- Implacable con la familia
- Sus héroes de la historia
Luis Velázquez
Veracruz.- DOMINGO
La noche de AMLO
La noche del jueves 3, AMLO apareció en Televisa. Fue con el regreso del programa “Tercer grado”. Siete reporteros lo entrevistaron. “El peje”, elegante en su vestir. Bien peinadito, sin ningún cabello de fuera, como aquel con que lo caricaturizaran en otro tiempo. Otra cara con el maquillaje.
Más sereno, reposado y mesurado que nunca. Incluso, antes de un corte publicitario, pidió la palabra sólo para expresar una disculpa a Joaquín López-Dóriga, dijo, porque le había alzado la voz, aun cuando, en todo caso, porque le reviró con precisión. Tú, le dijo, me haces los mismos señalamientos que la oposición y mis enemigos”.
Bombardeado por los temas expuestos en el carril político y electoral (la amnistía a los malandros, las reformas estratégicas, la revocación del mandato, la corrupción de sus ex colaboradores en el gobierno de la Ciudad de México, etcétera), AMLO nunca perdió el control de sí mismo.
Incluso, jamás alzó la voz. Ni se pitorreó como en el discurso electoral. Ni su “dedito” dijo sí o no. Firme, se mantuvo en todos los temas ríspidos y quisquillosos.
LUNES
Implacable hasta con la familia
AMLO lo dejó claro. Sus ejes conductuales serán Benito Juárez, Francisco Ignacio Madero y Lázaro Cárdenas, los tres mejores ex presidentes de la república.
También centró el sexenio en un trío de vasos comunicantes: A, los recursos naturales de México para crecer. B, el pueblo trabajador. Y C, la voluntad presidencial para hacer.
Y en otro eje histórico. La primera transformación del país fue con la guerra de Independencia. La segunda, con la Reforma. La tercera, con la Revolución. Y la cuarta, con “El pejismo”.
De nuevo repitió su filosofía política y social, moral y ética: la corrupción será combatida de arriba para abajo.
Y de arriba, con un presidente de la república que por ningún lado se prestará a la deshonestidad.
Es más, lo dejó claro:
Si un hermano (tiene siete) o si un hijo (tiene tres), y más, mucho más, si un colaborador cae en un acto de corrupción será llevado a denuncia penal.
Nada, dijo, por encima de la república. Nada ni nadie fuera de la ley.
Y es que en su visión, si el jefe máximo de Los Pinos se corrompe, por añadidura todos se vuelven corruptos.
El tema de la corrupción fue reincidente en el programa. Y hay razones de peso. México ocupa el primer lugar en América Latina. Y uno de los primeros lugares en el mundo.
Lo dijo claro:
Todos los presidentes de la república y los suyos “se han pasado de tueste” lucrando con el erario. Han sido ambiciosos sin límites. “No han tenido llenadera” dijo.
MARTES
Los héroes de AMLO
Muchos dirán que AMLO se cree un iluminado.
Quizá para entender y comprender sus razones habrían de recordarse sus creencias.
Según el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, director fundador del albergue de migrantes, “Los hermanos en el camino”, AMLO suele traer en su cartera estampitas de la Virgen de Guadalupe y que reparte entre sus seguidores.
El tabasqueño, como se sabe, es cristiano.
Y por eso mismo, su profesión de fe.
Además, varios héroes, ídolos, caudillos, profetas, de la historia, son su modelo conductual.
Entre otros, los siguientes:
Uno. Benito Juárez, uno de los ex presidentes de la república más puros y honestos, cierto, pero al mismo tiempo, un presidente que se reeligió durante 14 años consecutivos y que originara la renuncia de los hombres de la Reforma, “aquellos que parecían gigantes”, entre otros, Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano, Francisco Zarco, Guillermo Prieto y Riva Palacio.
