*Más allá de la consistencia de las cifras que presentó el Coneval sobre la pobreza en México en el periodo 2014-2016, lo que puso de manifiesto el más reciente informe es que de nueva cuenta las zonas sur y sureste del país son los lugares donde la pobreza no se erradica y en algunos estados crece. Poco sirve la ubicación geográfica, el turismo o el petróleo; ahí la pobreza, tanto moderada y extrema, parece ya un destino para sus habitantes.
Los diez estados con mayor número de pobres dan al país un total de 32 millones 522 mil 600 personas en esas condiciones. Los gobernantes de esos estados son variados: del PAN, Movimiento Ciudadano y sobresalen los mandos del PRD y el PRI.
Ciudad de México, (SinEmbargo).- Los diez estados que con mayor número de pobres aportaron el 58.76 por ciento de la pobreza registrada en el periodo 2014-2016, de acuerdo con la medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Estos son Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Puebla, Michoacán, Tabasco, Hidalgo, Morelos y el Estado de México. En total, en estas entidades habitan 32 millones 522 mil 600 pobres.
De nueva cuenta son las zonas sur y sureste del país las que concentraron el mayor número de pobres; a pesar de las ligeras disminuciones registradas, en el mapa los números rojos se anclaron a esas áreas en las que se advierte que la política de desarrollo social y de crecimiento económico no logra derribar ese yugo geográfico.
En la presentación de los datos, el Coneval ahondó en los grupos en los que la pobreza se está concentrando. Independientemente de las dudas que acompañan la medición, las cifras muestran que hay pobreza en esa parte del país, en los habitantes de zonas rurales, en la población indígena, y en los jóvenes.
Según esos datos, el 58.2 por ciento de los pobres habita en zonas rurales; el 77.6 por ciento de la población indígena vive en pobreza y el 34.8 por ciento en pobreza extrema, mientras que la población no indígena, el 41 por ciento es pobre y sólo el 5.8 por ciento es pobre extremo.
En cuanto a las mujeres indígenas que viven en zonas rurales, el 85.1 por ciento es pobre y la mitad tiene condiciones de pobreza extrema. En los hombres no indígenas que viven en zonas urbanas, la realidad es otra: del 37.3 por ciento que es pobre, el 4 por ciento vive en la pobreza extrema.
Finalmente, el 51.1 por ciento de los menores de 18 años de la población en generales es pobre.
A nivel nacional, son 53.4 millones de personas viven en condiciones de pobreza, es decir el 43.6 por ciento de la población; 35.9 por ciento en pobreza moderada y 7.6 por ciento en pobreza extrema. El 8.6 por ciento, es decir, 7 millones son vulnerables a ser pobres por sus ingresos y 26.8 millones son vulnerables a ser pobres por carencias.
A pesar de la reducción de 1 millón 923 mil 405 pobres de 2014 a 2016, el 70.4 por ciento de los mexicanos viven con al menos una carencia social y el 18.7 por ciento con al menos tres carencias sociales.
La línea de bienestar mínimo equivale al valor de la canasta alimentaria por persona al mes y la línea de bienestar, es el valor total de la canasta alimentaria y de la canasta no alimentaria por persona al mes.
21.4 millones viven con un ingreso a la línea de bienestar mínimo y 62 millones con un ingreso inferior a la línea de bienestar, esto es, el 17.5 y 50.6 por ciento, respectivamente.
En entrevista con SinEmbargo, el doctor Anselmo Chávez Capó, profesor investigador de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), explicó que la causa de la concentración de pobreza en estos sectores, se debe a que los mil 227 programas sociales que tienen un presupuesto de 64 mil millones de pesos, no colaboran con las personas para que realicen actividades productivas, sino que sólo se limitan a dar un recurso de manera periódica.
Para el Presidente Ejecutivo del Coneval, Gonzalo Hernández Licona, Oaxaca, Chiapas y Guerrero son los más grandes pendientes de la geografía nacional. Comentó durante la conferencia de prensa que espera que las Zonas Económicas Especiales den la vuelta a esa zona como propuesta de política pública.
“[Las condiciones de pobreza] tienen que ver con elementos de desarrollo locales y ojalá las Zonas Económicas puedan tener la posibilidad de dar un cambio, pero ciertamente por la condición de mercados del sureste, las opciones productivas que se le dan a la población en pobreza siempre les ha faltado un eslabón final que es ¿a quién le va a vender su producto la señora que produjo café?, ¿a quién le va a vender su producto el señor que produjo telas? Entonces se dan herramientas pero la opción de mercado no está ahí, entonces en esas zonas alejadas, la conexión de mercado es relevante y otras cosas, porque también es un tema de derechos y de mejorar los pisos mínimos de la población, porque sigue siendo el gran reto y se está separando en materia de desigualdad”, dijo.
