En el mes de mayo de hace dos años, Eduardo llegó desde Galicia porque el ganadero que lo explotaba, lo abandonó junto a otros terneros y vacas dentro de una nave, atados por los cuernos, sin agua ni comida.
Las imágenes que hay de él en la nave son terroríficas, donde las heces le llegaban hasta la barriga, y no podía ni tumbarse. Junto a él llegaron al Santuario 7 vacas, una ternerita y su gran amigo Fermín del que nunca se separa.
Ahora es un toro feliz, gracias a la ayuda de todos vosotros.
VÍDEO DE SU HISTORIA: https://youtu.be/muoTvH3JF78
Necesitamos padrinos, madrinas y socios-colaboradores que nos ayuden a cubrir los gastos de cada uno de los habitantes del Santuario, porque solo así podemos decir que sí a otros casos que nos lleguen de animales que necesitan ayuda: