Redacción El Piñero | Corresponsalía
El señor Aquileo Ramírez Alegría se quedo solo luego de morir su esposa; y anteriormente, en su tiempo, fue un buen carnicero cuando laboraba en el mercado; pero después, padecer de diabetes le complicó la vida tras ocasionarle la pérdida de sus dos piernas, ahora, sin poder acceder a un trabajo, todos los días pide dinero para comer, a bordo de su silla de ruedas acude frente a la sucursal del banco BBVA, en Agua Dulce, Veracruz.
Él dijo que tiene un hijo trabajando en las plataformas petroleras, pero desde hace un año no sabe nada de él, por lo que expresa que no le importa tanto la pobreza que vive sino estar solo, sin ver a su hijo, a quien le pide entre lágrimas que acuda a verlo para platicar.
Don Aquileo habita en una vivienda de la colonia El Muelle. Lleva tres años acudiendo frente al banco de lunes a viernes, donde recibe apoyo de café y comida por parte de algunos vendedores.
Por lo pronto, Ramírez Alegría continúa viviendo agradecido con las personas que lo apoyan con un par de monedas, un refresco o una porción de comida, alimentando la fe para de nuevo ver a su hijo, algún día.