Para el doctor Chávez Capó, lo único que se ha provocado es que la población, en lugar de realizar actividades productivas, pasen a depender de manera directa del programa asistencial, “esto representa una posibilidad de subsistir, pero no de desarrollo para obtener un ingreso remunerador y por lo tanto, tener una vida digna”.
Abordó varios casos. Si Oaxaca se compara con otras entidades, como Nuevo León, ahí sólo el 14 por ciento de la población está en pobreza extrema y la población vulnerable y no vulnerable está a niveles del 46 por ciento, “sucede que en los lugares donde hay desarrollo desde el punto de vista industrial, social, en ese momento la gente tiene un mejor nivel de vida”.
En Chiapas, continuó, la situación de pobreza es cercana al 80 por ciento y el 90 por ciento de la gente vive con al menos una carencia social; en el Estado de México, hay un porcentaje de la mitad de las personas en pobreza y la población no pobre y no vulnerable es solo el 21 por ciento.
“Eso muestra que, o la dificultad que representa para los pobres de esos estados tomar de su punto de producción y llevarlo a mercado es muy caro y se queda a nivel local y de autoconsumo, o que los recursos destinados al desarrollo social no se han visto aplicados y se tendría que determinar si ese dinero está siendo aplicado de manera adecuada”, enfatizó.
Están también Veracruz y Tabasco, que son estados petroleros. Para el investigador de la UPAEP, la industria petrolera está generando una suerte de ayuda, los ingresos petroleros provocan que el mercado equilibre los costos de los bienes y salen más caros. Entonces si no trabajan en la industria, el acceso a los servicios se complica.
Últimos gobiernos: PRD, PRD, PVEM.
Para la última medición, 153 mil personas se sumaron al número total de pobres. De la población total sólo el 341 mil 200 personas no son pobres y no son vulnerables a serlo. Esto es el 6.4 por ciento de la población frente a al 77.1 por ciento que es pobre.
La carencia que más prevalece en la entidad es la de acceso a la seguridad social, ya que el 81.1 de las personas no tienen ese derecho. Le siguen el acceso a los servicios básicos en la vivienda (52.3 por ciento), rezago educativo (29 por ciento), carencia por calidad y espacios en la vivienda (24.5 por ciento), acceso a la alimentación (19.4 por ciento) y por acceso a los servicios de salud (15 por ciento).
El 90 por ciento de la población tiene al menos una carencia social.
El 49.9 por ciento vive con un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo y el 79.8 por ciento con un ingreso inferior a la línea de bienestar.
Últimos gobiernos: PRI, MC, PRI.
En Oaxaca también aumentó el número de pobres en los últimos dos años en 184 mil 600 personas, así el 70.4 por ciento de la población en Oaxaca vive en pobreza, estos son 2 millones 847.3 mil personas, de las que 1 millón 087.2 mil viven en condiciones de pobreza extrema.
Solo 297 mil habitantes no son pobres y no son vulnerables a serlo. El 90 por cieno vive con al menos una carencia social y 47.5 por ciento con al menos tres.
La carencia que prevalece es también la de acceso a la seguridad social, ya que el 77.9 por ciento no la tiene; le sigue el acceso a los servicios básicos en la vivienda (62 por ciento), carencia por acceso a la alimentación (31.4 por ciento), rezago educativo (27.3 por ciento), carencia por calidad y espacios de vivienda (26.3 por ciento) y carencia por acceso a los servicios de salud (15.9 por ciento).
El 40.2 por ciento de la población vive con un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo y el 72.7 por ciento con un ingreso inferior a la línea de bienestar.
Últimos gobiernos: PRD, PRD, PRI.
De 2014 a 2016, 700 lograron salir de la pobreza; aún así, el 64.4 por ciento de la población vive en situación de pobreza y 23 por ciento en pobreza extrema. Sólo el 8.6 por ciento, es decir, 307 mil personas no son pobres y no son vulnerables a serlo.
El 88.2 por ciento vive con alguna carencia social y la que más prevalece es la de acceso a la seguridad social (73.9 por ciento), carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda (50.2 por ciento), carencia por calidad y espacios de la vivienda (31.7 por ciento), carencia por acceso a la alimentación (27.8 por ciento), rezago educativo (25.2 por ciento) y carencia por acceso a los servicios de salud (13.3 por ciento).
El 67.6 por ciento de las personas viven con un ingreso inferior a la línea de bienestar.
Últimos gobiernos: PRI, PRI, PRI.
En los últimos dos años, 415 mil 300 personas pasaron a ser pobres en Veracruz. Actualmente más de la mitad de la población, el 62.2 por ciento, es pobre y el 16.4 por ciento, pobre extremo.
