- Todos somos cómplices del pillaje
Luis Velázquez/ Malecón del Paseo
Veracruz.- EMBARCADERO: Durante más de veinte años, Miguel Ángel Yunes Linares ha tenido en la mira a Fidel Herrera Beltrán…
Nunca pudo encarcelarlo…
Y cuando le faltan dos meses y días para terminar el mandato constitucional, todo indica que está difícil, a menos, claro, que pudieran darse sorpresas mayúsculas…
Pero, en contraparte, ya logró el objetivo superior desde la segunda campaña electoral como es la sentencia del juez federal para que Javier Duarte, el discípulo más amado de Fidel, fuera condenado a nueve años de cárcel, de los cuales ya lleva un año y medio, más o menos…
Fidel eligió a Duarte como sucesor y apostó su nombre, crédito, prestigio y operación política y electoral y lo hizo ganar en las urnas…
Fidel derrotó así a Yunes, ahora Yunes derrota a Fidel a través de Duarte…
Y más, porque el hijo putativo de Fidel se convirtió del político símbolo de la nueva generación política del país según Enrique Peña Nieto en el peor…
Exhibido, incluso, por el mismo Peñismo a través del presidente del CEN del PRI que lo expulsó del partido tricolor acusado de corrupción…
Y de corrupción en un país en el primer lugar de deshonestidad en América Latina y en uno de los primeros en el mundo…
Palabras mayores…
ROMPEOLAS: Duarte ha entrado a la fama pública de corrupción, cierto, en Veracruz y en la república…
Pero más, mucho más, en América Latina…
El politólogo Ramón Benítez, por ejemplo, lo ubica a los niveles de Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, y Nicolás Maduro de Venezuela, y Albert Fujimori de Perú…
Es un descrédito en el continente para México, pero constituye el agravio más duro y terrible para Veracruz…
Nunca antes…
Ni siquiera, vaya, y por ejemplo, cuando en tres ocasiones Antonio López de Santa Anna gobernara la entidad jarocha en tres ocasiones…
Es más, por la silla embrujada de palacio han comunicado 75 gobernadores, incluido Flavino Ríos Alvarado durante 40 días como interino…
Y de todos, caray, insólito, inverosímil, inaudito, Duarte es el peor… Nadie duda de que otros “ordeñaron la vaca suiza” y “metieron la mano al cajón”…
Pero si Duarte fue sentenciado a 9 años de cárcel es que para el Peñismo, su gran protector, resultó imposible seguir “tapando el sol con un dedo”…
ASTILLEROS: Desde el año 2013 trascendieron las pillerías de Duarte y los suyos, incluida la señora Karime Macías, de quien el gobernador Yunes sigue insistiendo a la Procuraduría General de la República, PGR, su extradición…
Y si Duarte nunca fue sometido a un proceso penal se debió, cierto, a que el Peñismo lo blindó, pero al mismo tiempo, a que todos los actores políticos fallaron…
Cierto, el senador Fernando Yunes Márquez exhibió la corrupción en el Congreso federal y exigió rastrear la pista…
Su petición se fue a punto de acuerdos y ahí murió…
Pero al mismo tiempo, oh paradoja, faltó persistencia, insistencia, lucha tenaz, protestas, manifestaciones, marchas, declaraciones a la prensa nacional e internacional, denuncias en organismos globales, el coraje social de la población organizada, denuncias de los Senadores y diputados federales y senadores y presiones por todos lados para que, en un frente común, firme, resistente, digno, el pillaje de los recursos públicos tantos federales como estatales fuera detenido…
ARRECIFES: ¡Ah!, y también falló la prensa escrita, hablada y digital, cuya obligación ética es, como dice el Eclesiastés, contar lo que se ve, lo que se sabe, lo que trasciende, y en todo caso, investigar y rastrear pistas hasta debajo de las piedras como decía don Julio Scherer García, el Francisco Zarco del siglo XX bautizado así por el escritor Carlos Fuentes Macías… El semanario Proceso, claro, lo denunció, pero al día siguiente la denuncia fue condenada al silencio… Nunca trascendió más allá, digamos, del madrazo periodístico… Y la prensa calló, porque ha denunciado el vocero de Yunes Linares, Elías Assad Danini, Javier Duarte canalizó trece mil millones de pesos en su casi sexenio para los medios de todo tipo, tanto estatales como nacionales… Y la prensa se estranguló ella solita en el silencio cómplice, además de que solía tirarle incienso a su paso y glorificarlo, a tal grado que “en la plenitud del pinche poder”, Duarte, gordito, panzón, ojos coléricos, voz tipluda, alardeaba que se había vuelto sexy para las barbies que tenía a su servicio…
PLAZOLETA: También falló el gabinete legal y ampliado de Duarte… Y el Órgano de Fiscalización Superior, ORFIS, Antonio Lorenzo Portilla, quien tantos halagos le tiraba… Y falló la Comisión de Vigilancia (¡Vaya vigilancia!) del Congreso local… Ningún secretario del gabinete legal, por ejemplo, detuvo la corrupción descarrilada de Duarte… Y ni modo que formando parte del círculo del poder lo ignorara… Y si lo ignoraba, caray, que pecado mortal imperdonable… Y si sabían y se silenciaron, primera hipótesis, para seguir en el cargo… Segunda hipótesis, para continuar “ordeñando la vaca”, pues ni modo miraran que por todos lados había goteras del presupuesto y ellos se abstuvieran…
PALMERAS: Desde luego, también fallaron las elites eclesiásticas de Veracruz, ahora tan prontas denunciando la inseguridad… Falló el arzobispo Hipólito Reyes Larios y fallaron los obispos… El sacerdote José Alejandro Solalinde, por ejemplo, denunciando en voz solitaria la desaparición forzada de migrantes de América Central y ninguna respuesta… Las ONG nacionales y globales de periodismo protestando el asesinato de uno y otro y otro hasta llegar a diecinueve reporteros y tres desaparecidos y ninguna respuesta… Lo peor entre lo peor: decenas, cientos de padres de familia denunciando la desaparición de sus hijos, hermanos, tíos, primos, etcétera, incluso con marchas, y ninguna respuesta… La atrocidad siguió, dueño Javier Duarte de su isla estatal llamada Veracruz, su reino, su imperio y su emporio, el Príncipe intocado e intocable… El duartismo, mejor dicho, el duartazgo, la peor generación política en la historia de Veracruz, y por añadidura, del país… Una generación de aliados, socios y cómplices… Y lo más gravo, soberbios y petulantes, llenos de desdén por la población de un Veracruz con 6 de los 8 millones de habitantes en la pobreza, la miseria y la jodidez…