- Síndrome de Estocolmo
Luis Velázquez
Veracruz.- DOMINGO
Profecía incumplida
Durante los últimos tres meses, tiempo de la LXV Legislatura, casi todos los días, el Fiscal ha sido la noticia principal en los medios.
Ha ocupado las primeras páginas de la prensa escrita, hablada y digital, y claro, de la llamada comentocracia.
Su nombre ha figurado en “El País”, de España, edición México, pero también en “La garrapata”, “El Diario del Hogar”, “Regeneración”, “La luciérnaga”, “El bola ocho” y “El hijo del Ahuizote”.
Incluso, los gigantes de la prensa han tomado partido, y considerando como Antonio Machado que “solo se hace camino al andar”, apuestan a que su caída será antes del carnaval, luego de la fallida profecía de que caería, primero, en navidad, y luego, en día de reyes.
Por demás, resultaría innecesario, ridículo incluso, que la Cuitlamanía consultara a un brujo de Los Tuxtlas para anunciar la caída del Fiscal, luego de tantos resbalones.
Más garantía habría si una gitana de Rinconada les echara las cartas y que serviría, de paso, para atragantarse con unas garnachitas y un huevito hervido.
LUNES
Fiscal carnal de la Cuitlamanía
Desde luego, los litigantes y sabedores del Estado de Derecho, los politólogos del café y del salón de clases, contabilizan el proceso burocrático del juicio penal que iniciara en el Congreso local, pasará a la Sala Constitucional del Tribunal Superior de Justicia, brincara a un amparo federal y terminará en la Suprema Corte de Justicia.
Y para entonces, si el buen karma y el mejor fario salen bien, entonces, tardaría un año aprox. para su destitución para dar paso al Fiscal carnal de la Cuitlamanía.
En la vida, dice una canción del colombiano Darío Gómez, “todo hay que aguantar”.
Y el Fiscal, apoltronado en su laberíntico palacete, está firme.
Algún chamán le habrá dicho que si un cristiano se le queda mirando con firmeza a una culebra amenazante aparecida en medio de los matorrales, entonces, la culebra, así sea nauyaca, queda quieta, y pasado un ratito, se va, y la persona salva la vida.
Por el contrario, y más allá de la sabiduría animal, el Fiscal continúa sonando los tambores de guerra en una batalla sin límite de tiempo con el gobernador para ver, dice el viejito del pueblo, “de qué cuero salen más correas”.
MARTES
Síndrome de Estocolmo
Muchos políticos se han arrugado en el camino. Uno de sus argumentos es que nadie puede enfrentar a un gobernador porque la vida se pudre.
Por eso, hacia el búnker del Fiscal valoran y con mucho que el Fiscal Anticorrupción (Marcos Even Torres Zamudio) y el Fiscal de los Desaparecidos (Luis Eduardo Coronel junior) sigan manteniéndose firmes ante el Fiscal General elegido para 9 años por la LXIV Legislatura.
Una de las claves está, desde luego, en nunca, jamás, detenerse a pensar en los estragos de un problema, un choque, una confrontación, una guerra, pues entonces, “el miedo al miedo” hace crisis y los más fieles suelen doblarse y doblegarse.
Incluso, mientras el diputado José Manuel Pozos Castro, ex priista, ex panista y ex perredista, descubriera que en el palacio de la Cuitlamanía “hay demonios, desleales y traidores”, ¡vaya mundo zoológico!, en el palacio de la Fiscalía hay gente firme en principios y convicciones.
Habría, entonces, de preguntarse el número de sueños que tanto el gobernador como el Fiscal han tenido sobre ellos y entre ellos mismos, alucinando uno con el otro, convirtiendo el viaje de Morfeo en una pesadilla siniestra y sórdida.
Solo faltaría que cuando el góber se case y sea padre de un hijo le bautice con el nombre de Jorge y si Wínckler llega a procrear un hijo más, entonces lo bautice con el nombre de Cuitláhuac.