El 82.1 por ciento vive con al menos una carencia social. La principal es la de acceso a la seguridad social (68 por ciento), carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda (39.2 por ciento), carencia por acceso a la alimentación (22.2 por ciento), rezago educativo (19.4 por ciento), carencia por acceso a los servicios de salud (19.4 por ciento) y carencia por calidad y espacios de la vivienda (17.5 por ciento).
Últimos gobiernos: PRI, PAN, PAN.
En dos años, el gobierno de Puebla logró restar 230 mil 600 pobres de un total de 3 millones 728 mil 200 pobres, que es el 59.4 por ciento de la población. En contraparte, sólo el 12.9 por ciento no es pobre ni vulnerable a serlo.
El 80.9 por ciento de las personas en Puebla viven con al menos una carencia social. La principal es la de acceso a la seguridad social (69.2 por ciento), le siguen carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda (25.7 por ciento), carencia por acceso a la alimentación (20.1 por ciento), rezago educativo (19.9 por ciento), carencia por acceso a los servicios de salud (17.4 por ciento) y carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda (14.5 por ciento).
Últimos gobiernos: PRD, PRI, PRD
En dos años sólo 142 mil 700 personas dejaron las condiciones de pobreza. Prevalecen en 2016 2 millones 656.9 mil personas, que son el 55.3 por ciento de la población total.
El 83.2 por ciento viven con al menos una carencia social. La principal es la de acceso a la seguridad social (68.9 por ciento), rezago educativo (27.4 por ciento), carencia por acceso a la alimentación (25.9 por ciento), carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda (24.5 por ciento), carencia por acceso a los servicios de salud (22.8 por ciento) y carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda (14.8 por ciento).
Últimos gobiernos: PRI, PRI, PRI.
Para 2016, el 50.9 por ciento de la población total del estado se mantiene en pobreza y sólo 268 mil personas no son pobres y no son vulnerables a serlo. Éstos últimos son sólo el 11.1 por ciento.
El 86.3 por ciento viven con al menos una carencia social. La principal es la de acceso a la seguridad social (67 por ciento), carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda (48.8 por ciento), carencia por acceso a la alimentación (45.3 por ciento) rezago educativo (16.5 por ciento), carencia por acceso a los servicios de salud (13.4 por ciento) y carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda (12.3 por ciento).
En este estado se observó un aumento en el número de pobres extremos en 23 mil 900 personas.
Últimos gobiernos: PRI, PRI, PRI.
Sólo se logró reducir la pobreza en 69 mil habitantes en dos años. La mitad de la población, el 50.6 por ciento vive en condiciones de pobreza y sólo 12.8 por ciento no son pobres y no son vulnerables a serlo.
El 80.1 por ciento de las personas en Hidalgo registraron una carencia social. La principal, se repite como en los otros estados, es la de acceso a la seguridad social (72.1 por ciento), carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda (28 por ciento), carencia por acceso a la alimentación (24.5 por ciento), rezago educativo (18.5 por ciento) y carencia por acceso a los servicios de salud (14.4 por ciento).
Últimos gobiernos: PAN, PAN, PRD
Sólo 27 mil 800 personas dejaron la condición de pobreza y el porcentaje de Morelos queda en 49.5 por ciento de su población que vive así. En contraparte, el 18.1 por ciento no es pobre y no es vulnerable a serlo.
El 73.9 por ciento vive con al menos una carencia social. La principal es la de acceso a la seguridad social (62.1 por ciento), carencia por acceso a la alimentación (19.5 por ciento), carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda (17 por ciento), rezago educativo (16.4 por ciento), carencia por acceso a los servicios de salud (15 por ciento) y carencia por calidad y espacios de la vivienda (10.9 por ciento).
Últimos gobiernos: PRI, PRI, PRI.
En dos años sólo 39 mil 700 personas en el Estado de México dejaron de ser pobres. Esta es la entidad con la mayor cantidad de personas en pobreza, al ser uno de los más poblados. Son 8 millones 230 mil personas que viven en esa condición, el 47.9 por ciento del total.
El 21.3 por ciento son vulnerables a ser pobres por carencias sociales y el 9.6 por ciento es vulnerable a ser pobre por sus ingresos. El 57.4 por ciento vive con un ingreso inferior a la línea de bienestar y 16.8 por ciento con un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo.
El 69.2 por ciento vive con al menos una carencia social. La principal es la del acceso a la seguridad social (55.5 por ciento), carencia por acceso a alimentación (20.8 por ciento), carencia por acceso a los servicios de salud (15.5 por ciento) por rezago educativo (13.7 por ciento), carencia por calidad y espacios de vivienda (12.6 por ciento) y carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda (11.7 por ciento).