Luis Velázquez | Expediente 2021
11 de mayo de 2021
Creyó la 4T en Veracruz que a partir del primero de diciembre del año 2018 vivirá un idilio sexenal con la población.
Se basaba, primero, en los treinta millones de votos obtenidos por López Obrador en las urnas.
Y segundo, porque la fuerza obradorista alcanzó en Veracruz para derrotar al PAN y al PRI, partido que enviara al tercer lugar.
Entonces, y como en el arca de Noé, soñaron con vientos favorables durante los próximos seis años.
Pero, caray, pronto, digamos, antes de que el gallito cantara tres veces, sobrevino el desencanto.
Por ejemplo, los seis años que soñaban en paz se convirtieron en el peor infierno del país.
Veracruz, primer lugar nacional en feminicidios.
Primer lugar nacional en secuestros.
Primer lugar nacional en extorsiones.
El tiradero de cadáveres y el olor a sangre en cada rincón municipal.
Veracruz, oliendo a pólvora, cierto, como antes, pero al mismo tiempo, terrible, grave, desastroso… luego de tantas expectativas levantadas.
Al unísono, el resbaladero de los principios y valores.
Todo aquello contra lo que había luchado AMLO durante dieciocho años tirado al precipicio.
El nepotismo, el tráfico de influencias y el conflicto de intereses.
El Dedazo y Autodedazo, en su más alto decibel.
Los cargos públicos para los hijos, las esposas, los tíos, los primos, las madres y los padres y hasta para las barbies, igual, igualito que sus antecesores.
La asignación de obra pública por dedazo.
Además, concesionada a compañías constructoras foráneas, sin duda, acatando órdenes superiores, los mismos compromisos que en su momento tuvieron los priistas y los panistas y los perredistas.
Lo peor de todo fue, es, ha sido, un Veracruz en medio de las tinieblas con una lucha feroz y atroz de los carteles y cartelitos luchando por la jugosa plaza jarocha y que data de casi treinta años.
Y de ñapa, Veracruz, el peor paso del país para los migrantes de América Central, procedentes de Honduras, San Salvador y Guatemala.
Más todavía: a cada ratito, y con el argumento y pretexto de que los antecesores heredaron un estercolero en las finanzas públicas, más y más créditos bancarios, pagados hasta dentro de treinta años.
La luna de miel duró poco, demasiado poco, y se transfiguró en un divorcio. Cada vez, los ciudadanos de a pie, desencantados de la 4T en Veracruz con todo y que “El preciso” declara que el góber jarocho es su orgullo y levantara la mano y vitoreara y declarara el más honesto y leal del Golfo de México.
EN EL AIRE LA MONEDA ELECTORAL
Por todos lados se escucha la molestia y la irritación social.
Y por eso mismo, la expectativa para el 6 de junio, fecha de la elección de los presidentes municipales y diputados locales y federales.
Alrededor de un solo eje rector, un solo vaso comunicante, una premisa universal, la siguiente:
¿El descontento social se traducirá en votos en contra de MORENA y sus candidatos a los cargos de elección popular?
De ser así, ¿alcanzarán los votos en contra para tumbarlos del poder público?
¿O se tratará de una simple falacia donde los ciudadanos de a pie sufragarán en favor de MORENA?
De entrada, ¿los ni-nis, los abuelos, las madres solteras, etcétera, que reciben un apoyo bimensual con los programas de Bienestar Social… votarán, agradecidos, por MORENA y sus candidatos?
¿O votarán en contra, a tono con aquella frasecita bíblica de “toma la despensa, pero vota en contra?
Sabrá el chamán las respuestas.
Sabrán las casas encuestadoras la tendencia.
Sabrán las encuestas oficiales y las encuestas partidistas la posibilidad.
Algunos dirán misa, como por ejemplo, antes de su excomunión de la bancada de MORENA en el Congreso federal, Porfirio Muñoz Ledo, ex de todo menos de presidente de la república, aseguraba
que MORENA duraría dieciocho años en el poder presidencial, y por añadidura, gobernando en el resto de la nación.
FRÁGIL OPOSICIÓN
La oposición en Veracruz pareciera estar viviendo en gerundio, digamos, planeando lo que acaso quisieran hacer.
Por ejemplo, luego del trío de políticos presos que presos políticos fueron declarados, solo quedaría una gran sublevación de norte a sur y de este a oeste, ya en cada cabecera municipal, ya viajando todos a Xalapa para un plantón descomunal en la avenida principal, frente a palacio.
El desfile de los diputados locales y federales en la tribuna parlamentaria documentando el desencanto social en Veracruz con la 4T.
Incluso, el trío de políticos presos declarándose en huelga de hambre.
Ruedas de prensa, más que en alguna ciudad de Veracruz y que poco o nada significan, más que el alboroto mediático local, en los medios de la ciudad de México y hasta con los corresponsales extranjeros.
Las denuncias de las violaciones a los derechos humanos en los tribunales internacionales.
Incluso, y como en el cuento de Gabriel García Márquez, la distribución de volantes documentando las irregularidades y las pifias de la 4T arrojados por debajo de la puerta principal de la casa en el transcurso de las noches.
La oposición, sin embargo, cree que con una ruedita de prensa un día a cargo del CDE del PAN, y al otro día del PRD y al día siguiente del PRI, como en cascada, harán mella, tanto en la población electoral como en el gobierno de Veracruz.
Una oposición tibia, a la que todavía falta mucho tomar conciencia de su realidad.
Y en tales circunstancias, ojalá que mañana y como dice el viejito del pueblo (que así lo dice y sin que suene a machismo), “no vayan a llorar como mujeres lo que no pudieron defender como hombres”.
La imaginación política y social está lejos, demasiado lejos, de tomar el poder en Veracruz.
