Redacción El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.– La Avenida Independencia, bulle de vida. Gente, gente por todas partes, con bolsas colgando de los brazos, zigzagueando entre los puestos ambulantes y locales de siempre.
La humedad se pega a la piel, el aire vibra con el pregón de los vendedores: “¡Barato, llévelo, llévelo!” Un auto toca el claxon—¡piiiip!—porque una señora se ha detenido a regatear justo en la orilla de la banqueta.
Es un día más en Tuxtepec, sí, pero uno de esos días en los que la ciudad parece estar en su punto máximo de ebullición.