Redacción El Piñero
La pandemia COVID19, ha afectado a miles de mujeres, pilares de un hogar, como es el caso de Doña Griselda Suárez Domínguez, quien, para alimentar a sus nietas, pasa las tardes pescando en el Río Papaloapan.
Dedicada a la venta de pollo desde hace 20 años en la esquina que conforman la Calle Carranza y Aldama en el municipio de San Juan Bautista Tuxtepec, asegura que hay tardes que deben caminar hasta el río tonto para conseguir la comida diaria.
La mujer de aproximadamente 60 años, y con el dolor aún acuestas de haber perdido a su esposo hace dos meses en un accidente, mientras le llevaba comida, asegura que ante tal crisis se deben de buscar alternativas.
El COVID19, sólo llegó a agravar la situación de dicha mujer tuxtepecana, quien se ha hecho cargo de sus nietas luego de que el padre de la mayor fuera levantado junto con su hermano y desaparecido. La situación de la menor, no es tan diferente, pues su padre se suicidó y su madre gana poco en el trabajo.
Doña Griselda Suárez no sabe de apoyos estatales, municipales o federales, en tanto la cuarentena continúe en el municipio de Tuxtepec, en el estado y a nivel Federal, la situación de Doña Griselda continuará agravándose, la crisis alimentaria de cientos de familias va a la creciente ante el cierre temporal de varios comercios y la poca venta para ambulantes como la señora Griselda Suárez.