Zeta
México.- Dos de cada 10 personas deportadas que acuden al Hospital de Salud Mental de Tijuana tienen ideas suicidas, derivado de la depresión generada por haber perdido su patrimonio y por el hecho de regresar a un lugar en el que no quieren estar y en el que además no son aceptados.
La doctora Marcela Romo, directora médica de dicho hospital, destacó que esta situación habla de la gravedad que representa esta situación para cientos de mexicanos que constantemente son deportados de Estados Unidos a México, por lo tanto es necesario concientizar a la gente que las personas que regresan de esta manera están sufriendo mucho y se requiere de una atención especial.
Tras la inauguración del Simposio de Salud Mental y Migración llevado a cabo en dicho nosocomio, la doctora resaltó que la mayoría de estas personas manifiestan precisamente un enojo porque no quieren estar aquí, aunque sea su país de origen, porque simple y sencillamente muchos se fueron resentidos porque sientes que su país les falló y su objetivo fue buscar una oportunidad que percibieron porque en sus condiciones no la tenían.
Por lo tanto cuando los regresan al lugar del que se fueron, no les provoca un sentimiento de regresar a casa, aunado a que la sociedad no los acepta, entonces caen en crisis y depresión que los lleva a pensar justamente en el suicidio.
Resaltó que de ahí la importancia de generar este tipo de foros en donde se discuten estas situaciones, porque ello e parte de su trabajo también, además de “concientizar a la ciudadanía, porque más que aislar a estar personas se trata de buscar formas de incluirlos a la sociedad porque finalmente son nuestros compatriotas”.
Destacó que en promedio desde el año pasado se reciben a consulta alrededor de cinco deportados por semana y se han tenido varios pacientes hospitalizados, debido a que al cruzar la frontera vienen con una depresión tan grave o con un cuadro de crisis tan grave que es necesaria la hospitalización y es de hecho el propio Instituto Nacional de Migración (INM) quien los lleva a la puerta de urgencias de dicho Hospital.
Resaltó que la depresión y la ansiedad son los principales síntomas que presentan estas personas, aunque muchos de ellos también traen otras enfermedades como esquizofrenia y trastorno bipolar, sin embargo, agregó que es muy importante saber que esto se debe a su situación, y lo que se debe de dejar de lado es todo ese estigma de que son criminales y por esos los detuvieron.
Además que muchas veces las personas piensan que todos se drogan o que vienen a hacer un daño a la ciudad, pero asegura que “la verdad es que son personas que están sufriendo mucho y que se quedan sin nada, sin su patrimonio que les costó generar durante muchos años del otro lado, por lo tanto no es fácil y se tiene que hacer conciencia de ello”.
En cuanto a los connacionales en Estados Unidos, manifestó que el Consulado mexicano en San Diego, desde el año pasado instaló y entrenó a su personal de salud en principios de salud mental porque se dieron cuenta, sobre todo este último año, que llegaba la gente en crisis preguntando si serían ellos los que repatriarían y pensando qué iban a hacer.
De ello derivó una campaña en el Consulado, en donde les comenzaron a ofrecer información sobre qué hacer y a dónde acudir, una vez que llegara a pasar.
Por otro lado dijo que también se están visitando escuelas en San Diego, en donde empezaron a detectar que hay niños con ansiedad, con quienes están trabajando distintas estrategias porque derivado de su angustia no están queriendo ir a la escuela por el temor de que quizás ahí los pueden detectar a ellos o a sus padres y piensan que los van a deportar.
Agregó que también el Instituto Nacional de Migración (INM) cuenta con una ventanilla justo en la frontera al momento de cruzar, en donde ahí mismo se les otorga el servicio del Seguro Popular que para los deportados no importa si no traen una identificación o acta de nacimiento, se les brinda una póliza por 90 días con la que pueden tener servicios de salud física y mental.
“De esa manera hemos tratado de enlazar todas las áreas y procurando que estás personas, aunque van a pasar un proceso muy delicado y difícil, sea lo menos complicado dentro de roso lo difícil que es, aunque sea su país de origen, porque no es su decisión de ellos”, dijo.
Por su parte, Adriana Vargas, copresidenta del Consorcio de Salud Fronteriza de las Californias, destacó que Tijuana es una ciudad en la que fluye “una migración tremenda”, que en los últimos años ha habido un incremento migratorio y el hecho de que vengan personas que no tienen un espacio dónde trabajar, ocasiona ciertos trastornos en el entorno familiar y deriva en problemas de salud mental, por ello la importancia de este simposio que se llevó a cabo este día.
De tal manera que consideró muy importante que haya una atención integral de todas estas personas que desafortunadamente han tenido que realizar estos traslados de una ciudad o nación a otra en busca de mejores condiciones de vida, en referencia a los que llegaron de otros lugares a Tijuana.