La diabetes es una enfermedad única porque la autogestión requiere una actividad, una energía mental y una energía física constantes
Estados Unidos.- Vivir con diabetes, sobre todo si alguien necesita insulina para sobrevivir, es un trabajo sin fin, que puede resultar potencialmente letal si no se hace bien. Ese constante estrés diario puede conducir al “desgaste de la diabetes”, señala un estudio reciente.
Los diabetes que experimentan el desgaste están mental y físicamente agotados, se sienten desvinculados de su afección y apáticos respecto a su necesidad de autocuidados. El desgaste de la diabetes puede durar horas o días, y a veces semanas, meses e incluso años, advirtieron los investigadores.
“La diabetes es una enfermedad única porque la autogestión requiere una actividad, una energía mental y una energía física constantes”, explicó Felicia Hill-Briggs, expresidenta inmediata de atención de la salud y educación de la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association).
“Hay que tomar los medicamentos, revisar el azúcar en la sangre, cocinar comida saludable, comer de forma saludable, asegurarse de hacer suficiente actividad física, y asegurarse de equilibrar todas esas cosas”, dijo Hill-Briggs, que no participó en el estudio.
Comparó vivir con diabetes con correr una maratón. Incluso los deportistas mejor entrenados y más destacados colapsan al final de la larga carrera, cuando ya no les queda nada que dar.
“Se llega a un punto en que solo se puede aflojar el ritmo, descansar y recuperarse”, dijo Hill-Briggs.
El nuevo estudio, dirigido por la investigadora Samereh Abdoli de la Universidad de Tennessee, incluyó entrevistas con 11 mujeres y siete hombres, con una edad promedio de 38 años, que tenían diabetes tipo 1. Siete personas dijeron que estaban experimentando el desgaste de la diabetes en ese momento. Todos dijeron que les había sucedido en el año anterior.
Una mujer de 36 años comentó que “es agotador, es agotador. De verdad lo es, cuidarse constantemente y tener que preocuparse de todo lo que se come, todo lo que se hace, cada paso que se da”.
Una mujer de 22 años dijo lo mismo. “Uno está siempre cansado, físicamente, se siente viejo, desgastado”.
Además del cansancio, el estudio identificó otros temas.
La desvinculación: Los pacientes describieron que se sentían desvinculados de su identidad como una persona con diabetes, de su autocuidado y de sus sistemas de respaldo. “No quería pensar en la diabetes y ya no quería ser diabético”, contó un hombre de 42 años. Una mujer de 51 años dijo que “ya me cansé; preferiría afrontar el resultado de la enfermedad”.
Otros factores contribuyentes: Los investigadores apuntaron a factores como la carga constante de autocuidado y el fracaso de no lograr metas como los niveles objetivos de azúcar en la sangre. “Tener que medir el azúcar en la sangre todo el día mientras estoy ocupado con otras cosas, no es de lo que deseo preocuparme. ¿Despertarse de noche? ¿Azúcar bajo en la sangre en momentos inconvenientes? Sucede una y otra vez. Creo que uno experimenta un desgaste”, explicó un hombre de 31 años.
Estrategias para la recuperación: Los participantes reportaron estrategias para prevenir o vencer el desgaste de la diabetes, entre ellas el respaldo de los amigos, la familia o los proveedores de atención de la salud, o intentar mantener una actitud positiva. “Lucho contra mi desgaste recordando lo que es lo más importante”, observó una mujer de 42 años. “Estoy viendo a mi hija crecer, todavía trabajo y hago la práctica que me encanta, veo y hago cosas nuevas, y tengo que recordármelo, y así es como lucho contra ello. Hay que ser agradecido de lo que se tiene”. Becky Lois es psicóloga infantil y de adolescentes en el Hospital Pediátrico Hassenfeld de Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York. Tampoco participó en la investigación.
“El desgaste es casi inevitable”, dijo Lois. “Uno no pidió tener diabetes. A veces está fuera de su control. Y es muy difícil cuando parece que todo el mundo le dice qué hacer”.
Foto: ilustrativa.
Es magnífico, aseguró, si las personas pueden reconocer el distrés que precede al desgaste y trabajar con su proveedor de atención de la salud antes de llegar al desgaste. Un régimen más sencillo podría ayudar. Quizá uno de sus seres queridos pueda recordarle que mida el azúcar en la sangre, o dejar de recordárselo constantemente. Hablar con las personas de su sistema de apoyo de verdad ayuda, apuntó Lois.
Hill-Briggs se mostró de acuerdo en que ser proactivo es mejor.
“Intente planificar por adelantado cómo podría afrontar el desgaste”, aconsejó. “¿Quiere dejar la bomba de insulina por una semana y ponerse inyecciones? ¿Quiere comer la comida que nunca se permite? ¿O tener unos días en que el azúcar en la sangre no esté controlado de forma tan estricta?”.
Hill-Briggs instó a los pacientes a no sentirse culpables. “Relaje el sentimiento de culpa”, planteó. “Permítase relajarse un poco. Ser perfecto siempre es imposible”.
Con información de debate.com.mx