El síndrome de Estocolmo se estaría cumpliendo a plenitud.
MIÉRCOLES
Eje del mal
El eje del mal ha tomado las calles, las carreteras y los pueblos en Veracruz, en “un mano a mano” con la Cuarta Transformación del País que va caminando.
El ex Fiscal, Luis Ángel Bravo Contreras, dice que lo tienen secuestrado. Un diputado local descubre demonios en el palacio de la Cuitlamanía. Una diputada denuncia que los malandros están decapitando sus vacas y solo le dejan la cabeza, como una burla.
En Coatzacoalcos y en Orizaba, la población se ha lanzado a las calles y avenidas reclamando un alto a la violencia. En Mariano Escobedo, la gente organizada cuelga mantas avisando al presidente municipal que si detienen a un malandro… lo lincharán.
El secretario General de Gobierno y el Fiscal pelean por un muerto aparecido un domingo en Atoyac y se tuitorrean, sacándose la lengua como niños berrinchudos.
El vocero del Arzobispado asegura que todo se trata de “puro circo mediático”.
El alcalde de Astacinga fue baleado. Un ex alcalde de Hueyapan fue secuestrado y liberado. El director de la policía de San Juan Evangelista fue asesinado.
Solo falta que los malosos anuncien la creación de un nuevo Jesús Malverde, el santito de los narcos en Sinaloa, y cuyo efecto milagroso sería, quizá, más curativo que el Cristo Negro de Otatitlán.
JUEVES
Paraíso negro
El inventario de desastres naturales y artificiales creados desde la Cuitlamanía en su implacable rafagueo en contra del Fiscal está entrampado en un paraíso negro que también los hay como suele leerse, por ejemplo, en la novelística de Antón Chéjov.
Por ejemplo:
Los 309 muertos hacía el día 67 del primer sexenio de la izquierda, de AMLO y de MORENA en Veracruz.
Los 32 feminicidios y los cuarenta secuestros, todos, impunes.
Los cadáveres que siguen apareciendo en Colinas de Santa Fe.
Los 400 cadáveres que de acuerdo con el Solecito están sepultados en las fosas del Km. 13.5, en la ciudad de Veracruz.
El panteón de los narcos multiplicándose fuera de control.
Incluso, la versión de que en Veracruz hay más fosas clandestinas que municipios, 212 en total.
Ninguna sorpresa sería que como parte del carnaval jarocho fuera anunciada “La ciudad de los muertos”, por ejemplo, la ciudad con más inseguridad, incertidumbre y zozobra en el estado como bien podrían ser Coatzacoalcos y Córdoba.
VIERNES
“Entre más me odias más te amo”
El reality-show entre el góber y el Fiscal ha alentado el pitorreo.
El góber, en batalla estelar para tener un Fiscal carnal.
Los narcos, secuestrando ciudades y pueblos.
Veracruz, salpicado de sangre en los 4 puntos cardinales.
La LXV Legislatura, con sus diputados de la izquierda delirante, satanizando al Fiscal “a tiro por viaje”, en tanto el Congreso se abstiene de exigir cuentas al góber sobre el tsunami de asesinatos.
La población rebelada en algunas ciudades urbanas, en tanto la gente se pregunta de manera utópica si algún día llegará cuando los carteles y cartelitos migren a otros estados del país.
Dueño de una pizzería, experto en guisar los fines de semana en una paila chicharronera, tipo Banderilla, para la familia y los amigos, el Fiscal, bajito de estatura, con tendencia a la gordura, frívolo, egotista, seguirá haciendo travesuras para divertirse en grande.
Idi Amín, el dictador de Uganda en el siglo pasado, decía a las mujeres de su reino:
“Me amas o te mato”.
El Fiscal ha de decir al gobernador:
“Entre más me odias… más te amo”, a tono con la república amorosa donde todas las ofensas, intrigas, calumnias y difamaciones han, primero, perdonarse, y segundo, olvidarse.