- Los hijos de Moreno Chazzarini
Luis Velázquez / Escenarios
Veracruz.- UNO. “El orgullo de mi nepotismo”
Que Pepe Mancha, ex presidente del CDE del PAN, impuso a su esposa de diputada local pluri y a un primo de alcalde tuxpeño y a su delfín, He Man Sergio Hernández de diputado reelecto, se trata, digamos, de una conquista de la revolución azul hecha gobierno.
Que Joaquín Guzmán Avilés, el cacique de Tantoyuca, impuso a dos hermanos de diputados federales y a otro de alcalde, se trata, digamos, del pago por su aportación al triunfo panista en el norte de Veracruz.
Que el cacique panista, Ricardo García Guzmán, impuso a sus hijos de diputados federal y local, poca cosa para la figura política norteña que tantos favores ha dado a la patria azul.
Que Fabiola Vázquez Saut, hermana de Regina, las cacicas de Acayucan, es senadora suplente de Indira Rosales San Román, la revelación estelar del PAN jarocho, cuota de géneros, digamos, así protesten las mujeres panistas con años de fajarse el lomo en procesos electorales.
Que la alcaldesa de Córdoba, Leticia López Landero, impuso a su hijita de candidata a diputada local y perdió en las urnas, las derrotas enseñan mucho más que las victorias.
Que el cacique sureño, el panista Renato Tronco Gómez, se impuso como candidato del PAN a diputado federal y perdió e impuso a un hermano y una sobrina de candidatos a legisladores locales y perdieron, más, mucho más ha dado el folklórico cacique al PAN.
Que el cacique panista de Papantla, Basilio Picazo (5 Picazos han sido alcaldes, incluido el actual) se pasó al PAN, con un bajo perfil, algo estará tramando y/o ya le fue otorgado.
Pero que el secretario de Finanzas y Planeación, Guilllermo Moreno, impusiera a dos hijos como funcionarios en las secretarías de Seguridad Pública y Protección Civil, caray, si como dijo que el cargo le está sacando las canas, las canas rejuvenecen con “el orgullo de mi nepotismo”.
DOS. Con los hijos… hasta la ignominia
En La Jornada-Veracruz fue publicada la primera alerta. El hecho lo denominaron influyentismo y nepotismo, dos ejercicios, digamos, democráticos del viejo y milenario y legendario sistema político priista, considerando que luego de 80 años de hegemonía priista todos llevamos el ADN tricolor en las venas y en la sangre.
Así, los hijos de Memo Moreno, Guillermo y María Eugenia Moreno Sentíes, se desempeñaron o se desempeñan como funcionarios en Seguridad Pública y Protección Civil.
Guillermo junior, subsecretario de Operaciones de Seguridad Pública.
María Eugenia, jefa de la Unidad Administrativa de Protección Civil.
En ambos casos, según parece, un sobresueldo en la dependencia estatal en reconocimiento a su obra creativa por el bienestar social de los 6 de los 8 millones de habitantes de Veracruz en la pobreza, la miseria, la jodidez, el desempleo, el subempleo y los salarios de hambre.
El trascendido, sin embargo, cobró notoriedad hará unos tres meses cuando desde el interior de la SEFIPLAN se prendió la alerta roja.
“Habrá problemas con ese nepotismo” dijo una funcionaria.
El interlocutor, también funcionario, lo negó:
“El secretario tiene todo bajo control”.
En efecto, todo bajo control como, por ejemplo, los pendientes de pago para Jaime Téllez Marié, secretario de Seguridad Pública, luego enseguida tenían salida en la secretaría de Finanzas, pues el mismo titular se encargaba de dar seguimiento como si de hecho fuera el secretario particular del titular de la SPP.
Y, bueno, la máxima universal de que “favor con favor se paga” sólo cobraba vigencia y actualidad.
¡Hosanna, hosanna! ¡Todo por los hijos, hasta la ignominia!
TRES. Se encumbró y encumbró a los hijos
Memo Moreno (no Cantinflas) es gente de Miguel Ángel Yunes Márquez.
En dos ocasiones fue su síndico como presidente municipal.
Al triunfo del gobernador Yunes brincó a la Contraloría como una posición del padre.
Luego, cuando Clementina Herrera renunciara a Sefiplan (reaparecida como tesorera municipal en el Ayuntamiento de Xalapa) fue encumbrado como su relevo.
Y ahí se ha mantenido.
Sirve al hijo. Sirve al padre. Se sirve del poder para entronizar a los hijos.
Muchos años debió esperar desde su tiempo como gerente de la Canaco jarocha para acceder al poder.
Entonces, manipuló al grupo comerciante que encabeza, tiempo de Dante Delgado Rannauro, Jorge Uscanga Escobar presidente del CDE del PRI, para ganar posiciones.
Quizá, acaso, lograron una, manejando el WTC de Boca del Río.
Pero en la codicia hubo tropiezos y resbalones y el exgobernador del cuatrienio estuvo a punto de encarcelar a gente de Memo Moreno, entre ellos, a Carlos “N”.
Entonces, se refugió de nuevo con su hacedor, Jorge Remes Ripoll, el cerebro de la Universidad Cristóbal Colón durante muchos años.
La vida lo puso en el camino placentero y apareció al lado de Yunes Márquez y la carrera política ascendente, Maquiavélico como siempre se ha creído y sentido.
Y ahora, en el bienio azul (lástima que durara tan poco), empujó la carreta para los dos hijos, bendito sea el Señor.