Luis Velázquez | Escenarios
01 de mayo de 2021
UNO. Justicia divina
El capítulo más atroz de sufrimiento y dolor en el mundo fue con Adolf Hitler. Cincuenta millones de muertos en su viaje de Alemania a Rusia. La peor saña y barbarie en la historia mundial.
Cobarde, el día cuando fue derrotado en Rusia, ordenó que mataran a su perro. Dio un tiro a su esposa. Y se suicidó.
Luego, su Ministro de Información, Joseph Goebbels, envenenó a sus seis hijos cuando dormían. Pegó un tiro a su mujer y se suicidó.
Pero… en una película, los dos mueren en un atentado en un cine cometido por judíos.
DOS. Vivir para vengarse
El filme se llamaba “Bastardos sin gloria”. Lo dirige Quentin Tarantino, con Brad Pitt y Melánie Laurent (1983, francesa), actriz, cantante y escritora, en papel estelar.
Ella es hija de judíos. Brad Pitt es un cazador de nazis alemanes.
Los nazis matan a su familia y ella escapa. Y desde entonces, vive para vengarse.
Es en Francia el primer año de la ocupación alemana. Hitler camina exitoso conquistando pueblos a partir del terror. Lucha despiadada contra los judíos, todo, porque él era hijo de un judío quien nunca lo aceptó como tal, hijo que era de la trabajadora doméstica.
TRES. Los caminos de Dios
Melánie Laurent interpreta a una chica que escapa de la matanza. Y años después, refugiada con los abuelos, le regalan un cine modesto de su propiedad.
Entonces, un joven militar alemán, con aires de actor de cine, descubre el cine y a la chica y lo quiere para estrenar su película donde fue ascendido a héroe de Hitler porque en una semana mató a más de mil enemigos.
CUATRO. Cacería de nazis
Ella presta el cine a Joseph Goebbels para el estreno de aquella película.
Pero al mismo tiempo, y como vive para vengar el despiadado asesinato de su familia (una venganza que también encarna el ajuste de cuentas de todos los judíos perseguidos por Hitler), decidió encadenar las puertas el día del estreno para que nadie salga y decide prender fuego al cine.
Además, coincide con que el soldado Brad Pitt y su gente también quieren vengarse de Hitler y su estado mayor y sus Ministros y encubiertos entran al cine con ametralladoras.
CINCO. Nadie queda vivo
El incendio se consume. Adolf Hitler y Goebbels son asesinados con más de cien tiros.
Luego, la gente de Brad Pitt dispara contra todos y la matanza es doble. Por un lado, el rafagueo de tiros. Y por el otro, el cine incendiado arrasando con los jefes militares y sus esposas de Hitler.
El cine termina explotando y nadie queda vivo.
Así debió morir Hitler y los suyos. Los peores sátrapas en la historia mundial. Sueño faraónico de una raza superior al resto del mundo.
SEIS. El peor de todos
La historia está llena de dictadores y locos. José Stalin, Benito Mussolini, Francisco Franco, por ejemplo. Atila. Los emperadores romanos. Los militares adueñados de América Latina en el siglo pasado. Rafael Leónides Trujillo en la República Dominicana, Fulgencio Batista en Cuba, Anastacio Somoza en Nicaragua, Augusto Pinochet en Chile, Jorge Videla en Argentina, Porfirio Díaz en México con su tenebrosa orden de “¡Mátalos en caliente!”.
Tiempos que nadie desearía vivir, más duros, incluso, que con los carteles y cartelitos en el país.
Pero de todos, el más despiadado fue Hitler como, por ejemplo, además de la cacería de judíos, quemar vivos en las cámaras de gases a niños, mujeres, ancianos, jóvenes y hombres maduros.