Escenarios
Luis Velázquez
veraruz
Uno. Dinerito tirado a la basura
En el sexenio anterior, Javier Duarte tiró a la basura ocho mil millones de pesos.
Ese dinerito se fue por las cañerías y ningún provecho ni beneficio social fue logrado.
Según Miguel Ángel Yunes Linares, los 8 mil millones fue el dinero que Duarte invirtió en la prensa escrita, hablada y digital para que le tiraran incienso en el transcurso de los seis años para crear y recrear la imagen de un político estadista.
Y el simple hecho de que Duarte esté preso en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México…
Y en el penal de Pacho Viejo haya once duartistas privados de su libertad…
Y en la Fiscalía existan cien denuncias penales en contra de igual número de funcionarios de aquel tiempo…
Y en Londres, Karime Macías esté aterrorizada a tal grado que solicitó asilo político en Londres porque se dice perseguida política…
Y en alguna otra región del mundo, el prestanombre de Duarte, Moisés Mansur Cisneyros, también haya pedido asilo…
Y otros duartistas sean prófugos de la justicia (Leonel Bustos, Ramón Ferrari, Carlos Aguirre Morales, Antonio Gómez Pelegrín y Juan Antonio Nemi Dib)…, significa que el duartismo está en la lona, hecho polvo y taco.
Y por añadidura, los 8 mil millones de pesos públicos canalizados en los medios sirvieron para nada.
Y más, cuando hasta el presidente del CEN del PRI, Enrique Ochoa Reza, llamó asesino a Javier Duarte por el caso de las medicinitas para los niños con cáncer.
Dos. Duarte, en el peor escarnio
Se trata, entonces, del peor latrocinio en la historia local.
El dinero público, en la basura, y Duarte en el peor escarnio de su vida jamás imaginado cuando en aquel tiempo alardeaba de una frivolidad y petulancia fuera de serie y cuyo retrato se reduce a dos palabritas, “Merezco abundancia”, decía Karime.
Paradojas de la vida: Yunes Linares ganó la gubernatura con el 95 por ciento de los medios en contra y que todos los días en la precampaña y la campaña electoral lo rafagueaban “a tiro por viaje”.
Por eso desde el primer día de su mandato constitucional advirtió que para los medios “ni un quinto habría” y que los medios “habrán de aprender a vivir con sus propios medios”, como son la circulación y la publicidad, haciendo a un lado los jugosos negocios que muchos pactaron con los gobernadores de otros tiempos.
Tres. Descomunal ahorro
Al góber azul le quedó claro que teniendo en contra a los medios se gana en las urnas.
Por eso, desde el inicio de su bienio azul ha elegido a las redes sociales, al Facebook Live, al Periscope y a TV Más como los medios de comunicación para difundir sus acciones y hechos.
Y tal cual se mantiene.
El contraste, entonces, entre el duartazgo y la yunicidad resulta descomunal.
Mucho, muchísimo dinero público estará ahorrando el Yunes azul en el rubro de los medios, suficientes, digamos, para construir aulas y centros de salud de norte a sur y de este a oeste de Veracruz.
Cuatro. Nuevo estilo en Comunicación Social
El cambio en la política de comunicación social ha sido indicativo y significativo.
Por ejemplo:
A: mientras en el duartazgo expedían de cinoc a diez boletines diarios, ahora, con el vocero Elías Assad Danini, uno, y a veces, aun cuando en otras ocasiones, lo máximo a que han llegado son dos.
B: en tanto en el sexenio anterior los boletines eran amplias notas informativas, ahora se reducen a una especie de tarjeta informativa, enmarcando los puntos concretos y específicos.
C: mientras antes nunca los discursos del gobernador eran enviados como boletines, ahora así los manejan, digamos, para que cada medio redacte la nota.
D: en tanto Gina Domínguez, Juan Octavio Pavón y Alberto Silva Ramos solían dar línea a los apologistas, don Elías deja en absoluta libertad a los medios para definir su política editorial.
Se trata de un nuevo estilo de gobernar y ejercer el poder desde la comunicación social.
Cinco. Vivir en el limbo
Claro, resulta sintomático que diez meses y 25 días después, la población electoral desconozca, por ejemplo, el nombre de los secretarios del gabinete legal y directores del gabinete ampliado, y menos, mucho menos, conozcan el trabajo social de cada uno.
Un estudioso del fenómeno comunicativo diría que solo unos cuantos funcionarios (el Fiscal, Seguridad Pública, Desarrollo Social, SEGOB y a veces SEFIPLAN) han desfilado en los medios.
Y en contraparte, la mayoría de secretarios viven en el limbo, y todo indica, así habrán de continuar, pues así han vivido más de diez meses.
En el duartazgo, por ejemplo, a la vocera Gina Domínguez llamaban “la vicegobernadora” porque ella decidía el juego mediático al gabinete.
Ahora, todo indica, se trata de una estrategia que todavía parece indescifrable, pues en todo caso, cada secretario está cobrando un sueldo, más viáticos y prestaciones, con cargo al erario, dinero público obtenido con el pago de los impuestos, sin que nadie conozca resultados sociales.
Pero, bueno, así le ha funcionado la vida al góber azul y es el son comunicativo con que la yunicidad está bailando.
Ningún caso tiene, entonces, gastar, como Javier Duarte, ocho mil millones de pesos para que hacia el final del día y de la noche sórdida, el dinerito público termine en las cañerías.