*Un traje que lleva un mensaje de vida del campesino y de la piña
Por Yolanda Portugal /El Piñero de la Cuenca
Loma Bonita, Oaxaca. — Con un mensaje de vida del campesino y de la piña, la maestra Raquel Osorio y Orlando diseñó el traje típico de Loma Bonita, con un significado de la cultura Piñera que se había forjado por personas de distintos lugares del sotavento, del país y del mundo.
La maestra Noemí del Rivero Osorio nos recibió en su casa, la cual no solo es su hogar, también es un sitio que guarda ecos de la historia de Loma Bonita, Oaxaca, entre ellos como se construyó el primer traje representativo de este municipio piñero.
Doña Noemí habló con nosotros en el pequeño parque que tiene en su propiedad, bajo la sombra de un gran mango, cobijada por sus plantas y los ladridos de su perro nos narra cómo nació el traje que hace honor a la cultura piñera de Loma Bonita.
– Loma era un pueblo cosmopolita, fundado por migrantes de distintos lugares de la Cuenca (…) aquí no hay etnias, la población es una fusión de la región -nos dice- es por ello que se contaba con diferentes tradiciones e influencias, y debido a la influencia del cultivo de piña, los habitantes comenzaron a construir sus cotidianidades basados en las actividad agroindustrial de la piña.
Ante ello, su madre Raquel Osorio pensó en confeccionar un traje que los representara, y justo se vivía la época donde Loma Bonita comenzaba a surgir como la región piñera por excelencia en el país.
Es por ello que el traje fue pensado en exaltar la actividad económica que le daba vida al recién fundado municipio.
Doña Raquel, junto a su hija Miriam y Noemi, confeccionaron ese traje de falda negra y blusa negra que luce cuatro piñas, nada dejado al aire, todo con un significado místico:
“De acuerdo a su visión, el negro de la falda del vestuario representaba la tierra fértil, el amarillo de la blusa el fruto y la fe de los campesinos de tener una buena cosecha; el verde del rebozo la esperanza de que ese fruto llegara a culminar en una buena cosecha.
Los surcos representan las hileras o surcos donde se siembran las piñas; la falda lleva cuatro piñas representando los puntos cardinales y las estaciones del año, ya que en base a ellas los campesinos de antes se guiaban para sembrar.
La mujer que porta el traje, también lleva una corona que representa la importancia de la piña para Loma Bonita y así mismo representa el hecho de que una piña nunca muere, ya que uno de sus hijos es el que sirve para la próxima siembra.
En un traje de cuatro piezas la maestra Raquel y sus hijas plasmaron el sentir de una sociedad piñera, de los campesinos.
Hoy, para muchas personas mayores de 25 años, el traje con el que se identifican es el de la falda negra y las piñas, que es como lo describen, es por ello que los rescates culturales que se están haciendo en el municipio no se deben dejar de lado y fusionar ambas culturas.
¿Dónde y quiénes usaron por primera vez el traje?
– El traje, debido a la importancia que tomó y lo bello que era fue utilizado por primera vez en la visita de Luis Echeverría, cuando era candidato a la presidencia de la república y quien mostró gran interés en la zona piñera (…) fue recibido por 10 jovencitas que portaban el traje: Dolores y Lucila Carrera Parra; Cira Delfín; María de Lourdes y Lilia del Rivero; Chabelita Olmos; Yolanda Burguet; Legna Zuñiga, quienes enseñaron al mundo el diseño.
Posteriormente ese traje era usado por la mayoría de las reinas de la feria de la piña; y su debut nacional fue en el programa más visto de la televisión “Siempre en Domingo” donde fueron a promocionar la Feria de la Piña.
El traje creado por Raquel Osorio y Orlando y la pieza de Rinconcito Oaxaqueño escrita por don Manuel F. Villarreal embonaron de manera perfecta y cumplían el objetivo de ambos lomabonitenses: resaltar la cultura a base del cultivo de piña (…) y hasta nuestros días se sigue bailando en las escuelas, y existe un ballet que le hace honor a ambas creaciones.
Doña Raquel presentó el baile en gran parte del estado y en otros lugares del país con el ballet folclórico de Loma Bonita, el cual ensayaba en su casa.
¿Quién es doña Noemí del Rivero?
Noemí del Rivero es parte de las primeras generaciones de Lomabonitenteses , y es parte de una familia que está ligada a la historia de esta joven ciudad.
Ella es la segunda hija del matrimonio Rivero Osorio, salió a estudiar muy niña del terruño, sin embargo, volvió cuando se casó, entrando de lleno a la docencia, vocación que heredó de su madre, quien también fue pieza clave en la instalación de escuelas, en la enseñanza de civismo y arte.
La maestra Mimi trabajó 29 años, seis meses y un día en la escuela Secundaria Técnica, donde tuvo muchos puestos, como maestra de química, del taller de corte y confección y en la última etapa como la prefecta Mimi.
La maestra recuerda que tenía deseos de dejar de trabajar en la educación porque la disciplina entre más pasaba el tiempo se iba perdiendo.
Hoy es reconocida por la mayoría de generaciones de lomabonitenses. Actualmente vive en la casa donde creció con sus hermanos, una casa llena de recuerdos tangibles y no tangibles, tiene un bisnieto, seis nietos y dos hijas, quienes en su hogar tienen la principal plaza de reunión.
Casa que guarda tal vez el primer símbolo de identidad de Loma Bonita, que no contemplaba lo cotidiano, sino una actividad económica que movía al pueblo.
Hoy por hoy, las tradiciones musicales y dancísticas de Loma Bonita han tomado una dirección diferente, impulsada por el rescate etnográfico de los sonidos de las jaranas, la ropa típica de las mujeres con influencia de la cuenca baja, y es así como la presencia del sotavento, los sonidos de la jarana han pisado fuerte en Oaxaca, teniendo como gran escenario la Guelaguetza.
Los tiempos cambian, pero las herencias de las abuelas, quienes lucían las faldas amplias, las blusas bordadas y la jarana de fondo, intentan sobrevivir y tomar fuerza con el sonido de la jarana que se había perdido entre el ir y venir de jornaleros, obreros, carros de piña y el silbato de la empacadora.