- Repaso a una vida pública
Luis Velázquez/Parte Uno/ Barandal
Veracruz.- ESCALERAS: El mechón negro de Joaquín Guzmán Avilés en la cabeza, rodeada de blancos, se parece al famoso mechón pintado de Miguel Aceves Mejía, el chaparrito de oro en las películas de blanco y negro.
–¿Se lo pinta, candidato (al CDE del PAN)?
–¡No! Solito apareció y ahí sigue.
–Hasta ensortijado está.
–Sí, solito.
–Parece una mancha en su cabeza y en ningún momento por Pepe Mancha.
–Ja, ja, ja, sonríen Enrique Cambranis y Germán Yescas.
“El chapito” anda en campaña. Renunció a la secretaría de Desarrollo Agropecuaria desde donde interpuso denuncia penal contra su antecesor, el médico Ramón Ferrari Pardiño, por mil 400 millones de pesos en la Fiscalía.
–¿Es usted cacique de Tantoyuca?
–No, no, no. Sirvo a Tantoyuca.
–Cacique, entonces, ¿Ricardo García Guzmán en Pánuco?
–Sí, él es cacique. Él sí.
–Pero usted impuso a un hermano de diputado federal y a la hermana de diputada federal. Y a otro hermano de presidente municipal.
–No. Mi hermano fue candidato uni al Congreso de la Unión y ganó. Mi hermana fue elegida en una elección interna. Y mi otro hermano fue elegido alcalde en las urnas.
PASAMANOS: –¿A cuánto asciende su fortuna?
–5 pesos.
–¿5 pesos? No vacile, candidato. Ha de tener su declaración patrimonial.
–Y también la 3 de 3. Y están en la Contraloría.
–Miguel Ángel Yunes Linares dice, repitiendo a Rafael Hernández Ochoa, que hay caciques buenos y malos. Usted será cacique bueno.
–No soy cacique.
–Pero tantos hermanos en la política.
–Somos diecisiete hermanos. Y todos nos llevamos bien. Y sólo cinco se dedican a la política. Y con ocho hermanos formamos una empresa. Y todos estamos unidos. Y nos da para vivir. Y vivimos bien.
–Pero en el pueblo se dice que usted es cacique.
–Nosotros apoyamos a la gente. Y sin ningún interés. Yo vivo en Xalapa y por Facebook la gente de Tantoyuca me bendice. Siempre estamos pendiente de la gente. La gente me habla. Me pide apoyo para un niño enfermo. Incluso, hasta mi opinión para una hija casadera en un pueblo con 150 mil habitantes y quinientas comunidades.
CORREDORES: Miguel Alemán Velasco gobernaba Veracruz y ejercía el poder. Entonces, se vino la elección de alcaldes. Y en Tantoyuca, Joaquín Guzmán se lanzó.
Y considerando que “El chapito” había sido priista, Miguel Alemán enfureció. Y lo persiguió. Sus operadores fueron Alejandro Montano Guzmán, secretario de Seguridad Pública, y el Procurador Pericles Namorado Urrutia.
Lo acusaron de un presunto desvío de 2 millones de pesos en su primera vez como presidente municipal. El Órgano de Fiscalización Superior, ORFIS, de René Mariani Ochoa, se prestó a la jugada.
Lo defendió el panista Antonio Lozano Gracia. Y, de entrada, en su primera cita, Diego Fernández de Ceballos, socio de Lozano Gracia, le preguntó:
–¿Te lo comiste?
Respuesta:
–Si me lo hubiera comido… no estaría aquí pidiendo su defensa.
Miguel Alemán se endureció. Lo persiguió más. Fue Guzmán Avilés el gran perseguido político de aquel sexenio, luego de Rafael Hernández Villalpando.
Incluso, hasta se volvió, digamos, un prófugo de la justicia. Huyó a Estados Unidos. Seis meses permaneció en el otro lado.
Entonces llegó el momento de la campaña electoral edilicia y la esposa de Joaquín Guzmán fue su operadora.
Desde el otro lado del mundo, “El chapito” filmó un video y su esposa lo transmitió por televisión de pueblo en pueblo, de comunidad de comunidad, de ranchería en ranchería.
Y con todo ganó la elección.
RODAPIÉ: Antes había sido priista. Secretario General del PRI municipal con Clara Luz Pinete Vargas, la fallida candidata a senadora de la república el 1 de julio, ex diputada federal.
“Me salí del PRI. Yo no quería conflictos. Me separé. Me fui a los negocios. Mi padre heredó a cada uno de sus 17 hijos con un rancho y ganado. Y me metí de lleno al rancho”.
Desde entonces lleva 25 años ininterrumpidos como panista. Y sueña con el PAN de Manuel Gómez Morín, el fundador.
En la lucha panista en Veracruz, cuando el partido azul eran apenas, apenitas, unos cuantos que cabían en un volcho, fue contemporáneo, entre otros, del filósofo César Leal Angulo y del constructor Alfonso Gutiérrez de Velasco, el mismito que de candidato azul a gobernador declinara a favor del priista Miguel Alemán Velasco, el mismito que luego persiguió a “El chapito”.
Sólo dos años fue priista. Y dos años bastaron para su desencanto partidista.
Uno, el PRI y los priistas siempre ganan con trampas. Dos, siempre ganan con fraudes. Tres, las elites priistas quieren una militancia sumisa y supeditada al jefe. Y cuatro, en el PRI rige la ley del dedazo.
BALAUSTRES: Anduvo Joaquín Guzmán en el puerto jarocho. Reuniones en corto con la militancia. Pocos, poquitos votos le hacen falta para ganar. Son veintitrés mil militantes quienes votarán y él tiene, tan sólo en Tantoyuca, cuatro mil diez.
Camina con una reducida comitiva. En el distrito, por ejemplo, con Germán Yescas, el subsecretario de Desarrollo Agropecuario que fue, y el ex presidente del CDE del PAN y ex diputado federal y diputado local electo, Enrique Cambranis.
Y su esposa.
Su esposa que en el Alemanismo se lanzó “al mar proceloso de la política” haciendo campaña con un video y una televisión de pueblo en pueblo.
Tiempo cuando todos los días tenía una patrulla con policías enfrente de su casa que la seguían cada vez, cada mañana, cuando salía en gira electoral.
Y ni así se amedrentaba ni doblaba la señora.