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El fracaso de la política social de EPN da algunas claves del por qué se arriesgan por un bidón

El Piñero

 

Ciudad de México, 19 de enero (SinEmbargo).– Los vecinos de Tlahuelilpan, Hidalgo, salieron corriendo. Alguien, no se sabe quién, les avisó: el ducto estaba roto y brotaba la gasolina. Tenían bidones disponibles; se puede asumir que no era la primera vez que participaban en un saqueo masivo. Se agolparon junto al chorro; se bañaron de combustible. Y lo demás es de sobra conocido.

Hoy por la mañana, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dio dos mensajes claros: uno fue una petición para que sean los mismos ciudadanos quienes denuncien a los que roban los combustibles. Otro fue no criminalizar a las víctimas; son gente abandonada por las políticas sociales por décadas; gente que arriesga todo por unos pesos.

“Yo le pido a la gente que nos ayude. Que den su versión. No sólo de lo que sucedió el día de ayer sino del por qué de esta actitud”, dijo el Jefe del Ejecutivo en Palacio Nacional. “Estamos en una actitud que se soslayó. Es importante saber cómo se da esta práctica [el robo] en lo comunitario. Quién lleva a cabo la perforación del ducto, cuándo se sabe que hay una fuga, si se prepara. Quién convoca, quién llama, cómo acude tanta gente, por qué los recipientes, qué se hace con este combustible, si se consume o se vende, cómo se vende. Reconstruir la historia. Eso es lo que tenemos que hacer”.

También dijo: “Esto no es un asunto policiaco, militar; no se resuelve con medidas coercitivas, por eso se agravó la situación en el país. Nosotros vamos a seguir convenciendo, persuadiendo a la gente. Tenemos la convicción de que el pueblo es honesto y que si ha llegado a estas prácticas, es porque se le abandonó. Hay millones de pobres en el país, gente que ni siquiera tiene para lo indispensable”.

EL FRACASO DE LAS POLÍTICAS SOCIALES

Y es que el desempeño de la política social en la administración del ex Presidente Enrique Peña Nieto fue insuficiente y rezagada. De los 13 indicadores por temática social, sólo dos resultaron con una evaluación adecuada, así lo informó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) al presentar un balance sobre el sexenio.

En el documento “Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018: balance del sexenio”, el Coneval destacó que el desempeño promedio de la política social de la administración 2013-2018, medido a través de sus indicadores, fue insuficiente (60.9 por ciento), pero si la medición se ajusta por la pertinencia de los indicadores, el desempeño fue rezagado (39.6 por ciento).

“Ni el Plan Nacional de Desarrollo ni los programas sectoriales, institucionales, regionales y especiales que exige la Ley de Planeación, así como los ejes transversales, son directrices a los que se les da importancia durante el sexenio, con lo cual los programas presupuestarios y el presupuesto no tienen correspondencia con la planeación de inicio de gobierno. Pareciera que la elaboración y el uso de estos documentos es un mero trámite burocrático”, consideró el Coneval.

De acuerdo con el documento del organismo encargado de medir la pobreza en México, de los 13 indicadores por temática de seguridad social, cinco se encuentran en un nivel de “rezago”, los cuales son urbanización y vivienda (23.4 por ciento), producción agrícola, pesquera y forestal (33.1 por ciento), productividad y competitividad (35.4 por ciento), bienestar económico (37.2 por ciento) y otros (36.4 por ciento).

Seis indicadores se encuentran en nivel “insuficiente”: educación (42.4 por ciento), salud (45.3 por ciento), sustentabilidad y medio ambiente (47.2 por ciento), equidad de género (48.5 por ciento), ciencia, tecnología e innovación (49.3 por ciento), y seguridad y violencia (53.7 por ciento).

Solamente dos indicadores, seguridad social (73.2 por ciento) y seguridad alimentaria (72.1 por ciento), obtuvieron una evaluación “adecuada”.

A través de cinco metas nacionales, tres estrategias transversales y 107 programas que se derivan del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018, el Gobierno federal buscó instrumentar la política pública de los últimos seis años.

A partir de los resultados de las evaluaciones a los programas derivados del PND, el Coneval identificó que existe una desvinculación entre los procesos de programación y de presupuestación con la planeación nacional, dando prioridad a los primeros. Además, consideró que se debe prestar atención a la definición de indicadores, pues algunos son más apropiados para medir la gestión gubernamental en lugar de resultados estratégicos, así como a la vinculación de los objetivos con los problemas detectados en los diagnósticos sectoriales.

En materia de pobreza, mencionó el análisis del Coneval, si bien hubo avances en la reducción de carencias sociales lo cual redujo la pobreza extrema, la falta de dinamismo del ingreso de los hogares generó un incremento en la población en situación de pobreza.

En este sentido, dijo, “el reto es continuar con el diseño de políticas públicas para mejorar las condiciones de la población en pobreza extrema y en pobreza moderada y hacerlo también más allá de los satisfactores mínimos de bienestar representados en los indicadores sociales de la medición multidimensional de la pobreza; para ello el aumento en el ingreso corriente de las familias mexicanas a un nivel superior al de la línea de pobreza, aunado a la disminución de las carencias permitirá reducir los índices de pobreza en el país”.

RECOMENDACIONES AL NUEVO GOBIERNO

En el contexto del cambio de administración, el Coneval recomendó una planeación enfocada en la disminución de la pobreza y reducción de brechas de desigualdad, para lo cual pidió avanzar no solo en la garantía de los derechos sociales establecidos en la Ley General de Desarrollo Social, sino en la generación de ingresos suficientes por parte de la población.

También aconsejó un diseño del Plan Nacional de Desarrollo. Para ello, dijo, se requiere mejorar el diseño de los indicadores y que estos midan preferentemente resultados y no acciones (entrega de bienes y servicios), así como un seguimiento puntual del cumplimiento de los objetivos y las metas del plan y sus programas.

La descentralización es otro punto recomendado por el Coneval. El reto es el fortalecimiento de la descentralización con miras a la creación de estados y municipios con herramientas y capacidades sólidas que estén en condiciones de sumarse a la planeación nacional con competencia de innovar y de adaptar las intervenciones a las realidades y prioridades locales.

Por último, el Coneval recomendó una mejor coordinación para el alcance de las metas nacionales en los términos que establece la planeación nacional, pues esta implica el logro de un objetivo más amplio que el propósito individual que persigue cada una de las partes involucradas.

 

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