Redacción El Piñero | Corresponsalía
En tiempos de lluvias, el río Papaloapan suele ser peligroso para quienes residen en sus riberas. Y para una familia indígena que vive en una choza, al margen del afluente, las últimas horas las han vivido a ras del drama, pues ha tenido que buscar un lugar donde alojarse y pasar los días ante el riesgo que existe.
Ante la situación los integrantes de la vivienda hecha de palos y láminas tuvieron que mover sus pertenencias a las gradas del campo deportivo ubicado frente a las oficinas de lo que antes era la PGR, a un costado del Muro Boulevard.
El señor Lucio Martínez, de 50 años, comenta que son mazatecos originarios de Jalapa de Díaz y desde hace un año radican en esa zona de Tuxtepec por la necesidad de trabajar. Lucio, sostén de la familia, labora como jornalero en el corte de caña.
En la casa habitan 11 personas, incluidos Don Lucio, la esposa y 9 hijos con edades de entre 18 y 1 año, y que este día, ante la precariedad económica, sufrieron los estragos de las lluvias por la necesidad de vivir en tal condición.
Lamentablemente la familia no tiene los recursos necesarios para establecerse en otro lugar, por lo que se mantendrá en el sitio a espera que baje el nivel del agua.
Esta familia, como otras más, han sido identificadas como invasoras, pues se han adueñado de predios federales, situación que ha obligado a deportistas a desalojarlas para mantener libres sus espacios.