Paulo Sergio HG
Tlacotalpan, Ver. Suena en el fondo el son jarocho, los turistas abarrotan los restaurantes mientras que algunos más se toman fotos en el monumento al fandango. Al visitar este pueblo mágico es inevitable pasear por el malecón y los recién llegados no saben que caerán en las redes de un pescador que los llevará a conocer la magia del rio Papaloapan y la sorpresa que les espera al final.
Dice ser conocido como “El Moroco II” y tiene una lancha bautizada como “La Perla”. Fue pescador hasta que la pesca fue negocio. Son más de 15 años que dejó las redes y ahora sale a pescar turistas.
Su trabajo consiste en ofrecer paseos en lancha para que los turistas puedan conocer desde lejos la belleza arquitectónica del pueblo y la fina estética que decora las casas que se encuentran a orillas del Rio Papaloapan. “Primero me acerco a las familias con respeto y humanismo, los abordo y si me dicen que no les deseo feliz estancia” comenta.
Da la impresión de que sus necesidades económicas estuvieran resueltas pero este trabajo tiene sus dificultades. “Este negocio no es como la pesca, aquí hay tres temporadas, la temporada de semana santa en marzo, temporada de navidad en diciembre y la fiesta de la candelaria en febrero y cuando es temporada de lluvias o viene un norte nos afecta muchísimo” explicó.
Por ello “El pescador de turistas” tiene que administrar lo ganado para poder pagar los gastos en los meses donde no hay trabajo. Quisiera que vinieran más turistas explica, “Tlacotalpan es un lugar tranquilo, hay cero delincuencia, uno puede salir a la calle a cualquier hora sin que represente un riesgo”.
Para los habitantes de Tlacotalpan, el Rio Papaloapan ha sido el protagonista principal de la película. Es de los pocos pueblos que agregaron el elemento estético a su trazo arquitectónico y que ahora es uno de los principales atractivos turísticos de la población. El malecón, las casas y los restaurantes permiten apreciar la belleza del caudal que nace en tierras oaxaqueñas.
El encantador de Gaviotas
Como una rutina y un elemento que distingue el servicio que ofrece a los turistas, casi al terminar el viaje, el ahora “Encantador de Gaviotas” emite un chiflido que sorprende a quienes están abordo, de manera simultánea arroja pedazos de tortillas al agua. De manera inmediata una parvada de aves acompaña a la embarcación y emiten un peculiar graznido que da la impresión de hablar con los turistas mientras se abalanzan al agua por los pedazos de tortilla. Este peculiar espectáculo es aprovechado por los turistas para grabar videos y tomarse fotografías.
Yo soy el único que ofrece el espectáculo de gaviotas por eso me dicen “El encantador de gaviotas”. Las gaviotas son aves acuáticas que comen peces, pero al no haber muchos peces yo busqué la manera de mantenerlas aquí porque son parte importante del ecosistema. Todos los días les llego a dar hasta 5 kilos de tortilla y en ocasiones les preparo palomitas para variar.