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Diario de un reportero: ¡Vaya Cuarto Poder!; escribir en el vacío…políticos imponen su ley

El Piñero

 

Luis Velázquez

20 de abril de 2019

 

DOMINGO

Escribir en el vacío…

Veracruz chorrea sangre. Todos los días los políticos cometen excesos del poder, como por ejemplo, el penúltimo, abrir el estadio de fútbol Luis “Pirata” Fuentes para un juego de funcionarios públicos.

En cada nuevo amanecer, la pobreza y la miseria trasluce. Y en contraparte, cada día aparece en la cancha pública más nepotismo, más amiguismo, más cuatismo.

Y de ñapa, más frivolidad en la tarea de gobernar y ejercer el poder.

Y todos los días, de igual manera, hay un periodismo que cuenta los hechos como son. “Escribe lo que veas” dice el Eclesiastés en las primeras líneas. “Lo que ve el que vive” decía Ricardo Garibay.

Y aun cuando desde algún lado del ejercicio reporteril hay trabajadores de la información y medios publicando los hechos como son, nunca, jamás, trascienden.

Manuel Buendía, asesinado por la espalda en el segundo año del presidente Miguel de la Madrid, lo describía de la siguiente manera:

Tú escribes y enuncias y denuncias y documentas y nada pasa.

Y la jodidez social continúa. Y también los abusos del poder. Y la corrupción. Y la soberbia de los funcionarios públicos.

Los políticos, afirmaba, van por un lado, y los reporteros por otro, y la sociedad por otro.

 

LUNES

“Fuerte es el silencio” oficial

 

En el periodismo, una cosita es informar, y otra, mil años luz de distancia, trascender en la vida pública y en la vida social de un pueblo.

Ricardo Flores Magón fue una excepción. Sus artículos en el periódico “Regeneración” enfurecían a Porfirio Díaz Mori.

Y cuando el dictador lo encarcelara 41 ocasiones, nunca, jamás, la vida social de los indígenas, campesinos y obreros mejoró ni enalteció.

Francisco Zarco impactó a Benito Juárez, pero su trabajo como diputado federal y ministro de Estado estremeció más al país que su periodismo.

Julio Scherer García cimbró a Luis Echeverría Álvarez, sin que la vida social de los pobres mejorara, y por el contrario, hasta le organizó un complot adentro y afuera del periódico Excélsior hasta que lo lanzó de su casa editorial.

Se trata de casos excepcionales, aun cuando, y para conservar la fe pública, pudiera escribirse que el periódico “Regeneración” sirvió, habría servido, para sembrar en el surco social la semilla de la revolución.

Está claro, sin embargo, que si el 60 por ciento de la población vive en la miseria y la pobreza, aquello de que el periodismo “es el cuarto poder” fue y es pura faramalla, fuego pirotécnico, bola de humo.

 

MARTES

Políticos imponen su ley

 

Con todo y periodismo crítico, los políticos hacen lo que desean.

Encaramados en el poder efímero, los funcionarios públicos llegan a sentirse dueños del destino social.

Y hacia el final del día y de la noche terminan imponiendo su ley.

Primero, con el desdén al periodismo. Segundo, con la cooptación, ya a través de convenios jugosos. De concesiones de obra pública. De cargos públicos. O de los famosos créditos del llamado “Fondo Perdido”. Incluso, de créditos blancos.

Así, en los medios se escribe para las elites políticas, para un grupo político, para una cúpula gobernante en turno, a favor de una causa partidista y/o una causa empresarial.

Incluso, suele ejercerse un periodismo al mejor postor.

Y más, en un país, donde la mayoría de los medios viven y han subsistido con los famosos contratos a modo, donde la clave está en tirar incienso al paso del político generoso.

 

MIÉRCOLES

Escribir para leerse entre colegas

 

Don Manuel Buendía también aseguraba que los reporteros escriben para leerse entre colegas.

En unos casos se llega al absurdo de la vida bajo la regla de oro. “Tú me lees y yo te leo. Tú me aplaudes y yo te aplaudo. Tú me críticas y yo también”.

Y más, cuando, y por ejemplo, la mitad de los trabajadores y dueños de los medios y la otra mitad están conscientes de la baja, bajísima circulación de la prensa escrita y el bajo rating de la prensa hablada y digital.

Así, claro, el periodismo trasciende… pero para ser leído entre los mismos reporteros.

Y es que, ni modo de alardear que como en el caso de Veracruz, el millón de indígenas y los dos millones de campesinos y los tres millones de obreros lean periódicos y/o escuchen noticieros todos los días de manera puntual.

Y lo más importante, que lo escrito por el trabajador de la información impacte en la vida personal y en la vida social, pues queda claro que rara, excepcional ocasión, una información, una crónica, un reportaje, una columna sirven de punto de referencia para enmendar la agenda pública.

 

JUEVES

La falacia del Internet

 

Se vive el tiempo del Internet. Las redes sociales, el twitter, el facebook, el whatsaap, anexos y conexos.

Y aun cuando por todos lados se mira a las personas hipnotizadas con el celular, los estudios demuestran que la mayoría lo utiliza para comunicarse con los suyos, con un bajo índice de usuarios para informarse de la vida pública.

Y aun cuando, y por ejemplo, se dirá que un tema político o público se viraliza en las redes sociales, ni modo que el millón de indígenas y los dos millones de campesinos de Veracruz estén interesados en tales menesteres.

Y en el caso de los jóvenes, el Internet es para dialogar entre ellos con todo y tengan un minuto que acaban de despedirse en la esquina luego de estar juntos.

Incluso, los políticos, tan obsesionados con las redes sociales, cierto, leen noticias en el Internet, pero al mismo tiempo, buscan leerse entre ellos mismos como parte reducida de un sector poblacional.

Y en vez de ocuparse del destino social (6 de los 8 millones de habitantes de Veracruz en la pobreza y la miseria según el INEGI y el CONEVAL), se centran en la última conferencia mañanera, en un madrazo mediático, un golpeteo a su grupo político, cambios en el gobierno y en los partidos, etcétera.

Y más, mucho más, cuando el efecto mediático de un madrazo a un político y/o a un grupo político solo dura un ratito, el ratito en que un nuevo bombardeo aparece en la cancha cibernética.

 

VIERNES

Libertad de prensa y de la empresa

 

Ha de preguntarse, entonces, si el periodismo cumple una tarea social.

Y si hay, en verdad, libertad de prensa o la libertad de la empresa se impone.

Y si los medios son aliados de los políticos para sus causas personales y grupales.

Y si la poca, excepcional, prensa crítica ha servido de catapulta para el bienestar social en un pueblo, en una entidad federativa, en una colonia popular.

Y si esa misma prensa crítica ha frenado, digamos, la corrupción política y los abusos del poder y ha evitado, por ejemplo, el nepotismo, el cuatismo, el amiguismo, el tráfico de influencias y el conflicto de intereses de los políticos encumbrados.

Y si en pocas palabras, la pobreza y la miseria han disminuido en el país y en alguna entidad federativa a partir del periodismo de altura.

O si el por el contrario, el periodismo es ejercido como un negocio lucrativo para los dueños de los medios y para, digamos, algún que otro jefe editorial, reportero o columnista.

 

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