Si ya de por sí el país figura en los primeros lugares de corrupción política en el mundo, con Javier Duarte y parte de los duartistas México llegaría invicto al número uno.
Y es que cada semana, nuevos hechos, nuevas denuncias, aparecen en el mapa. Y lo peor, cosas insólitas, casi casi reproduciendo la leyenda popular de quienes, por ejemplo, roban a un muerto tirado en la carretera luego de un accidente automovilístico.
En la semana que termina, el Auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, reveló que han iniciado la rendición de cuentas con los recursos federales de los años 2015 y 2016 de Duarte y todo indica que la caja de Pandora, de donde emanaron todos los males del mundo, está peor.
Hedionda, pues. Nauseabunda. Más, mucho más de lo que ya se conoce, como el caso, de las medicinas clonadas y del agua destilada a los niños con cáncer como parte de su quimioterapia.
Es más, las facultades de Crimonología estarán disputándose el cerebro de Duarte, en ningún momento para destriparlo, sino como objeto de estudio.
LUNES
Tres tesoreros, en la mira de PGR
El miércoles 8 de febrero, por ejemplo, fue fatídico para la corrupción duartiana.
El abogado general de la Universidad Veracruzana reveló que la PGR, Procuraduría General de la República, atrajo las demandas en contra del duartazgo por el desvío de los más de 2,400 millones de pesos de los subsidios federal y estatal que le fueron retenidos, y que al momento suman 2,600 millones de pesos, pues la Yunicidad tampoco ha cubierto el pendiente.
Incluso, Alberto Islas Reyes, reveló que el exfiscal elegido por nueve años y que sólo permaneció unos cuantos meses, aplicó “la aburridora” en las investigaciones en contra de los duartistas y de Duarte que retuvieron los subsidios a la UV.
Todavía más: dijo que cuando hablaron con los seis secretarios de Finanzas y Planeación en el sexenio anterior todos “se lavaron las manos” y por el contrario, inculparon a los tesoreros de las tropelías.
“Ellos eran los operadores” dijo. (La Jornada Veracruz, 9 de febrero, 2017).
Así, la rasurada, y que fue progresiva, inició en el año 2012 y siguió hasta el año anterior.
Ahora falta que el abogado de la UV interponga su denuncia penal en la Fiscalía en contra de los tesoreros, unos de los cuales fueron los diputados Antonio Tarek Abdalá, Vicente Benítez González y Juan Manuel del Castillo, los tres ligados hasta por los afectos y los cariños a Duarte y a su esposa.
MARTES
Charalitos… a la cárcel
La corrupción política está brotando por todos lados en Veracruz, lo que expresa la derrota de la moral y la ética pública en la tierra de Adolfo Ruiz Cortines, el ex gobernador y el ex presidente de la república más honesto, más íntegro, más honrado, más austero del país.
Por ejemplo, luego de tantos años de silencio cómplice, al ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, le ha dado por denunciar la corrupción “a tiro por viaje”, quizá, como dicen sus apologistas, para congraciarse con la Yunicidad, y que de ser así, los está utilizando.
Según el ORFIS, por ejemplo, hay presidentes municipales que “se fueron al monte” con el dinero público y por tanto les han otorgado diez días hábiles de plazo para “devolver el dinero robado”.
Y de lo contrario, ya lo saben, la cárcel los espera.
Ellos son, los ediles de Agua Dulce, Banderilla, Castillo de Teayo, Chinameca, Coatepec, Cotaxtla, Ignacio de la Llave, Sochiapa, Jamapa, Soledad de Doblado, Tlatelela, Tlilapan y Uxpanapa.
Pero, oh paradoja, de igual manera como en el siglo pasado, en la lista negra de la deshonestidad puros charales, ningún alcalde fuerte y poderoso, por más que en su
petulancia el diputado local y presidente de la Comisión de Vigilancia, Juan Manuel de Unanue Abascal, “se corte las venas” alardeando que respaldarán al ORFIS en todo.
¡Vaya petulancia!
MIÉRCOLES
Ensucia Yulen a Fidel Herrera
El tsunami de la corrupción cabalga por todos lados en Veracruz. Pocos del sexenio anterior parecen salvarse. Incluso, el lema sería “todos los duartistas son corruptos, y todos nosotros (los que estamos llegando), impolutos”.
