Redacción El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.– En el salón de un conocido hotel de la ciudad —que no mencionaremos, porque todos lo conocen—, el amor se vistió de blanco y de papeles oficiales.
Doscientas parejas, ni una más ni una menos, decidieron hundir sus lazos matrimoniales en la tinta indeleble de la legalidad, diciéndose el tan esperado “sí” ante las autoridades municipales, la primera oficialía del registro civil, la segunda oficialía y, por si faltara alguien, el DIF municipal. Un acto solemne… pero con sonrisas.
Y vaya que hubo sonrisas. En un ambiente donde la alegría flotaba más ligera que el velo de una novia, los recién casados celebraron no solo el compromiso, sino también la cerveza legal de su unión. Porque si algo quedó claro es que aquí se dio fe… y también fiesta.
Encabezando el jolgorio estuvieron Fernando Huerta Cerecedo y su esposa, Gabriela Delgado de Huerta, quienes presenciaron este desfile de besos, abrazos y promesas.