porque la violencia contra las mujeres está profundamente arraigada en la desigualdad entre mujeres y hombres en la sociedad y está perpetuada por una cultura de tolerancia y negación.
Sin embargo, la prevención es posible.
Es por eso que eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas, y erradicar los prejuicios y la discriminación por motivos de género son imperativos a los que todos los países deben dar de forma colectiva una alta prioridad.
Actos conmemorativos
Este día se organizan diversas actividades en todo el mundo para llamar la atención sobre la necesidad de continuar con la acción para eliminar la violencia contra las mujeres, proyectos para que las mujeres y sus hijos puedan escapar de la violencia y campañas para educar a las personas sobre las consecuencias de la violencia contra las mujeres. A nivel local, se llevan a cabo mítines, comidas comunitarias, actividades de recaudación de fondos y presentación de investigaciones sobre la violencia contra las mujeres en sus propias comunidades.