Por ejemplo, el secretario de Infraestructura y Obra Pública, Julen Rementería del Puerto, truena ahora en contra de Fidel Herrera Beltrán, el enemigo público número uno del Yunes azul, 26 años priista.
Y dice, de seguro más que “con los pelos de la burra en la mano, con la burra completa”, que “encontraron cerca de tres mil obras que fueron pagadas y que por diversas razones no fueron concluidas”.
Entre ellas, parte de los mil puentes anunciados, hasta con un libro especial, por el fogoso.
Además, “de cientos de obras fantasmas del duartismo”. (Jair García, ibídem)
Así, con esa denuncia, Rementería ya tendría más que amarrada la candidatura al Senado el año entrante.
Y es que de tanta corrupción política están hablando los yunistas que parece una feroz competencia entre ellos para congraciarse más, mucho más, con el góber azul.
Más aún: cada yunista que soslaye denunciar a un duartista o fidelista corrupto en automático se vuelve cómplice.
JUEVES
Alcaldes tramposos
Por eso quizá la diputada presidenta de la Mesa Directiva del Congreso, María Elisa Manterola Sáinz, quien fue, o es, dueña de un cantina en Martínez de la Torre a la orilla del río, “La doña”, ha denunciado con el índice flamígero la presunta corrupción edilicia.
Según ella, los 212 presidentes municipales “estarían engañando a la LXIV Legislatura y al ORFIS enviando fotos y reportes falsos de las obras que supuestamente se hicieron durante el año pasado” (Ibídem).
Incluso, hasta puso nombre al presunto trastupije. Se llama Ricardo Olivares, alcalde en su pueblo, y cuya estafa incluye calles, escuelas y hasta la construcción de una clínica.
Claro, y si es cierto el adagio social de que “pueblo chico infierno grande”, entonces, podría, digamos, tratarse de un ajuste de cuentas entre grupos políticos locales.
Y es que en el tsunami de la violencia todo cabe, a tal grado que en la leyenda popular se afirma que suelen “pagar justos por pecadores”.
Yo, diría Arturo Bermúdez Zurita, soy honesto. Yo, diría Gabriel Deantes Ramos, recibí 39 millones de pesos de herencia familiar. Yo, decía Javier Duarte, “tengo las manos limpias y la frente en alto”.
Ajá.
VIERNES
Un duartista contra Duarte
En el campo minado de la corrupción, de todo hay en “la viña del Señor”.
Jesús, por ejemplo, tuvo un Judas. Miguel Hidalgo, un indio yaqui, su jefe de escoltas, que lo traicionó por veinte monedas. Emiliano Zapata un Jesús Guajardo. Francisco Villa, un Álvaro Obregón. Francisco I. Madero, un Victoriano Huerta.
Y por añadidura, Javier Duarte, un Moisés Mansur Cisneyros (por todos conocido), pero también un Iván López Fernández, su primer Contralor.
Lanzado del paraíso duartiano, Iván López se transformó. Y entonces, descubrió que Duarte “estaba al tanto de la compra de medicamentos que no cumplían con los requisitos por no tener registros sanitarios”.
Y no obstante, Duarte, dice Iván López, los siguió comprando.
Más todavía: ante la Yunicidad, el ex Contralor formuló las denuncias contra el entonces secretario de Salud.
Ahora, López Fernández se ha inscrito como candidato independiente a la presidencia municipal de Emiliano Zapata, ahí mismo donde Shariffe Osman se soñó la princesa estelar.
Se dirá, entonces, que si “el hambre da muchas cornadas” (Luis Spota), la codicia y la avaricia también multiplican la corrupción, y como en la política el dinero fluye con facilidad, entonces, mucho más.
Lo peor del asunto es que se trata de dinero que cada contribuyente cubre por el pago de los impuestos.
Y por añadidura, es dinero sagrado…que ningún político está autorizado para manosear.
Y con todo, así ha sido y es y será en la noche de todos los tiempos, a pesar, incluso, de esa cosita llamada Sistema Nacional Anticorrupción.
“Todo nos fregamos” aceptaría el diputado federal, Édgar Spinoso Foglia.