Redacción El Piñero
Loma Bonita, Oaxaca.- Felipe Reyes no me dejó en la calle y se lo agradezco, dice Doña Judith García Gómez, quien a sus 62 años de edad sufre el drama de no tener una vivienda digna y vivir entre plásticos, palos y tierra en un pequeño terreno de trece por ocho metros cuadrados.
Doña Judith es el soporte de su familia. Tiene dos hijos por quienes trabaja haciendo comida pero que, lamentablemente, no es suficiente para tener una estancia digna, alejada de los riesgos que ha tenido que enfrentar a causa de la precariedad en que vive.
En entrevista con El Piñero, precisa que hoy se encuentra en una situación muy difícil, ya que no cuenta con el recurso suficiente para tener una casa, pues como techo tiene plásticos y láminas rotas que consiguió del basurero, mismas que son sostenidas por palos de madera.
Su cuarto, donde cada noche reza para que el viento y el agua no lo derribe, está construido con palmas, palos, lonas y cobijas rotas, así como láminas endebles que ha conseguido al salir a las calles y que hoy lucen evidentemente dañadas. “Todo lo que tengo lo recogí del basurero y las palmas me las regaló Don Marcelino, así como una lavadora que ya no sirve”.
En su cuarto tiene dos camas, las de sus hijos, y un sillón viejo que ya no tiene forro, que exhibe esponja deteriorada y que, a duras penas, la soporta para pasar la noche, para intentar dormir, descansar y rezar para que al amanecer tenga la fuerza suficiente para seguir adelante.
En la colonia Felipe Reyes –nos cuenta– todos tienen luz y drenaje, excepto ella. La energía eléctrica para sus dos focos se la pasan. “Y tengo que correr a hacer de la popo con la vecina, pero ya no quiero ir porque el señor se ha molestado, quien me dice que cada vez que vaya tengo que lavar el baño, pero yo no estoy enferma, simplemente se molesta”, dice.
Por ello a un costado del corralito de sus pollos tuvo que hacer un bañito improvisado para bañarse agachada.
En llanto, Doña Judith nos pregunta ¿Quién cree que quiera vivir en este chiquero?
Por esta situación, Doña Judith pide el apoyo desinteresado de la población, pues es alto el riesgo en que vive al no tener la oportunidad de un techo y entorno seguro. Para quienes tengan la posibilidad de hacerlo, ella vive en la calle 18 de marzo de la colonia de reciente creación conocida como Felipe Reyes.
Doña Judith pertenece al 0.05% de la población de Loma Bonita que cuenta con techo de material de desecho, lámina o cartón, según la última estimación del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que, además, precisa que en esta ciudad piñera existen 12 mil 799 viviendas particulares habitadas de una población de 40 mil 934 personas.