La propagación del nuevo coronavirus ha tenido un profundo impacto en la economía global en un espacio de tiempo increíblemente corto. ¿Cuánto tardará la economía mundial en recuperarse?
Parece que fue ayer cuando los economistas, políticos, analistas y periodistas hablaban de cosas como el “brexit” y el conflicto comercial entre Estados Unidos y China como dagas potencialmente letales en la garganta de la economía mundial. Esas preocupaciones parecen ahora casi pintorescas.
Cuando las autoridades sanitarias de Wuhan informaron sobre casos de neumonía por causa desconocida el 31 de diciembre de 2019, entonces era imposible predecir la carnicería que causaría el coronavirus a la economía global tres meses después. Los mercados bursátiles mundiales se han desplomado alrededor de un 30% desde el comienzo de año en la mayoría de los países ricos del mundo.
El impacto no solo ha sido grave en las potencias industriales, sino también en Irlanda, por ejemplo, una economía abierta con una base manufacturera baja, especialmente vulnerable. A principios de enero, tenía una tasa de desempleo del 4,8%, la más baja en 13 años. A fines de marzo, se estima que aumentó en un 17%
¿Peor que la crisis de 2008?
Si bien los continuos confinamientos y cierres y la incertidumbre podrían empeorar mucho, ¿ya ha sucedido lo suficiente como para que se produzca una recesión global? Sin duda, aunque tendremos que esperar un poco más hasta que los datos económicos oficiales del primer trimestre lo confirmen más adelante. La pregunta es si se traducirá en una gran recesión y superará la crisis financiera de 2008.
“Si nos fijamos en la proporción de la economía mundial, que se ve ahora afectada por los cierres, es probable que sea alrededor del 50% del PIB mundial y que, en realidad, no incluye a China, porque ahora está en gran parte fuera de los cierres”, afirma Ben May, economista global de Oxford Economics.
¿Se puede evitar una crisis financiera?
No hace falta ser un genio para darse cuenta del impacto económico que tendrán a corto plazo los cierres y las diversas restricciones de distanciamiento social, introducidos por los gobiernos de todo el mundo. Los datos de China muestran al planeta lo que le espera económicamente.
Cuanto más duraderos sean los cierres, más daño habrá. Y nadie sabe exactamente de cuánto tiempo se trata. “Cualquiera que diga que sabe cuánto durarán los bloqueos, claramente lo desconoce”, dice May.
Uno de los principales riesgos de los cierres prolongados es que la crisis se convierta en una crisis financiera. May cree que es poco probable, en parte debido a la acción decisiva y rápida que han tomado los gobiernos y los bancos centrales de todo el mundo, al proporcionar garantías de préstamos, liquidez adicional, un acceso más fácil al crédito para las empresas, así como pagos y otras medidas para apoyar a empresas y particulares.
Los bancos, que fueron los más afectados por la crisis financiera de 2008, ahora son vistos irónicamente como salvadores potenciales. Los gobiernos les piden ahora que sirvan como “mecanismo de transmisión” para asegurarse de que el dinero llegue a las empresas y consumidores para mantenerlos a flote hasta que las cosas mejoren.
Acabar con los cierrres
Eso nos lleva de vuelta a la cuestión de los cierres y cuánto durarán. May es razonablemente optimista. Cree que terminarán antes de lo que muchos esperan, señalando nuevamente a China.
“El impacto máximo de los bloqueos en China fue enorme”, dice. “Pero a medida que esos bloqueos han terminado o al menos se han relajado, hemos visto una convergencia hacia lo que podría considerarse niveles más normales de actividad”. Él cree que a medida que la pandemia se vaya controlando gradualmente en varios países, las restricciones se levantarán gradualmente, lo que les dará la oportunidad de volver lentamente a la normalidad.
¿Un mundo más pequeño?
Muchos creen que tras el coronavirus habrá una recuperación económica. Aunque nadie puede decir aún cuándo y a qué precio, ni siquiera los principales virólogos del mundo. Sin embargo, también hay otra visión, un poco más sombría, de cómo se verá el orden económico mundial una vez que la crisis haya pasado, según May.
Él dice que existe la posibilidad de que si la crisis actual pasa, los encargados de hacer política dejen de apostar por estrategias arriesgadas, pero para también cabría la posibilidad de que los países adopten un comportamiento más proteccionista aún, como resultado de algunos de los problemas planteados por la pandemia.