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Duarte y Yunes continúan sorprendiendo a Veracruz; uno por codicia, otro por tosudez

El Piñero

 


Luis Velázquez Escenarios
13 de abril de 2018


UNO. Políticos asombrosos

Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes Linares continúan sorprendiendo a la población.
Duarte, por la codicia sin límites, y Yunes, por la tosudez para hacer justicia, en ningún momento, persecución política ni venganza.
Y estemos de acuerdo o desacuerdo con el estilo personal de ejercer el poder del gobernador Yunes, sorprende, indigna, encabrita, enardece, encorajina la ambición fuera de control de Duarte y Karime.
Por un lado, el saqueo desmedido. Y por el otro, la desaparición forzada de ciudadanos en la alianza de políticos, jefes policiacos, policías y narcos, a tal grado que ahora buscan cadáveres en el rancho “La cartuja”, propiedad de Arturo Bermúdez Zurita.
Por ejemplo:
El miércoles once, el Yunes azul (más de treinta años priista) reveló el penúltimo ajuste de cuentas. Expropió cuatro departamentos de lujo en el edificio Pelícano, sobre el bulevar Manuel Ávila Camacho, con vista al mar, en Boca del Río.
En uno, vivían Duarte y Karime.
En otros dos, familiares de Karime.
Y un cuarto, alquilado. Por ahora. Y que en el mes de junio será desocupado.
Duarte: residencias, mansiones, en Boca del Río, Xalapa, Fortín, el Estado de México, la Ciudad de México, Estados Unidos y España.
Más los que se ignora.
Se ignora, por ejemplo, si Karime Macías vivirá en un departamentito tamaño Infonavit, digamos rentado, en Londres, la ciudad, por cierto, más cara del mundo.
Y si a los ocho, o más, familiares que, se afirma, la acompañan para cicatrizar la soledad, también les estará alquilando (¿O habría comprado propiedades?) un departamento, una casita de campo, una mansión en el centro urbano.
Un día, un policía de un negocio particular estaba enojado. Enojadísimo.
–¿Por qué estás tan molesto? se le preguntó en la noche que vigilaba.
–Mira. El patrón tiene cuatro coches y yo no tengo ninguno. Y me paga salario miserable.
–Pero…
–Pero me contenta que el desgraciado sólo puede manejar un auto al mismo tiempo.
Impresiona, avasalla, impacta, la codicia sin límites de los Duarte.
Y más porque ninguna duda existe de que los cuatro departamentos de lujo frente a la bahía boqueña los compró con recursos oficiales.
Pero, bueno, “Dios castiga sin palo y sin cuarta”.
Y en Chihuahua, el ex gobernador César Duarte, fue absuelto.
Y en Italia, la justicia se opuso a extraditar a Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas, argumentando que en las cárceles mexicanas predomina la inseguridad.
Por fortuna, Duarte juega barajas con un chinito con quien se entiende con risitas nerviosas y señales, aunque, claro, “se está mordiendo uno y el otro” cada vez que Yunes Linares denuncia sus atropellos y tropelías.

DOS. Y Yunes va por más

Los priistas dirán que Yunes mantiene una feroz persecución política contra su antecesor y compañía.
¡Vaya falacia! ¡La corrupción fue incalculable, legendaria, mítica!
Y más porque todos los jefes fueron cómplices.
Desde SEFIPLAN y la Contraloría hasta el ORFIS y la Comisión de Vigilancia, además del gabinete legal y ampliado que para conservar el cargo y los privilegios aguantó vara, calló, se volvió cómplice, y sin ninguna duda, hasta “metió la mano al cajón”.
Dirán los priistas que Yunes inventa trastupijes.
Entonces, que Duarte y sus abogados lo demuestren.
Para eso hay, incluso, tribunales internacionales.
Los priistas dirán que unos duartistas están presos, pero otros como Érick Lagos, Jorge Carvallo, Édgar Spinoso, Alberto Silva, Adolfo Mota, Tarek Abdalá, etcétera, están libres.
Con calma, señores: también van por ellos.
Dirán los priistas que el tiempo electoral.
Cuidado: en el penal de Pacho Viejo hay más de 33 políticos, ex funcionarios públicos del sexenio anterior, presos y sujetos a proceso penal.
Los priistas dirán que “todos coludos o todos rabones” porque Karime Macías sigue libre.
El Yunes azul ya lo dijo. También va por ella.

