PIÑATAZO
En México y nuestro estado la educación pública en vez de mejorar para beneficio de los estudiantes, va en picada cada sexenio. Parte de esta problemática la encabeza, al menos en Oaxaca, el Magisterio de la Sección 22 y el Gobierno, ante una desorganización educativa, sin consenso ni adecuados planes de estudios, pocos maestros con vocación, y escasos y mal aplicados presupuestos. Para muestra podría bastar una comparación con el sistema educativo del país del norte europeo, Finlandia, uno de los mejores en el mundo.
Mientras en Oaxaca menores de nivel primaria y secundaria, pasan más de seis horas en un aula escolar, en escuelas de Finlandia los estudiantes pasan máximo seis horas en la escuela, dependiendo del grado que cursen y si tienen materias como arte, gimnasia, u otras materias especiales como carpintería o economía doméstica, esta última de suma importancia durante su desarrollo educativo.
En las escuelas finlandesas las aulas son muy grandes para que los estudiantes puedan moverse durante las clases ya que la educación se basa en la denominada “escuela en movimiento”, en sus modernas instalaciones, hay lockers, bebederos de distintas alturas para los alumnos, y numerosos lavaderos de manos, además los baños son extremadamente limpios.
Desafortunadamente, las instalaciones educativas públicas en Oaxaca, son evidentemente precarias y muchas carecen de lo esencial, agua potable. La infraestructura se da a cuenta gotas por parte de los gobiernos. En tanto, los comedores o cooperativas se vuelcan en disputas para ser beneficiarios.
Los estudiantes en Finlandia reciben 90 minutos de clases dinámicas para una misma materia, con descansos largos de 30 minutos. Hay poca tarea para que realicen en casa. Así mismo destaca que las escuelas cuentan con almuerzos sanos y gratuitos para todes los estudiantes. Así priva la igualdad educativa.
En Oaxaca, se otorgan 50 minutos de clases por cada materia, con un solo descanso de 20 minutos a media hora. Hay castigo o “reportes” si los estudiantes se paran de sus asientos, se tardan en ir al baño o no realizan las innumerables tareas que les envían sus maestros para realizar en casa. Los comedores venden todos los alimentos y en su mayoría ofrecen productos procesados de conocidas marcas.
Otra cuestión aparte son los docentes. La profesión de maestro en Finlandia es bastante respetada. Los profesores necesitan ser profesionistas para impartir clases. Ellos tienen máximo 24 horas a la semana de clases. Por la mañana dan clases y por la tarde planifican, realizan reuniones con otros docentes y establecen proyectos. Además, reciben sueldos adecuados a su quehacer.
Finalmente, en nuestro país, donde son más importantes los acuerdos políticos como moneda de cambio para satisfacer intereses de líderes, no cabe la preocupación y demanda sensata para cumplir acciones que beneficien al alumnado. Solo por ejemplificar un tema, los desayunos escolares saludables para todes estudiantes.