* La consulta popular para definir el destino del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) supuso la última gran turbulencia que afronta la polémica construcción de la terminal aérea en Texcoco, el proyecto magno del Presidente saliente Enrique Peña Nieto.
Las opciones eran: continuar la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco, a 32 kilómetros de la capital mexicana, o cancelarla y, en su lugar, construir dos pistas en la base militar de Santa Lucía, a unos 45 kilómetros de la Ciudad de México, además de utilizar como alternativa el aeropuerto de Toluca, a 60 kilómetros de la capital.
La opción ganadora fue Santa Lucía, según los resultados de la consulta ciudadana realizada del jueves 25 al domingo 28 de octubre en 538 municipios del país.
Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo).– Con una participación de más de 1 millón de mexicanos, la opción ganadora de la consulta ciudadana para definir el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) fue Santa Lucía, informó esta noche la Fundación Rosenblueth y el equipo del Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
El presidente de la Fundación Rosenblueth, Enrique Calderón Alzati, quien estuvo a cargo de la implementación de la Consulta Nacional sobre el Nuevo Aeropuerto, detalló que el 29 por ciento votó por Texcoco y 69.95 por ciento por Santa Lucía.
“La participación rebasó cualquier cálculo. Queremos dar un reconocimiento a la participación y en segundo lugar a los medios de comunicación que han dado cobertura a la consulta a lo largo de estos cuatro días”, dijo Jesús Ramírez, Vocero de Andrés Manuel López Obrador, Presidente electo.
La consulta, que fue criticada por las fallas en la aplicación que registraba los datos de los participantes y que provocó que se pudiera votar más de una vez, se realizó del jueves 25 al domingo 28 de octubre en 538 municipios del país.
Esta consulta popular supuso la última gran turbulencia que afronta la polémica construcción de la terminal aérea en Texcoco, el proyecto magno del Presidente saliente Enrique Peña Nieto.
Las opciones eran: continuar la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco, a 32 kilómetros de la capital mexicana, o cancelarla y, en su lugar, construir dos pistas en la base militar de Santa Lucía, a unos 45 kilómetros de la Ciudad de México, además de utilizar como alternativa el aeropuerto de Toluca, a 60 kilómetros de la capital.
La iniciativa privada aumentó su nerviosismo, incertidumbre y presión ante la consulta ciudadana. En la última semana advirtieron que en caso de que se cancelaran las obras del NAIM en Texoco la confianza empresarial en el país podría disminuir al no contar con certidumbre en las inversiones y proyectos de infraestructura.
Algunos temían que por la consulta ciudadana el tipo de cambio se desplomaría, pero el jueves y viernes la moneda mexicana registró ganancias. El Banco de México informó que el dólar interbancario cerró la semana en 19.4295 unidades, mientras que en bancos, el billete verde se ubicó en 18.85 pesos.
LA OPCIÓN DE TEXCOCO
El proyecto del Nuevo Aeropuerto que se desarrolla en Texcoco, Estado de México, ha presentado varias irregularidades, tan solo en 2015 la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reportó anomalías por 835 millones 584 mil pesos en esta obra.
De acuerdo con la información que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) entregó al próximo Secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú, el NAIM elevó su precio original 77.5 por ciento, pero sólo hacen falta 88 mil millones de pesos.
Desde un inicio, la SCT explicó que el financiamiento de la obra se haría bajo un esquema mixto: público y privado. De los 169 mil millones de pesos, 98 mil millones serían financiados por los “Recursos fiscales multianuales” y 71 mil millones provendrían de “Créditos Bancarios” y “Emisiones de Bonos”.
De acuerdo con el Monto Estimado de Inversión y el Plan Financiero del GACM, el proyecto fue redimensionado en su capacidad y por la demanda prevista que no se contempló en el Pre Plan Maestro elaborado en 2014 por Norman Foster, que se realizó con un tipo de cambio de 12.7 pesos por dólar, un precio de barril de petróleo ubicado en 81 pesos –en 2018 pasó a 46 dólares– y sin retroalimentación de aerolíneas, agencias de gobierno y “otros grupos de interés”.
En el Plan Maestro de 2018, ya se contemplan todas esas condiciones y ubica un precio de 285 mil millones de pesos, con recursos comprometidos por 197 mil millones de pesos fondeados por el Presupuesto de Egresos de la Federación, la Fibra E, la línea de Crédito de Banobras y la Deuda TUA. Eso es el 70 por ciento de los recursos fondeados.
En cuanto al impacto ambiental, de acuerdo con investigadores de la Universidad Autónoma de Chapingo el ex Lago de Texcoco es un sitio inviable para la construcción del aeropuerto y constituye un ecocidio que terminará por destruir la naturaleza de la cuenca del Valle de México.
SANTA LUCÍA, LA PROPUESTA DE AMLO
Mitre publicó un documento en el que analizó el plan de la próxima administración y concluye que la ampliación de la base de Santa Lucía y su operación simultánea con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) generaría riesgos para el tráfico aéreo y retrasos en ambas instalaciones por la interferencia de rutas.
El informe fue entregado el 15 de agosto a las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y presenta imágenes satelitales en las que señala un área de interferencia en las zonas de San Mateo, en el Estado de México, por lo que advierte que si se dan operaciones simultáneas podría haber accidentes.
De acuerdo con el Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados para la Aviación la propuesta de AMLO es “contundentemente inviable desde el punto de vista aeronáutico”.
Por su parte, el IMCO indicó que la propuesta del nuevo aeropuerto es un proyecto improvisado ya que durante la administración de Vicente Fox se sostuvo la misma discusión y se presentó un proyecto alterno que podría desarrollarse en Tizayuca, pero Santa Lucía no había figurado hasta hoy.