Han, entonces, de recordar los priistas una circunstancia singular:
Si en el primer trimestre del año 2014, la Auditoría Superior de la Federación (Juan Manuel Portal) interpuso las primeras denuncias penales contra Javier Duarte por desvío de recursos y Enrique Peña Nieto fue omiso, ahora, cuando la yunicidad aportara las pruebas de corrupción, el presidente de la república autorizó el siguiente paso.
Por eso, en su oportunidad, fue indicativo y significativo que el presidente del CEN del PRI, Enrique Ochoa Reza declarara que Duarte era el ex gobernador más corrupto en la historia nacional, por encima de César Duarte, Tomás Yarrington, Eugenio Flores Hernández, Andrés Granier y Mario Villanueva, y que son palabras mayores.

TRES. 500 botellas de vino en su cava

El valor de cada uno de los departamentos embargados a Javier Duarte en el bulevar boqueño es superior a los diez millones de pesos.
Tal cual, el gobierno de Veracruz estaría en proceso de recuperar bienes por cincuenta o más millones de pesos.
Insólito: en su departamentito de lujo, Duarte tenía una cava, con valor aproximado de doce millones de pesos, para guardar 500 botellas de vino.
Se insiste: quinientas botellas de vino.
Para el consumo de Duarte y familia y sus invitados, claro.
Casi casi como cuando Agustín Lara organizaba cenas en su casa y a cada invitado lo esperaba en la puerta y le daba una botella de cognac para festinar la noche y la madrugada.
500 botellas de vino, sí, señor.
Todo, con cargo al erario, pues ni modo que tantos lujos los pagara de su bolsillo.
Y los secretarios de Finanzas y Planeación cubriendo todos los gastos.
Y todos callados, sumisos, obedientes, a las órdenes del señor.
Quizá alguna ocasión los habría invitado a su depa de lujo para ver cine en su cine particular.

CUATRO. Político obscenamente rico

En el otro lado de la cancha priista han dicho una y otra y otra ocasión que una cosita era Javier Duarte y compañía y otra el nuevo PRI.
Ajá.
Ninguna duda hay si “el beneficio de la duda” ha de otorgarse.
Pero tampoco ninguna duda de que las tropelías han de pagarse, pues la población espera justicia, simple y llanamente justicia, más allá de cualquier momento electoral.
Insólito: en el rancho Las mesas, en el Valle de Bravo, la mansión con diez suites, una casa mirador, dos instalaciones para tienda de toros, hospital y alberca exclusiva para los caballitos de Karime Macías.
Su valor: doscientos millones de pesos.
Rancho El faunito, de Fortín de las Flores: gran residencia, capilla especial para escuchar misa y purificarse, instalaciones deportivas, canchas de fútbol y tenis.
Tlacotalpan: mansión de Duarte a la orilla del río Papaloapan.
El avión Learjet 45, utilizado por Karime Macías para viajar a la Ciudad de México a darse manicure y pedicure en salón de belleza de Polanco.
Un despacho de abogados de Estados Unidos rastrea bienes y cuentas bancarias de los Duarte en el país vecino y en Europa.
Más lo que se ignora.
Más, claro, el peor atropello a la dignidad humana como la desaparición forzada.
El infierno: la barranca de “La aurora”, en Emiliano Zapata, donde tiraban los cadáveres para alimento de los zopilotes, algunos de los cuales, dicen los vecinos, quedaban atrapados en los árboles.
Todo, en menos de un sexenio.
El gobernador de 40 días, Flavino Ríos Alvarado, lo describió así:
“Era mi amigo, pero a todos nos engañó”.
Falso.
Todos callaron. Lo sabían. Lo oyeron en el pasillo. Y se lo guardaron.
Y de acuerdo con la Ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos, se volvieron cómplices.
Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes continúan sorprendiendo cuando creíamos que la capacidad de asombro estaba agotada.

 

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