Laura Marcos
Los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años debido a un enorme asteroide que se estrelló contra la Tierra con la fuerza de 1.000 millones de bombas atómicas. ¿Qué consecuencias tuvo este impacto? Hoy en día nadie pone en duda que los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años debido a un enorme asteroide que se estrelló contra la Tierra.
Probablemente, el estudio que zanjó posibles polémicas fue el publicado en Science en el año 2010, un panel internacional de expertos de Europa, EE UU, México, Canadá y Japón. Los científicos llegaron a esta conclusión tras revisar 20 años de pruebas sobre lo que pudo haber provocado la gran mortandad en el Cretácico, que terminó con más de la mitad de todas las especies del planeta de la época, incluidos los dinosaurios.
Con todo, hoy algunos investigadores continúan señalando que, pese que sí hay pruebas suficientes que confirman que existió tal impacto, el asteroide pudo desencadenar una serie de reacciones en cadena que propiciaron esta extinción masiva. Es decir, aunque producidas por un cataclismo, las extinciones nunca se producen de la noche a la mañana, sino que ocupan largos procesos de miles de años de duración.
¿Qué sabemos sobre el asteroide que desencadenó el infierno la Tierra hace 65 millones de años?
Parece ser que una gran roca de unos 15 kilómetros de ancho se estrelló en lo que hoy es Chicxulub, México. Según los expertos, una roca debería tener un ancho mínimo de 10 kilómetros de diámetro (aproximadamente la altura de los aviones de pasajeros) para provocar en la Tierra un cataclismo capaz de aniquilar a la mayor parte de las especies. Pese a que todos los días somos bombardeados por pequeños fragmentos de rocas del sistema solar que entran en la atmósfera, normalmente llegan a la Tierra con un tamaño muy pequeño, o no lo bastante grande como para provocar algún daño significativo. Pero los científicos tienen claro que una catástrofe similar debe ocurrir, por estadística, tarde o temprano.
Características del impacto
Si una roca de 15 kilómetros de diámetro chocase hoy contra la Tierra, arrasaría varios kilómetros a la redonda en segundos; elevaría la profundidad del mar formando mosntruosos maremotos; y formaría una nube de polvo que taparía el Sol durante decenas, o cientos de años. ¿Imaginas hoy en día un escenario similar? Hace 65 millones de años, los animales del Cretácico vivieron esta pesadilla en carne propia.
Los científicos calculan que el asteroide golpeó la Tierra con una fuerza mil millones de veces superior a la de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Este impacto, que dejó un cráter de 200 kilómetros de diámetro, habría lanzado a la atmósfera material a alta velocidad, desencadenando una serie de eventos que causaron un invierno global, destruyendo mucha de la vida en la Tierra en cuestión de días. Además, el impacto provocó tsunamis en todo el planeta y terremotos superiores a 10 en la escala Richter.
La teoría del volcán
Durante años, algunos científicos continuaron creyendo que los dinosaurios, los pterosaurios y otras especies se extinguieron hace 65 millones de años debido a una serie de erupciones volcánicas en la actual India, que duraron unos 1,5 millones de años. Las erupciones de las Trampas del Deccan (volcanes inusualmente activos) arrojaron suficiente lava de basalto para llenar el Mar Negro dos veces, lo que podría haber causado un enfriamiento de la atmósfera y lluvia ácida a escala global.
No obstante, esta hipótesis no tiene por qué ser contraria a la del impacto del asteroide. De hecho, podrían ser hipótesis complementarias. Un estudio publicado a principios de 2019 señala cómo el propio impacto pudo provocar erupciones ‘simultáneas’ al otro lado del mundo (México y la India son prácticamente antípodas la una de la otra).
Según las pruebas, los ecosistemas marinos y terrestres fueron destruidos rápidamente en la extinción del Cretácico-Paleógeno, lo que no encaja con la teoría del volcán. Pero también existen pruebas sólidas de que los gases emitidos durante las erupciones tras el impacto podrían haber sido la causa del calentamiento global en los últimos 400.000 años del Cretácico.