Alberto Carmona/ @Betillocarmona
Loma Bonita, Oaxaca. – Ella es María Dolores Páez Contreras de 83 años, conocida como la “Güera”, mujer de gran entereza que enfrenta sus días cargando un pesado luto familiar. Su vida desafortunada -reconoce- inició desde que no pudo tener hijos debido a problemas de salud, eso la dispuso de un carácter más vulnerable y afectivo, apoyando a los demás, incluso adoptando, en ciertas ocasiones, a algunas personas como hijos.
Merecedora a ser un retrato infausto en tierra caliente ribereña, la historia de la Güera nos permite adentrarnos en el espacio humano de las víctimas indirectas-victimarios de la criminalidad, la misma que recorre la región del Papalopan, en los límites de Oaxaca y Veracruz.
Todo empezó 13 años atrás, cuenta Dolores. Recuerda a la mujer de su sobrino que vivía con ella y por quien tenía un gran aprecio y consideraba su hija, se llamaba Lidia Pacheco. Un día, la joven fue secuestrada por unos hombres. Con ese pasaje, María Dolores por primera vez sintió la ausencia y angustia por un familiar. A Lidia se la llevaron y jamás volvió a saber de ella.
Un año después de aquel acontecimiento, detuvieron a su sobrino Juventino Páez, esposo de la desaparecida Lidia. La detención se dio por una orden de aprehensión de venta de enervantes. Juventino fue llevado al reclusorio de Tuxtepec, Oaxaca. y más tarde saldría libre.
Meses posteriores a aquella detención, una persona del sexo masculino irrumpió en la casa de la “Güera” ubicada en la calle Ferrocarril colonia México. En ese hecho fue atacada por el sujeto quien la agredió agolpes con un arma, exigiéndole un motín de dinero y drogas, al no encontrar respuesta; además, el agresor intentó llevarse a la hija de Juventino, pero los vecinos se percataron del escándalo y acudieron en auxilio. El desconocido también atacó a uno de los vecinos y a su esposa a punta de “cachazos”, pero finalmente evitaron el secuestro de la jovencita.
Pasaron varios años, y en enero del 2017, Melesio Páez, hijo de Juventino y Lidia, fue detenido por el delito de homicidio contra Luis Alberto Murcia. Melesio se encontraba sentado afuera de su domicilio ubicado en la calle Yucatán número 186 entre las calles Zacatecas y Allende en el barrio el Conejo de Loma Bonita, cuando se lo llevaron al reclusorio de la colonia Moderna de Tuxtepec, donde permaneció y esperaba el veredicto de su condena, pero tres meses más tarde, murió. Se presume su muerte se debió a un envenenamiento.
Meses después de la muerte de Melesio, un sábado 2 de septiembre del 2017, mediante una llamada telefónica las autoridades municipales fueron alertadas de dos personas ejecutadas al interior de un domicilio. En la calle prolongación Puebla, en la salida de Loma Bonita, fueron encontrados los cuerpos de Juventino Páez Martínez, de 50 años, y Alfredo Matías, de 22 años. Ambos cadáveres presentaban varios impactos de bala. Juventino, el sobrino de doña Güera, murió al instante.
Pero hasta aquí, la tragedia de la familia de doña Dolores Páez no terminaba. Ese mismo año sufrió otra noticia desagradable ahora con sus sobrinos-nietos. Aquel día era casi de noche. En una esquina de la calle Ferrocarril en la colonia México se encontraban conviviendo Juan Vicencio y Juventino Páez Pacheco, hijos de Juventino Páez, y hermanos de Melesio, cuando sujetos no identificados se los llevaron. Juan logro escapar de sus raptores, pero Juventino no tuvo la misma suerte, jamás apareció. Ahora Juan y su hermana radican fuera de todo el peligro que consumió a su familia.
El rostro de Dolores sigue marcado por el golpe recibido con un arma aquella vez que entraron a su vivienda. Pese a todo, con desasosiego sobrevive, ayudada por sus vecinos, y se sostiene con lo que le ofrecen; un plato de comida y otros alimentos que varias personas le comparten y llevan hasta su casa, pues a su edad ya no puede valerse por sí misma. La “Güera” persevera en su hogar -una casa sotaventina de casi medio siglo de antigüedad con puertas de madera gastada y ventanas rotas- es el rincón donde vela en soledad, atesorando sus recuerdos familiares.