Luis Velázquez
13 de abril de 2019
DOMINGO
El periodismo los unió…
Hay en el periodismo parejas ejemplares, trascendidas en la historia. Unas parejas estuvieron formadas por una mujer y un hombre, otras por dos hombres, dos mujeres, incluso, algunas llegaron a un trío.
Estuvieron unidas por el ejercicio periodístico para ganar la noticia, la exclusiva, el campanazazo como le llamaba don Julio Scherer García.
Los principios, los valores, los ideales, la utopía de un mejor periodismo las acercaba. Juntas, caminaron años, décadas, que parecían inmortales.
Una de ellas, y por ejemplo, Ricardo Flores Magón, con su periódico Regeneración, 41 ocasiones encarcelado por el dictador Porfirio Díaz Mori, y Filomeno Mata, con el “Diario del Hogar”, 36 veces confinado en la cárcel.
Ellos dos eran tan amigos que, por ejemplo, Filomeno Mata le editaba su periódico a Flores Magón en su rotativa y con frecuencia, fiado, en abonitos.
Otra pareja imborrable fue Ignacio Ramírez, con su discípulo, Ignacio Manuel Altamirano. Ambos, además, funcionarios públicos. Ignacio Ramírez, por ejemplo, fue hasta ministro con Benito Juárez, a quien luego le renunciara con otros liberales cuando Juárez cayó en la tentación de la reelección y fue presidente de la república durante 15 años ininterrumpidos.
LUNES
Un trío estremeció el país
Pareja memorable del periodismo, mejor dicho, trío, fueron Julio Scherer, el jesuita Enrique Maza y Vicente Leñero.
Juntos caminaron en el Excélsior que tanto perturbaba y enloqueciera a Luis Echeverría Álvarez, a tal grado que hasta les lanzó una conspiración de Estado para derrocarlos.
Luego, fundaron el semanario Proceso y cuando llegaron a una edad determinada, los tres decidieron retirarse al mismo tiempo y dedicarse de pleno a la literatura.
De su trabajo habla la historia de cada día en el siglo pasado.
El trío, participando en las juntas diarias de evaluación para decidir las noticias principales y de portada y hasta los titulares.
Reuniones estelares donde chispeaba la inteligencia incandescente, regida por un solo principio: la honradez como emblema.
La honradez periodística. La honradez intelectual. La honradez social. La honradez económica.
“Aquellos hombres… parecían gigantes” pudiera escribirse de ellos parafraseando al filósofo cuando describía a los hombres de la Reforma.
Un trío que marcó historia como quizá nunca antes ni después en la historia nacional del periodismo.
MARTES
Una pareja mundial
La pareja que más trascendiera en el periodismo mundial es la de Bob Woodward y Carl Bernstein, los jóvenes reporteros de The Washington Post encargados del asunto Watergate, cuando el presidente Richard Nixon ordenara espiar al Partido Demócrata.
En aquel asunto participaron de inicio unos dos mil reporteros, pero solo ellos siguieron hasta el desenlace.
Ellos escribieron un libro, “Todos los hombres del presidente”, que luego fue convertido en película con Robert Redford y Dustin Hoffman en los papeles estelares.
Y fue tanto su éxito en el planeta que todos los reporteros del mundo soñaban con tener acceso a un Watergate y consagrarse.
Woodward sigue hoy en The Washington Post como editor y Bernstein dejó el periódico y recién se estableció en Roma donde viviera unos años y después regresara a Estados Unidos a tareas afines.
A la fecha, Woodward, el que más ha trascendido en la vida pública, ha publicado más de veinte libros, el último sobre Donald Trump, e imparte conferencias en el mundo.
Los dos ganaron mucho dinero luego de aquel episodio estelar de sus vidas cuando eran “jóvenes e indocumentados”, a cargo de la sección policiaca de The Post.
Incluso, otras películas fueron filmadas sobre el caso Watergate, vistas, unas, desde el lado de la dueña del periódico, y otras, desde el palacio oficial.
