- Periodista incómoda
- Rafagueo a Maryjose Gamboa
Luis Velázquez
Veracruz.- DOMINGO
Hachazo a una diputada
El rafagueo mediático en contra de la diputada local y columnista María Josefina Gamboa Torales, ligándola a un narco, tiene chanfle polisémico y se mueve en diferentes carriles.
Por ejemplo:
La efervescencia electoral para la elección de diputados locales y federales y senadores el año entrante está, como dice el clásico, “al rojo vivo”.
Nada fácil sería que la legisladora esté buscando la reelección, incluso, el siguiente paso, como es la curul federal.
Y, por añadidura, el madrazo bien puede significar fuego enemigo, pero también, fuego amigo.
Y más, porque de los 50 diputados de la LXIV Legislatura ella lleva el primer lugar en la exposición mediática y en las redes sociales, con todo y que He Man, por ejemplo, le estaría disputando la titularidad con sus “borracheras, drogas, mujeres y orgías”.
Más todavía: aun cuando en el lado oficial siempre se asegure que el tiempo electoral todavía está lejos, la realidad es que ninguna candidatura se construye de un día para otro, pues requiere de mucha actividad y cabildeo y amarres previos.
Bastaría referir, por ejemplo, que en el año 2006, un madrazo en Televisa a Arturo Montiel, aspirante a la candidatura presidencial, lo descarriló por completo, y desde entonces, lo condenó a las sombras del poder público.
LUNES
“La mano que mece la cuna”
El mismo día del fuego enemigo o amigo, la diputada interpuso la denuncia penal en la Fiscalía en contra del medio digital que la publicó, Quadratin, y que fue replicada por el periódico “El noroeste”, de Poza Rica, ligado, y con mucho, al ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, a tal grado que hasta un medio, “Catedral”, soñaron con establecer en Xalapa.
Gamboa Torales ligó a Quadratín con María Georgina Domínguez Colio, la primera vocera de Javier Duarte, y que en su tiempo se fue a la yugular de la diputada a partir del fatídico accidente automovilístico en Boca del Río, y por el que fue enviada ocho meses a prisión.
Pero, entonces, la diputada ya era una reportera incómoda a Javier Duarte y duartistas.
Y todos ellos se emponzoñaron con ella.
Y como ella sigue vigente en el foro mediático, pero además, lo está en el foro legislativo, cercana, muy cercana a la dinastía Kennedy del Golfo de México, entonces, quizá, quizá, quizá, el madrazo tenga el sello de casa y signifique “la mano que mece la cuna”.
MARTES
La reportera incómoda
La diputada es una feroz combatiente de la corrupción política. Sus columnas son fuego volcánico, imperturbable, en contra de los políticos pillos y ladrones.
Y si ella se ha denunciado millón de veces las pillerías de Javier Duarte, Karime Macías, Arturo Bermúdez, Luis Ángel Bravo Contreras, Gina Domínguez, Alberto Silva, Jorge Carvallo, Tarek Abdalá y Édgar Spinoso, entre tantos otros, entonces, resulta inverosímil que con una mano escribiera su legítimo reclamo de justicia por el saqueo del erario, y por el otro, tuviera ligas con los malandros y/o con un jefe maloso.
Claro, en la historia de Veracruz y del país se han dado casos.
Pero la indignación crónica que la diputada padece desde la escuela primaria abanderando las causas sociales avala su conducta pública ahora como legisladora y desde antes como trabajadora de la información.
Y si de otros medios donde trabajara fue despedida se debió, simple y llanamente, porque era incómoda para la elite política en turno y los dueños de los medios se volvieron aliados de las cúpulas políticas.
MIÉRCOLES
Legisladora incómoda
Y es tan incómoda que, por ejemplo, ha sido congruente en la tarea periodística y la tarea legislativa.
En sus meses en el Congreso, por ejemplo, con sus iniciativas de ley.
Fue incómoda, por ejemplo, con la iniciativa de ley para crear las mototaxis y que tanto ámpula levantara, a tal grado que los concesionarios del transporte de pasajeros tocaron puertas por todos lados hasta que la iniciativa fue congelada.
