Natalia Rendón| Christopher Manzanila | El Piñero
En el municipio piñero de Loma Bonita la venta de comida nocturna es común y Don Ciro Pérez Díaz es un ejemplo, quien dedicado a la venta de hot dogs y hamburguesas todas las noches, se ha convertido en parte del paisaje urbano de la zona centro de esta ciudad.
Don Ciro es un hombre que desde los 11 años aprendió de este noble trabajo; sus inicios fueron al lado de su tío quien fue uno de los pioneros en la venta de este tipo de productos, los cuales tenían un costo de $02.50.
Actualmente y con 43 años de laborar en su propio negocio, platicó a El Piñero Periodismo y Debate que todas las noches sale de su casa acompañado de su carrito con destino a su punto de venta, donde posteriormente se instala e inicia la preparación de sus productos para esperar a sus clientes quienes ya se acostumbraron a su horario y su sazón.
Don Ciro considera que su negocio es recíproco ya que con el logró darles estudios a sus hijos quienes actualmente cuentan con una licenciatura, además de lograr la apertura de un local en su domicilio, pero lamentablemente con la aparición de la pandemia se vieron afectados y tuvieron que cerrarlo.
Don Ciro inicia su jornada laboral a las 10:30 de la noche y la termina a las 5 de la madrugada; no obstante su horario varia debido a que en ocasiones se le va el tiempo en pláticas con su familia llegando instalarse hasta las 11.
Comentó que su horario lo mantiene así ya que en años pasados había lugares de diversión nocturna donde grupos de jóvenes o parejas al salir de estos buscaban algo para comer encontrándolo a él y a sus “hochos”; año con año trabaja diario a excepción de un solo día el cual lo respeta, pues celebra al lado de su esposa un aniversario más de bodas. Agregó que disfruta mucho de su trabajo, pues convive con sus clientes, platica y se distrae.
Don Ciro se encuentra ubicado en la calle Morelos con esquina 16 de septiembre, ahí todas las noches él se instala y comienza a preparar sus productos para realizar sus ventas, de manera que hacemos un llamado a la población para que apoyen al consumo local, mientras que nuestro hogdoquero espera perdurar muchos años más atendiendo a sus clientes y consintiendo todo tipo de paladares.