MIÉRCOLES
Grandes reporteros políticos
Ángel Trinidad Ferreira y Francisco Cárdenas Cruz integraron una pareja excepcional en el periodismo.
Fue en el tiempo de don Julio Scherer como director general del Excélsior que tanto acalambrara a Luis Echeverría y José López Portillo, entre otros.
Publicaban la columna política “Frentes Políticos” en la portada del diario que trascendiera como el más respetable de América Latina y uno de los más importantes y serios del mundo.
Primero, juntos lograron grandes exclusivas de la vida pública.
Segundo, tenían acceso a una información privilegiada.
Tercero, les daban entrevistas exclusivas, siempre polémicas y controvertidas.
Cuarto, todos los políticos los buscaban para darles información fuera de serie.
Cinco, un periodismo escrito con la mejor calidad literaria.
Los dos, originarios de Veracruz. Ferreira, de Alvarado, y Cárdenas Cruz, de Coatzacoalcos, y en donde tuvo y tiene una familia periodística, uno de ellos, Mussio Cárdenas Arellano.
“Frentes Políticos” fue el antes y el después del periodismo político.
Cubrieron, claro, la vida política en el altiplano, pero también, la vida pública del país, como el mejor reportero de cada entidad federativa.
Su visión del país era general, más allá de la metrópoli.
La amistad entre ellos inalterable, fraterna en su más alta dimensión, hasta el día de hoy.
JUEVES
Envidiable pareja en Veracruz
Una pareja envidiable fueron Alfonso Valencia Ríos y Bartolomé Padilla y Zepeda, ambos, en El Dictamen del siglo pasado.
Don Alfonso, el gran diarista infatigable. Maestro, además, en la facultad de Periodismo de la Universidad Veracruzana donde fue director.
Escribía sus notas con la puntualidad inglesa. Escribía las editoriales del día para el periódico. Traducía los cables del inglés al español. Daba las órdenes diarias de trabajo a los reporteros como jefe de Información.
Y de ñapa, escribía libros.
Bartolomé Padilla escribía 2 columnas políticas diarias. Escribía crónicas. Escribía reportajes. Versátil cien por ciento.
Cada uno en su territorio, se apoyaban entre sí para la mirada acuciosa y perspicaz sobre los hechos sociales. Se orientaban y reorientaban. Padilla, mirando a don Alfonso como el maestro generoso que enseñaba.
Los dos, iguales. Ninguno más que el otro. Nada de envidias. La solidaridad, en vez del individualismo canijo que suele llevar a la soberbia recalcitrante.
VIERNES
Hermanos en el camino
Otra gran pareja fue Alfonso Salces Fernández y Miguel Ángel López Velasco, Milo Vela, el reportero asesinado en el duartazgo una noche en la madrugada luego de salir de trabajar en Notiver como subdirector y editor que fue.
Los dos, unidos por un fino sentido del humor que sin llegar al pitorreo, a la burla ni a la ofensa, transmitieron en las páginas de Notiver en los titulares en cada nueva edición.
Incluso, el periódico llegó a leerse más por los encabezados geniales que, a veces, por el contenido de las notas.
Uno y otro se complementaban. Bien lo decía Julio Scherer, “los amigos son piedras que se encuentran rodando en la pendiente de la ladera”.
Incluso, ninguna duda hay de que la química periodística y fraternal entre ambos les llevaba a vivir en una risa perpetua, disfrutando a plenitud tantas horas y noches y meses y años juntos, creando y recreando la edición de cada día.
Eran el uno y el dos. El dos y el uno. Quizá, una sola unidad indivisible, sin diferencia alguna de que Salces era el dueño del medio. Hermanos en el camino.
Juntos, volvieron a Notiver una lectura imprescindible, la biblia de cada día que interrumpiera en la vida local desde la página policiaca, pero luego se amplificara a la información general y a sociales y a deportes, el nicho completo.
Son, entre otras, las grandes parejas del periodismo que hicieran historia.