Fue incómoda con la iniciativa para legalizar el matrimonio de la diversidad sexual, pues, y por ejemplo, las elites eclesiásticas de Veracruz pusieron “el grito en el cielo” y fueron oídas. Y la ley congelada.
Fue incómoda solicitando la desaparición de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas y en respuesta la CEAPP sigue teniendo vida y en donde la titular desparrama bendiciones por todos lados.
Fue incómoda cuando abanderara la causa de los Solecitos y Colectivos que proclaman la búsqueda de los hijos desaparecidos y hasta tomó partido por una ONG para felicidad del Fiscal, su antiguo abogado en el despacho con el mejor penalista del Golfo de México, Pepe Kuri Pazos.
Pero, bueno, a veces suelen enviarse calambres desde alguna región oscura del poder.
JUEVES
Reporteros satanizados
El manotazo mediático expresa la peor ruindad del mundo, como es el siguiente:
Los 19 reporteros y fotógrafos asesinados en el duartazgo, más los tres escribidores desaparecidos, fueron satanizados después de muertos y ligados a los malandros.
Fue el caso, por ejemplo, y entre otros, de los siguientes:
Noel López Olguín: además, que por activista.
Miguel Ángel López Velasco y Yolanda Ordaz: que porque tenían malas amistades.
Regina Martínez Pérez: que porque tenía pasión desbordada por su novio, un drogadicto y enfermo de VIH.
Gabriel Huge, Guillermo Luna, Esteban Rodríguez e Irasema Becerra: que porque tenían cuentas pendientes con un maloso, y a quien que uno de ellos le bajó la novia.
Gregorio Jiménez de la Cruz: que tenía pleitos con sus vecinos, entre ellos, su consuegra.
Moisés Sánchez Cerezo: que porque era taxista.
Armando Saldaña Morales: que lo mataron en un pleito de cantina.
Rubén Espinoza: que porque andaba en malos pasos.
Juan Heriberto Santos: que porque era jefe de prensa de unos narcos.
Anabel Flores Espinoza: que porque estaba casada con un ex policía malandro.
Pedro Tamayo: que porque era socio de un maloso con el que, además, planeaban poner un periódico.
El duartazgo lanzó con todo el desdén del mundo a sus medios afines para denigrar el nombre y la trayectoria de los compañeros ejecutados, sin que nunca, jamás, se aplicara la justicia.
Por el contrario, meses después les resultó fácil deslindarse de la tragedia y transferir el caso a la Procuraduría de Justicia de la nación.
Lo peor: hasta el día de hoy, la impunidad total.
El madrazo a la diputada llevaría, entonces, el sello de la casa duartiana.
VIERNES
Vidas paralelas
El reportero y el político suelen llevar vidas paralelas, sólo que mientras el reportero busca información, el político el poder.
El reportero ha de informar, sin tomar partido por nadie porque, además, ni es juez ni tampoco legislador ni menos secretario de Estado, presidente de la república, gobernador o alcalde.
A veces, como en el caso de Gamboa Torales, los caminos se cruzan y entrecruzan y al empalmarse la frontera se vuelve indivisible.
Por eso, la denuncia de la diputada en la Fiscalía que ha de llevar, dijo, “hasta las últimas consecuencias”.
Además, y ahora como política, política política llena de poder (aunque sea por 2 años, aun cuando puede reelegirse), se ha convertido en la primera funcionaria pública en demandar por la vía penal a un medio en Veracruz, y en donde ha de reclamar, en base a la ley, una liquidación por el daño moral que significa (más terrible aún) ligarla a un cartel.
En el duartazgo con el aparato gubernamental en contra (Seguridad Pública, Tránsito, Fiscalía y vocería, además del gobernador en turno) la acusaron de todo.
Y salió airosa.
Ahora, una mano siniestra amplificó el lodazal. Y ni modo que la dobleguen o apachurren.
Además, lo decía David Alfaro Siqueiros: “La vida sin problemas se vuelve insípida”.
Por encima de todo, la búsqueda de la verdad con los hechos por delante, y como dice el chamán, “más que los pelos de la burra en la mano, la burra completa”.
¡La vida sigue!
