Luis Velázquez | Malecón del Paseo
EMBARCADERO: La película “El baile de los 41” del cineasta David Pablos está en Netflix… Cuenta la historia de igual número de homosexuales en el tiempo de Porfirio Díaz Mori, uno de ellos, su yerno, Ignacio de la Torre, casado con la única hija del primer matrimonio… El filme es descarnado con escenas sexuales implícitas y descarnadas entre hombres… El 17 de noviembre de 1901 organizaron su baile anual… En la madrugada, la policía al frente del sobrino del dictador, Félix Díaz, les cayó, y todos a la cárcel…
ROMPEOLAS: Al día siguiente, a barrer las calles y avenidas de la Ciudad de México, digamos, como un escarmiento… Luego, enviados a los campos henequeneros de Yucatán, donde los latifundistas de la época tenían a los trabajadores, indígenas y campesinos, en las peores condiciones de vida y por lo regular, morían… En realidad, eran 42 los gays en aquella orgía… Pero cuando el jefe policiaco entregó la lista a Porfirio Díaz, el dictador le reviró de la siguiente manera… “Aquí solo cuento 41”… Era la orden para que liberaran a su yerno y lo llevaran derecho, derechito a su casa, sin mayor escándalo…
ARRECIFES: En aquel grupo pertenecían tanto políticos porfiristas, jóvenes y viejos, como hijos de ricos y riquillos… Todos, en el desenfreno sexual, que satisfacían sus ansias eróticas en las mismas oficinas del Palacio Nacional… El gran protector era el yerno del dictador… Incluso, abría las puertas del escalafón burocrático a todos ellos… Más, mucho más, cuando el yerno soñaba con la gubernatura del estado de México y que nunca el dictador le concesionó… Incluso, por aquí casó con su hija como regalo de bodas lo encumbró como diputado federal, pero Porfirio Díaz se lo advirtió con claridad estrujante… “El que da… quita”…
ESCOLLERAS: “Los 42” tenían un ritual religioso para admitir a nuevos miembros y a quienes sometían a la sevicia sexual colectiva… Y luego, les ofrecían una cena… También tenían un bar gay, con recámaras para el festín corpóreo… Y entre ellos se intercambiaban… Muchos eran bisexuales y condenaban a las esposas a una vida aburrida y monótona… Pero dadas las costumbres de la época, ni modo, aguantaban vara… La hija del dictador todo perdonó a su maridito… Y, claro, abogaba ante su padre, don Porfirio… Es más, y para reorientarlo por el camino del bien, le puso una guardia de tres policías y vigilarlo día y noche…
PLAZOLETA: Los gays llamaban a Ignacio de la Torre “El yerno de la nación”… Y el yerno llegó a sentirse tan poderoso que empezó a conspirar, háganos favor, para tumbar al suegro… Pero Porfirio Díaz fue informado y lo llamó a cuentas… Y le dijo: “No te confundas”… Y la hija intervino
para evitar su muerte… Incluso, cuando ella descubre las cartas de los amantes de su esposito las quema para evitar llegaran al padre…
PALMERAS: La relación gay en la política es tan vieja como la historia de la humanidad… Por ejemplo, los Césares romanos tenían sus efebos, chamaquitos de 17 años, como el caso, el más famoso, de Adriano, el emperador que en una gira conoce a un chico, Antínoo, y lo deslumbra y se lo lleva al palacio… Y Adriano enloquece tanto que envía a su esposa al otro extremo del reino para entregarse a su amor encendido y fogoso… Incluso, Adriano tenía un chamaquito en turno y lo abandonó por la nueva adquisición…