- Nueve cómplices del ex góber tuitero
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: El caso de Javier Duarte está ya en las grandes ligas de la justicia. El magistrado federal, Miguel Ángel López Aguilar, fue quien negó la prisión domiciliaria a la profe Elba Esther Gordillo. Y ahora, el mismo magistrado confirmó el auto de vinculación a proceso penal de Duarte, acusado como está de los siguientes delitos:
Delincuencia organizada. Lavado de dinero. Incumplimiento del deber legal. Abuso de autoridad. Peculado. Tráfico de influencias y coacción.
Lo raro y extraño es lo siguiente: por ahora, el ex góber tuitero, que tanto ama los Frutsis (Adolf Hitler se engolosinaba con chocolates) sólo está acusado del lavado de dinero de mil 760 millones de pesos.
Y, en contraparte, Miguel Ángel Yunes Linares lo ha señalado de un cuantioso saqueo que nada significa, digamos, ante los mil 200 millones de pesos recuperados.
Con todo, todo a su tiempo habrá de caer, pues todavía hay cien denuncias penales en la Fiscalía en contra de igual número de duartistas.
Duarte está, entonces, en medio de la espada y la espada. De hecho y derecho, a doble fuego.
Por un lado, la yunicidad que sigue descubriendo trastupijes.
Y por el otro, la Procuraduría General de la República y el magistrado federal encargado del asunto.
El lunes 16 de octubre, por ejemplo, la PGR recordó que ha presentado 82 datos de prueba en contra de Duarte, incluido el daño al erario.
Y en su sentencia, el magistrado López Aguilar consideró que Duarte encabezaba una agrupación criminal, conformada, todo indica, “por nueve personas, de la que una de ellas fungía como dirigente, y que enramó una red de corrupción que tenía como propósito desviar recursos públicos” (La Jornada, martes 17 de octubre, 2017, página 8).
Por eso, cuando la mitad de la población y la otra mitad sentían que el caso Duarte estaba agotado resulta que todavía hay una inagotable caja de Pandora en su contra.
PASAMANOS: El magistrado federal que lleva el asunto habla de la agrupación criminal de Duarte en la que operaban nueve personas.
Desde luego, el dato de todos y cada uno de sus socios, aliados, cómplices y/o prestanombres fue omitido, pero en la cancha penal están los nombres de algunos que desde el primer mes de su sexenio participaron en los negocios ilícitos y el desvío de recursos tantos federales como estatales.
Y mientras la PGR sigue por oficio el asunto, el góber azul tiene a once duartistas durmiendo en el penal de Pacho Viejo y ha jurado y perjurado que irá por el trofeo mayor que es Karime Macías, su padre, Antonio Macías, y 8 familiares más, entre sus hermanos, tíos y primos, que también entraron al saqueo, aun cuando su esposa, la presidenta del DIF estatal, ha dicho que ella nunca interpondrá una denuncia penal en contra de su antecesora.
Llama entonces la atención que la PGR consigne alrededor de Duarte un par de delitos que enchinan la piel y manifiestan el grado de corrupción a que llegaron en el sexenio anterior debido al silencio del ORFIS, Ógano de Fiscalización Superior, la Contraloría y la secretaría de Finanzas y Planeación.
Todavía más: resulta irónico que el ex panista que todos los días escucha misa y confiesa y comulga, Gerardo Buganza Salmerón, se haya desempeñado como secretario General de Gobierno en dos ocasiones y como secretario de Infraestructura y Obra Pública y como el precandidato independiente de Duarte a la gubernatura, y con todo y su pureza nunca, jamás, en el tiempo sexenal, ni asestó un manotazo para frenar y evitar la corrupción de Duarte y tampoco renunció para evitar la complicidad negligente.
En nombre de su megalomanía política, Buganza aplicó el principio francés de “dejar hacer y dejar pasar” para ver si lograba su más ambicioso sueño de gobernar Veracruz.
CASCAJO: Por lo pronto, la población conoce los bienes y los recursos públicos incautados a Duarte, aun cuando todavía hay muchos, demasiado pendientes, pues el saqueo fue inverosímil y rebasa los límites de las buenas conciencias.
Y por supuesto, ofenden y humillan al millón de indígenas, a los dos millones de campesinos y a los tres millones de obreros que viven al día, más de la mitad de ellos, y como dice el CONEVAL, en la miseria, la pobreza y la jodidez.
La lista de los bienes puede consultarse con todo el tiempo del mundo en la siguiente página de Internet, www.veracruz.gob.mx/finanzas/bienes recuperados.
Por ahora, el rancho “Las mesas”, ubicado en el Valle de Bravo, donde Duarte y Karime Macías tenían alberca y hospital para sus caballos de carrera, es compartido en propiedad entre el gobierno de Veracruz y la PGR.
Pero Yunes Linares ha advertido que “no vamos a soltar la posesión hasta no ser dueños de este bien inmueble comprado y construido con dinero de los veracruzanos”.
Por eso, mientras dure la yunicidad en el gobierno de Veracruz, desde el padre hasta el primogénito en caso de ganar la gubernatura de 6 años el año entrante, Javier Duarte seguirá viviendo en la cárcel. No hay vuelta de hoja. Ni un paso atrás. Duarte y los suyos saquearon con descaro y cinismo, soberbia y frivolidad, el dinero público y han de pagar sus grandes pecados mortales.