- Y crecido al castigo…
- Cuitlalazo inútil
Luis Velázquez/ Barandal
Veracruz.- ESCALERAS: Casi tres meses después, la bancada de la izquierda en la LXV Legislatura arrastra una derrota canija, como es su probada incapacidad para destituir al Fiscal carnal de Miguel Ángel Yunes Linares, Jorge Wínckler Ortiz.
Y a pesar de que el aparato gubernamental de la Cuitlamanía “ha tirado su espada en prenda”, el Fiscal, por el contrario, navega con vientos favorables, atrincherado en el palacio de la justicia.
A: Cierto, está cercado, aislado, sin aliados, achicado, minoritario, reducido, Fiscal incómodo e indeseable.
B: Pero al mismo tiempo, luchando contra/reloj, ha sido victimizado.
Y más, a partir del fracaso del fuego amigo y enemigo, pues en el camino, un par de diputadas y presidentes municipales panistas, se le fueron en contra.
Y C: Más allá del Cuitlalazo, ha crecido al castigo.
Entre más sus enemigos aprieten el botón nuclear sin ningún resultado, más se agiganta.
El Napolencito jarocho exportado desde Oaxaca.
PASAMANOS: La LXV Legislatura modificó, incluso, la ley con el único objetivo de destituir al Fiscal.
Pero de nada ha servido, al momento.
Y lo peor:
En menos de dos semanas, más o menos, terminará el periodo legislativo del Congreso y entrarán en un receso.
Y si para entonces, los diputados locales de la izquierda siguen fracasando, el Fiscal prolongará su vida pública.
Y en un descuido, “le harán lo que viento a Benito Juárez”.
Cierto, con la reforma a la ley los diputados quedaron facultades para removerlo, pero todo indica las cosas se han burocratizado.
Y ahora, la otra posibilidad es una sorpresa política con todos los riesgos de inconstitucional para tumbarlo.
¡Jodido el destino social de los 8 millones de habitantes de Veracruz!
Por un lado, la manifiesta incapacidad de la secretaría de Seguridad Pública para garantizar el Estado de Derecho.
Y por el otro, el Fiscal, encargado de procurar la justicia, achicado, disminuido, último reducto de la yunicidad en la Cuitlamanía, defendiéndose a sí mismo.
De la alianza tácita con el ex gobernador en el bienio azul, Jorge Wínckler ha pasado al vacío. “Nadie me contesta el teléfono rojo”, ha dicho con nostalgia. Me bloquean, se queja, y se duele, por ejemplo, de que el feminicidio siga multiplicado porque tanto Seguridad Pública como la Fiscalía están maniatados.
CORREDORES: En la pelea sórdida de tribus (las tribus del PAN y las tribus de MORENA, el PT y el PES en Veracruz), la vida cívica y la vida democrática, descarriladas, en el tobogán político y social.
De acuerdo con la ley, una vez que la LXV Legislatura decida el juicio político a Wínckler el caso pasará al Tribunal Superior de Justicia, TSJ.
En el TSJ, el asuntito será atendido por la Sala Constitucional, a cargo de los siguientes magistrados:
Martha Figueroa Trejo, Lisbeth Ribon, y el encargado, Esteban Gregorio Velasco.
Ellos son el primer filtro. Ellos analizarán el juicio político y dictaminarán, luego de analizar la procedencia, y radicarla, y de cumplir con la etapa de instrucción y revisar las pruebas en contra y a favor, y de llamar a los sujetos interesados a declarar y de elaborar el proyecto de sentencia, y lo llevarán al Pleno.
Y el Pleno revisará el caso y en caso de su aprobación, dictaminará.
Y en el Pleno el dictamen final estará a cargo de todos y cada uno de los presidentes de las Salas.
RODAPIÉ: ¡Ah!, pero entre el momento que el asunto sea recibido en el Tribunal Superior de Justicia al dictamen del Pleno bien puede transcurrir una semana, un mes, un semestre y hasta un año.
Un año, entonces, de vida más para Jorge Wínckler en la Fiscalía.
Y si el Fiscal se ampara y va a la Controversia Constitucional en la Suprema Corte de Justicia de la República, entonces, bien puede pasar un semestre, un año o un sexenio.
A menos, claro, y como dice el politólogo Ramón Benítez, se atraviese un cabildeo político, de igual manera como, por ejemplo, se daba y concitaba en el tiempo priista y panista de la nación.
Bastaría referir que en la Cámara de Diputados hay más de trescientas solicitudes de juicio político atrapadas en el mundo burocrático, más las otras caminando a paso de tortuga en la instancia correspondiente.
El Cuitlalazo, en su prueba de fuego más encendida, luego de tanto bombardeo inútil.
BALAUSTRES: Nunca un gobernador se había lanzado en contra del Fiscal (antes procurador de Justicia) como al vacío.
Agustín Acosta Lagunes declaró la guerra a su antecesor Rafael Hernández Ochoa encarcelando a su director del Instituto de Pensiones, José Luis Lobato Campos, QEPD, y se salió con la suya.
También Miguel Alemán Velasco se lanzó contra el alcalde de Xalapa, Rafael Hernández Villalpando, diputado federal de MORENA, y lo tumbó de la presidencia municipal y exilió.
Miguel Ángel Yunes Linares le asestó un calambre al Fiscal de Javier Duarte, Luis Ángel Bravo Contreras, y hasta lo internó en el penal de Pacho Viejo, sin tantas faramallas políticas.
El operativo y la estrategia de Cuitláhuac García Jiménez para destituir al Fiscal carnal de la yunicidad, bajo evidencia total y absoluta.
Un resbalón tras otro hasta la ridiculez de un diputado local de MORENA, el pluri Víctor Emmamuel Vargas Barrientos, gritando sin ningún argumento, arrastrado por su hígado, de que “el Fiscal tiene que irse porque tiene que irse”.
Jorge Wínckler es un litigante y un político lleno de frivolidad y soberbia. Y su egolatría tiene por lo pronto un trofeo singular con el fracaso de la Cuitlamanía para su destitución, a tal grado que ni siquiera la Red Ministerial Evangélica de Guillermo Trujillo Álvarez en su contra, le ha llevado al insomnio.
Los caminos de la ley y la legalidad también están llenos de pólvora en Veracruz.