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El desencanto: primer semestre de Cuitláhuac

El Piñero

•Sin obra pública, mucho menos obra pública relevante, parálisis gubernamental, descoordinación con el gobierno federal, sin estrategia para combatir la violencia, así lo describen académicos del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana 
•Ninguna política estratégica para rescatar a la población del estancamiento económico: doctor en Historia, Víctor Manuel Andrade Guevara, doctor en Historia y Estudios Regionales de la UV 
•El gobierno federal por un lado y el gobierno de Cuitláhuac por otro: Leopoldo Alafita Méndez, doctor en Historia 
•AMLO, el salvavidas de su gobernador de MORENA en la tierra jarocha, el paraíso perdido, más hundido que nunca 
Eirinet Gómez blog.expediente.mx
 Para El Piñero de la Cuenca

Veracruz.- Sin obra pública relevante, en medio de una parálisis gubernamental, descoordinado del Gobierno Federal, y sin una estrategia puntual para combatir la violencia, el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez está por cumplir seis meses en el poder.

Así lo describieron dos académicos del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana (IIHS-UV) consultados por BlogExpediente, para que hicieran un balance del gobierno estatal de la Cuarta Transformación.

Víctor Manuel Andrade Guevara, doctor en Historia y Estudios Regionales de la UV, consideró que durante el primer semestre de la administración morenista prevaleció un “rumbo incierto”.

“No se advierten cuáles son las políticas estratégicas para sacar a Veracruz del estancamiento económico”, planteó.

Y explicó que en el Plan Veracruzano de Desarrollo que se envió al Congreso, prevalecen las generalidades, no hay un diagnóstico preciso de las problemáticas ni se identifican las variables sobre las que hay que intervenir.

“En materia de seguridad dice que tiene que ver con el escaso desarrollo económico, la pobreza… pero esas son generalidades, el diagnóstico debe ser más fino”.

En entrevista por separado, Leopoldo Alafita Méndez, doctor en Historia por la Universidad del País Vasco, advirtió que un rasgo característico del primer semestre de la 4T en Veracruz es la descoordinación que prevalece con el gobierno federal.

“Pareciera que fueran dos administraciones políticas que no correspondieran a la misma plataforma”, dijo.

A continuación se enlistan las observaciones que hicieron los académicos:

SEGURIDAD

En cuanto a seguridad, Andrade Guevara dijo que el gobierno de García Jiménez se ha distinguido por una política de seguridad pública reactiva a los hechos delictivos, y de ninguna manera preventiva.

“El problema de la Guardia Nacional y los cuerpos estatales de Seguridad Pública es que reaccionan a los eventos de violencia. Ocurre alguna masacre, y entonces reaccionan.

“Lo que necesitamos son acciones preventivas y desmantelamientos de esos grupos de la delincuencia organizada, si es que son ellos los que generan la violencia”.

También, dijo el maestro en Administración Pública por el IPN, ha hecho falta “un  trabajo de inteligencia que permita saber quiénes son los generadores de violencia, deshacerse de su armamento, y desmontarlos económicamente”.

Víctor Andrade, lamentó que además de una estrategia de combate a la inseguridad insuficiente, los funcionarios estatales estén “entrampados” en un discurso que pretende responsabilizar al Fiscal Estatal de la incidencia delictiva que prevalece en la entidad.

“Sí, es cierto que hay un déficit en la procuración de justicia, claro que hay un déficit, pero esa no es la única causa de la violencia”, punteó.

GABINETE DESARTICULADO

Durante el primer semestre del gobierno morenista, Víctor Andrade observó que

García Jiménez tiene un gabinete desarticulado y prácticamente paralizado.

Y enumeró algunos indicadores: Salud tiene problemas con el abasto de medicamentos; la Secretaría de Infraestructura no tiene ninguna obra de relevancia en puerta; en Turismo, de lo único que se habla es del Salsa Fest. El resto de las Secretarías no figura en el ideario colectivo.

“Salvo algunos casos, como la directora del IPE, no se me ocurre algún otro funcionario que esté desarrollando actividades destacadas. En todas las áreas se advierte cierta parálisis”.

