Tuxtepec, Oaxaca.- Doña Margarita, Hilario Arenas cumplirá 94 años de edad el próximo sábado, una mujer originaria de San Lucas Ojitlán, algo que no es necesario preguntarle, solo con ver el orgullo con el que porta los huipiles del diario y gala de su terruño te das cuenta que la sangre chinanteca corre por sus venas.
Ahora menos, pero su lengua también es el chinanteco, la lengua de sus padres y abuelas, que a veces se pierde en el bullicio de la ciudad, donde el español predomina.
Sus pies descalzos como marca su cultura, tienen 50 años caminando Tuxtepec, y así llegar a su lugar de costumbre para vender hierbas, chiles, nopales, cilantro, todo lo que la madre tierra le provee.
A sus casi 94 años, ya tiene la vista cansada, llena de historia, sin embargo, el corazón no, y continúa haciendo lo que eligió como su oficio.
La gente, de la calle 20 de noviembre cerca del bulevar Benito Juárez, la llaman “abuelita”, otros más la reconocen como una de las últimas guardiana de la cosmovisión Chinanteca, en su más alta pureza.
Doña Margarita justo es eso, la mujer de la chinantla, en sus huipiles, su lengua.