Juárez, sin embargo, cuando se diera “una sublevación indígena en Chiapas en 1869, nunca dudó en enviar a la fuerza pública y aplicar la ley” (Enrique Krauze, “El pueblo soy yo”).
MIÉRCOLES
Más héroes de “El peje”
Dos. Francisco I. Madero. El presidente asesinado por uno de sus hombres de más confianza, Victoriano Huerta, aliado con Félix Díaz, el sobrino de Porfirio Díaz, y con el embajador de Estados Unidos en México.
Y aun cuando el hermano de Francisco, Gustavo, le advirtiera a tiempo que Huerta era un traidor, nunca le creyó.
Tres. Lázaro Cárdenas, el único presidente que mirara con devoción religiosa a los indígenas y campesinos para enaltecer su vida.
Cuatro. Enrique Krauze enlista otros héroes de AMLO. Por ejemplo, santo Tomás de Aquino, para quien “la soberanía popular emana de Dios hacia el pueblo”. Y quizá por eso mismo, “El peje” dice que “el pueblo pone y el pueblo quita”.
Cinco. El general Francisco G. Mújica, el amigo más cercano de Lázaro Cárdenas, “el más idealista de los revolucionarios”.
Seis. Tomás Garrido Canabal, el gobernador de Tabasco que persiguiera a los sacerdotes. Incluso, hasta se pitorreaba de la religión católica, pues las vacas, los toros, los becerros, los caballos y los burros de su rancho tenían nombres de santos de la iglesia.
Es más: el diario oficial de Garrido Canabal se llamaba “Redención” y el diario oficial de AMLO se llama “Regeneración”, el nombre del periódico de Ricardo Flores Magón.
JUEVES
Una mujer entre las heroínas
Siete. Carlos Alberto Madrazo, “mitad cacique, mitad caudillo”, y quien como gobernador de Tabasco concentraba el poder político y público.
Ocho. El poeta Carlos Pellicer, con quien se iniciara en 1976 como director de su campaña priista a Senador.
Incluso, Enrique Krauze en “El pueblo soy yo”, describe cuando en una excursión con Pellicer en un río de Tabasco AMLO fue arrastrado por la corriente y estuvo “en trance de muerte” y cuando fue rescatado sintió que su salvación significaba que estaba predestinado “a una misión trascendental”.
Nueve. AMLO tiene preferencia por leer cuentos sobre Pancho Villa, otro de sus héroes, y quien por cierto se casara 29 veces y tuviera 28 hijos.
Diez. En su despacho como jefe de Gobierno en la Ciudad de México tenía las siguientes fotos: una imagen de Benito Juárez, una foto de Salvador Allende, el presidente de Chile que fue traicionado por su Ministro de la Defensa, Augusto Pinochet; una foto de Rosario Ibarra Piedra, a quien en el sexenio de Luis Echeverría le secuestraran a su hijo, y una foto platicando con el subcomandante marcos.
VIERNES
En la antesala de Los Pinos
AMLO nació y vivió en Tepetitlán. Su padre, nació en Veracruz. Y por eso, en cada tiempo vacacional la familia viajaba “en automóvil a las playas de Veracruz”.
Pero Tabasco influyó en su vida.
En 1938, el escritor Graham Greene viajó a Tabasco intrigado con Tomás Garrido Canabal, uno de los héroes de AMLO, por su “oscura neurosis personal” reconocido como “un dictador incorruptible”.
Greene describió a Tabasco de la siguiente manera. “Un estado pantanoso, aislado, puritano e impío” en su libro “Camino sin ley”.
Pero según “El peje”, el mérito de Garrido Canabal fue convertir a Tabasco “en la meca política del país”, con todo y que el estado crecía “dejado de la mano de Dios”.
Ahora, con AMLO, el río Grijalva, el más caudaloso de la nación, allí de donde “El peje” se proyectara a la nación con sus caminatas al frente de indígenas en lo que llamaba “El éxodo de la democracia”, está a punto de entrar a Los Pinos.