Luis Velázquez | El Piñero
07 de septiembre de 2021
Hace unos 25 años, la sexualidad era, incluso, un delito. “Delito de lesa humanidad”. La comunidad sexual tenía blindados los legítimos derechos humanos. Ni siquiera, vaya, podían asomarse a la cancha pública… con riesgo de quedar satanizados. Exhibidos. Maldecidos.
Ahora, poco a poquito, pian a pianito, como ha sido la característica de los grandes movimientos sociales, han ganado espacios.
Uno de ellos, que en varias entidades federativas del país ya pueden contraer matrimonio como, por ejemplo, en la Ciudad de México, tiempo cuando Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores, fuera Jefe de Gobierno.
Es más, hay parejas gays de Veracruz que se trasladan a la capital del país un fin de semana, se casan y regresan el lunes en la madrugada para seguir su vida normal.
Es más, la autoridad se ha abierto tanto que, por ejemplo, las parejas gays tienen derechos en el Seguro Social y el Infonavit, y uno, empleado en una fuente laboral, puede dar de alta al otro, y con los mismos derechos que todos y cada uno de los derechohabientes.
También pueden adoptar hijos, parejas que son.
Incluso, y a la par que el movimiento feminista para la llamada “cuota de género” pueden ser candidatos a un puesto de elección popular y día llegará cuando sin barrera ni muros, atavismos ni maldiciones, serán presidentes municipales de Veracruz y del resto del país, y hasta gobernadores.
Desde luego, en la lucha libertaria para acceder al poder público, las mujeres van por delante y una de ellas será la primera gobernadora de Veracruz, pero igual como en Irlanda, un líder gay, Leo Varadkar, como primer ministro.
Suetonio, en su libro clásico, Los Doce Césares, cuenta la historia de algunos emperadores romanos bisexuales. El más famoso, quizá, Adriano, quien en una gira se enamorara hasta la locura de un efebo de 17 años de edad, Antínoo, a tal grado que simple y llanamente, enviara a su esposa al otro extremo del reino para vivir a plenitud su idilio masculino..
También, claro, la historia de Alejandro Magno, el gran conquistador, con su bisexualidad. Mujeres y hombres en su tálamo. Y nadie quien chistara, pues los placeres de la carne son universales.
CRÍMENES DE ODIO
En los últimos treinta meses en Veracruz han sido asesinados un montón de homosexuales. Parece, unos cuarenta. Crímenes de odio les llaman.
Indicativo y significativo en un Veracruz que durante muchos meses ocupó el primer lugar nacional en feminicidios, el 95 por ciento impunes, y ahora, de pronto, vaya milagro, la secretaría de Marina descendió a la tierra jarocha al quinto lugar nacional.
ONG y la comunidad sexual han clamado justicia en la cancha pública: También, frenar, detener, disminuir, el tsunami de violencia en contra de todos ellos.
Es más, los trabajadores sexuales de la noche en Xalapa han documentado la represión policiaca en la que los elementos del orden público los cohechan para dejarlos trabajar.
Es un pendiente social. Y por eso mismo, los activistas han de continuar empujando la carreta para que les reconozcan los más elementos derechos humanos en un momento, hoy, cuando desde “La mañanera” se “rasgan las vestiduras” enarbolando la bandera de la dignidad y la libertad humana.
La comunidad gay tendrá claro que en la vida puede o pudiera llegarse hasta donde cada quien deseara y soñara, pero se necesita empujar la carreta; pero, además, empujar la carreta enfrentando vientos huracanados y adversos, y en donde la única posibilidad es continuar luchando.
Ningún gobierno, ninguna autoridad, ninguna tribu gobernante, es dueña del destino común de los demás.
Y un país solo puede transformarse cuando se lucha.
Más, mucho más, cuando durante tantos años y sexenios, la comunidad gay ha sido satanizada… por las buenas conciencias, ajá, declaradas a sí mismo propietarias únicas y exclusivas de la verdad.
CABILDEAR CON LA IGLESIA
En el mes de mayo de 2015, Irlanda se convirtió en el primer país en el mundo “en legalizar en referéndum el matrimonio entre personas del mismo sexo”.
Pero en el tercer mundo, al que México pertenece y también el continente, el cabildeo ha sido y es más endurecido por tanto atavismo y machismo arraigado, empezando por las tribus gobernantes en “la plenitud del pinche poder”.
Entonces, la lucha de la comunidad gay es y ha de ser, quizá ha sido, con una gran estrategia y mucha diplomacia y firmeza, tersura y suavidad, para lograr el objetivo, pues de lo contrario, si la guerra se declarara serían puntos en contra.
Faltan muchas batallas. Una de ellas, el cabildeo con la iglesia católica y apostólica y los evangélicos y los cristianos, anexos y conexos.
Y parte de la sociedad civil, entre ellos, la feligresía tanto católica como evangélica y quienes, y por lo regular, cuando tocan el asunto se irritan y hablan de aberraciones, sin ningún respeto a la dignidad humana de los demás.
Pero, bueno, poco a poquito, la comunidad gay se ha abierto espacio y día llegará cuando todos sean reconocidos y aceptados.