AMLO COMO SALVAVIDAS

Andrade Guevara y Alafita Méndez reconocen que entre Cuitláhuac García y el presidente Andrés Manuel López Obrador existe una buena relación. Pero advierten, que al menos en estos primeros seis meses, esta relación amical no se ha traducido en beneficios para los veracruzanos.

“Ante sucesos difíciles en materia de seguridad, el presidente López Obrador ha venido a indicar algunas acciones, ha salvado al ejecutivo, pero nada más”, apreció, Alafita Méndez.

Dijo que si bien López Obrador ordenó un despliegue de la Guardia Nacional en el sur de Veracruz, la medida tiene sus limitaciones, ya que “opera en la ilegalidad, porque todavía no termina de constituirse la legislación secundaria”.

Andrade Guevara, por su cuenta, consideró que si bien en el pasado una buena relación con el presidente significa mayores recursos, la estrategia de gasto del Gobierno Federal en funciones no parecen dar mucho margen a recibir un trato preferencial.

“El Gobierno Federal está desmantelando los aparatos de instituciones con tal de tener recursos a los programas sociales-clientelares, y aquí el dilema es que repartes  recursos a costa de no crear infraestructura, reducir salarios, recortando personal”.

DESCORDINACIÓN DEL GOBIERNO FEDERAL

Alafita Méndez apreció que a diferencia de Andrés Manuel López Obrador que ha  roto con la forma tradicional de hacer política, en Veracruz no se observa rompimiento con la forma de ejercer el poder de gobiernos del PRI y del PAN.

Dijo que este gobierno morenista veracruzano, “pareciera una continuidad de los gobiernos anteriores, no se mira rompiendo con una sociedad del viejo régimen, no se mira creando nuevas formas de hacer política”.

Lo que observamos, insistió, “es que los sectores que tradicionalmente venían ejerciendo el poder en el estado, no solo no han sido tocados, sino que han sido retroalimentados”.

El académico señaló que salvo con gobiernos emanados del PRI, en Xalapa y otros municipios de Veracruz,  nunca había coincidido que el gobierno municipal, estatal y federal fueran del mismo partido, hasta los comicios pasados que ganó MORENA.

“Y a pesar de eso no hay una coherencia plena entre las acciones del Gobierno Federal y las acciones de la administración estatal. Cuál es la razón, no sé. Pero pareciera que fueran dos administraciones políticas que no correspondieran a la misma plataforma”.

SIN COMBATE A LA CORRUPCIÓN

Mientras a nivel federal el combate a la corrupción atraviesa todas las acciones de gobierno, Leopoldo Alafita advierte que en “Veracruz no se mira, ni se menciona ni se hace nada, y eso que aquí, corruptos hay para botar para arriba”.

Señaló que no hay una sola acción del gobierno de Cuitláhuac García que nos diga que están actuando contra la corrupción, “lo que prevalece son puros señalamientos de que… y el gobierno anterior hizo, y el anterior también, pero no hay acciones”.

FALTA IMAGINACIÓN

Veracruz tiene 212 municipios, 750 kilómetros de costa, es paso de migrantes, corredor de las drogas, y arrastra una crisis financiera desde el gobierno de Miguel Alemán, y muchos otros elementos que lo hacen difícil de gobernar.

Pero Alafita Méndez advierte que esto no es pretexto para que la 4T jarocha no ofrezca acciones tangibles a seis meses de haber tomado el poder.

“Que gobernar Veracruz es un asunto complejo, sí, pero eso se sabía desde antes de la campaña. Y desde entonces, se tendría que haber diseñado una estrategia y un aparato para atender a la entidad”.

El académico cree que la transformación de Veracruz no es cuestión de dinero, y citó que en el 38, “la expropiación petrolera se hizo en un país con mucho menos recursos de los que hay ahora, pero hubo imaginación, decisión, voluntad”.

“Lo que no puedes hacer es llegar a contemplar”.

El académico señaló que en seis meses del gobierno de Cuitláhuac García “no se mira creatividad, no se mira una nueva forma de hacer política, el carácter de una nueva administración”.

“Y  cada día se hace más urgente que el gobernador llegue, se pare, razone y diga con toda claridad a los ciudadanos qué piensa de cada cosa, porque hasta ahora no se sabe para dónde camina”.

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