Luis Velázquez
26 de agosto de 2017
DOMINGO
Cantaleta de Yunes
El góber azul ya lo dijo una vez. Y otra. Y otra. Y sigue. “Para los medios ni un quinto” advirtió. “Los medios han de aprender a vivir de sus medios” precisó.
Y no obstante, quizá pensando en Andrés Gide (“Todo está dicho, pero como nadie hace caso se vuelve a decir”) lo repite cada vez que puede.
Es, digamos, una cantaleta.
En el fondo, perversidad pura, pues sirve, digamos, para exhibir a los magnates periodísticos. Y más, si se recuerda que teniendo la mayor parte de la prensa local en contra, ganó la elección y sacó de palacio al PRI, su antiguo partido, luego de 85 años de hegemonía priista.
Ya, ya, ya está claro en el bienio azul.
Los políticos, a gobernar y ejercer el poder. Los medios, a informar. Los políticos, a buscar el poder para perpetuarse. Los medios, a buscar información. Los políticos, a manipular la información. Los medios, a informar de los hechos, tal cual, sin matices, sin concesiones.
Más aún: por razón natural, los políticos tienden a ocultar la información, y por añadidura, los medios están obligados a rastrear pistas, como decía aquel, hasta debajo de las piedras.
LUNES
Yunes quiere imponer agenda
Se lograría así una vida democrática más genuina.
Y más todavía: la autonomía y la independencia de los políticos ante los medios y de los medios ante los políticos.
No obstante, además de que el góber azul repite su estribillo “a tiro por viaje”, desea imponer la agenda mediática.
Y tal, resulta inverosímil.
Si vamos, dice, a un evento de educación, sólo se admitirán preguntas sobre educación.
Y si a un acto de salud, sólo de salud.
Y si a otro de seguridad, sólo de seguridad.
En circunstancias así, la libertad de expresión queda coaccionada.
Y es que desde Herodoto, 450 años antes de Cristo, el primer enviado especial del mundo, la agenda la establecen los hechos de cada día y cada semana.
Si, por ejemplo, Veracruz sigue como un río de sangre y un valle de la muerte, es la agenda, y ni modo “de tapar el sol con un dedo”, o como dicen en Uruguay, “cubrirse con una sombrillita del huracán torrencial”.
¡Ah!, pero si el gobernante en turno quiere imponer su agenda, entonces, que se busque su Periscope, su Facebook Live y su TV Más, y que sea feliz.
MARTES
La piel irritable
Otra vez el mismo sonsonete: “Es muy fácil criticar desde afuera”.
Cierto, en el duartazgo, el góber azul se lanzaba contra el góber tuitero y el góber fogoso “a tiro por viaje”.
Era oposición, y desde la oposición, todo puede decirse y gritarse y enjuiciarse.
Pero…, en el Eclesiastés está claro el significado bíblico de los medios: “Escribe lo que veas”.
Además, desde su nacimiento, con los heraldos que caminaban de un pueblo a otro contando las historias noticiosas, aunque fuera viejas (viejas para unos, nuevas para otros), la esencia del periodismo es, ha sido y será contar los hechos, y los hechos en una sociedad herida, como son.
Y si los hechos encabritan a un político, ni modo, que desde el lado gubernamental enmiende la plana, si es que, claro, le interesa el bienestar social.
Pero como sucede que la mayor parte de los políticos tienen la piel frágil, entonces, suelen repetir como Ronald Reagan y Donald Trump:
“Estás conmigo o estás contra mí”.
Con todo, el periodismo siempre ha de estar de lado de “los desheredados de la fortuna” como les llamaba Albert Camus, “los olvidados de Dios” como les decía Luis Buñuel, los precaristas como decía Oscar Lewis, “los pobres entre los pobres” como dice Lula.
MIÉRCOLES
“Las cosas positivas”
“No tiramos el dinero” dice el góber azul refiriéndose a los medios.
Y más, cuando remacha el antecedente. Javier Duarte, por ejemplo, gastó ocho mil millones de pesos en medios durante casi el sexenio que (des)gobernara.
Ahora, y ni modo, ajá, tiempo de austeridad.
Y si hay ocho duartistas en el penal de Pacho Viejo, más los que faltan…
Y si la honestidad se ha vuelto una razón de Estado en el Veracruz azul…
Y si los duartistas son pillos y ladrones, y los yunistas, empezando por el jefe máximo de la revolución azul, ángeles de la pureza…
Entonces, significa, digamos, que en los últimos 8 meses y 26 días del bienio que corre, se está concitando la más firme, inalterable, honestidad en el gasto público, sin que ningún yunista (secretario, subsecretario, director, jefe, parientes, socios, aliados) “ordeñe la vaca”.
Y es que para lanzarse a una cruzada cívica anticorrupción sólo puede darse con autoridad moral.
Sólo así, y cuando, además, el tsunami de violencia haya disminuido y el río de sangre y el valle de la muerte en que sigue convertido Veracruz esté en su más bajo nivel, podrá hablarse “de las cosas positivas”.
Mientras, el discurso oficial ha perdido su significado.
Y si desde el trono imperial y faraónico se afirma que “en este gobierno no ha existido un solo problema”, caray, nadie puede “tapar el sol con un dedo”.
La realidad atroz y cruel avasalla y arrasa.
JUEVES
Prensa incómoda
Desde aquel lado del mostrador repiten la política de comunicación social:
“No tenemos convenios. Por eso les cuesta trabajo reconocer… las cosas positivas”.
Caray, un gobernador es el jefe de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, donde de una u otra forma impone, digamos, su filosofía política.
También es el jefe nato de las finanzas públicas y de las corporaciones policiacas.
Tiene a sus pies a la mayor parte de empresarios que buscan concesiones de obra pública.
Parte de la elite eclesiástica se arrodilla ante sus plantas.
Igual los líderes políticos, sociales y sindicales.
Incluso, la mayoría de partidos políticos.
Entonces, el hecho de quejarse de que a los medios “les cuesta trabajo reconocer las cosas positivas” expresa la debilidad inherente.
De entrada, porque le bastaban el Periscope, el Facebook Live y TV Más.
Segundo, porque se irrita con las preguntas incómodas, cuando más incómoda es la realidad social con la pobreza, la miseria, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios de hambre, la migración, la prostitución femenina para llevar el itacate a casa y la baja calidad educativa, de salud y de seguridad.
Tercero, porque los medios ya se le salieron del control que soñaba, pues, digamos, por vez primera en su historia están recobrando la dignidad.
VIERNES
Escupir para arriba…
El góber azul habla de su filosofía de comunicación social:
Un hecho, dice, “es mala noticia para ti” (los medios), pero “buena para todos” (nosotros en el gobierno).
Ha de verse…porque el millón de indígenas y los dos millones de campesinos y los tres millones de obreros y los 600 mil analfabetas y los 800 mil ancianos, la mayoría sin seguridad social, y los cientos de desaparecidos y secuestrados y asesinados cuyos familiares claman y reclaman justicia, también cuentan y cuentan mucho.
Pero…el góber azul está ocupado en posicionar su verdad. “No somos ladrones” dice y repite y repite y repite a los medios.
Bueno, el primero de diciembre del año 2018 ya se verá si son o no son. Y por tanto, que ni él ni los suyos “escupan para arriba”, porque la fuerza de gravedad dice que a veces el escupitajo cae sobre uno mismo.