Redacción El Piñero
Tehuacán, Puebla – En el sureste del estado de Puebla, un lugar conocido no solo por su riqueza cultural e histórica, sino también por su conexión vital con uno de los ríos más importantes de México, se encuentra Martín Barrios, un activista social comprometido con su comunidad y el medio ambiente.
Tehuacán, informó a El Piñero Periodismo y Debate, está estratégicamente ubicada, cercana a Orizaba y Córdoba en Veracruz, y extendiéndose hacia Teotitlán de Flores Magón en la región Cañada y Huajuapan de León en la región Mixteca de Oaxaca. Esta región es un punto de encuentro entre las culturas y tradiciones de Veracruz y Oaxaca, y lo que verdaderamente las une es la cuenca del río Papaloapan, uno de los sistemas fluviales más significativos de México.
El Papaloapan, cuyo nombre en náhuatl significa “río de las mariposas”, nace en estas tierras, donde las corrientes de agua de las montañas se unen para formar un cauce poderoso que atraviesa el país, llevando vida y fertilidad a las regiones que toca. “Aquí, en Tehuacán, somos parte esencial de este nacimiento. Es en nuestra tierra donde las primeras gotas de agua se juntan, comenzando su viaje hacia el Golfo de México,” explica Martín Barrios.
La importancia de la cuenca del Papaloapan va más allá de su capacidad para irrigar tierras y sustentar cultivos; es una arteria vital que conecta comunidades y ecosistemas a lo largo de su recorrido. En Tehuacán y sus alrededores, incluyendo la cañada oaxaqueña y la mixteca de Oaxaca, el río es un símbolo de la interconexión entre los pueblos.
Martín Barrios, con su compromiso con el medio ambiente y los derechos sociales, destaca la necesidad de proteger esta cuenca. “El río Papaloapan no solo es un recurso natural, es parte de nuestra identidad y nuestra herencia. Debemos cuidarlo y preservarlo para las futuras generaciones,” afirma.
Desde Tehuacán, donde nace la cuenca del Papaloapan, hasta su desembocadura, el río es un testimonio de la vida y la resiliencia de las comunidades mexicanas. Y en el corazón de esta historia, activistas como Martín Barrios trabajan incansablemente para asegurar que este río, y todo lo que representa, siga siendo una fuente de vida y unidad.