Luis Velázquez/ Diario de un reportero
Veracruz.- DOMINGO
Dos años de gobernador
Igual que otros gobernadores, Miguel Ángel Yunes Linares también permaneció dos años en el poder político.
El primer gobernador de Veracruz, Guadalupe Victoria, duró menos de dos años de 1824 a 1825, y luego fue el primer presidente de la república.
El tercero, José María Torneto, dos años. De 1828 a 1829.
En el primer mandato, Antonio López de Santa Anna, duró menos de un año, en 1829.
En el segundo, Santa Anna duró menos de un año. 1929.
Y en el tercero, menos de un año, 1829 a 1830, y luego fue presidente de la república en once ocasiones.
El cuarto gobernador, Sebastián Camacho Castilla, duró menos de un año en 1829.
Antonio Juille y Moreno gobernó Veracruz en dos ocasiones. Y en ambos periodos, menos de un año. El primero, en el transcurso de 1833. Y el segundo, de 1833 a 1834.
Ignacio de la Llave y Segura Zevallos, cuyo nombre quedó para la historia, fue gobernador menos de dos años en 1855, y en el segundo periodo, dos años, 1861.
Etcétera.
Cierto, eran los tiempos del México revolucionado con las guerras, aun cuando hoy también hay otras guerra, la más ruda, la guerra del Estado contra los carteles y cartelitos.
LUNES
El paraíso y el infierno
Por eso, y si se considera que los seres humanos tenemos claroscuros en la vida, y a 5 semanas del fin de la yunicidad, un balance sería, digamos, el siguiente, oscilando entre el paraíso y el infierno.
El paraíso de Yunes:
Uno. El día de su toma de posesión como el gobernador número 75 de Veracruz. En un día, tres discursos pronunciados. En el Congreso, en el patio de palacio y en el parque Lerdo. Y en los tres, mostrando la mano empuñada. “Soy feliz” decía.
Dos. Nada hizo más feliz a Yunes como el día de la captura de Javier Duarte en Guatemala, y luego, extraditado a México y encarcelado en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, condenado a 9 años de cárcel, más o menos los mismos digamos que al pobrecito campesino de Chiapas condenado a 9 años por robarse unos conejos comunitarios para llevar el itacate a casa.
Tres. La captura de los 33 duartistas entre políticos, jefes policiacos y policías, unos, acusados de desvío de recursos, y otros, de la alianza sórdida y siniestra con los malandros, sicarios, pistoleros, anexos, conexos y similares.
MARTES
Los días felices
Cuatro. El día de su primer encuentro con el presidente Enrique Peña Nieto en Tuxpan en un evento portuario y cuando los ojos le resplandecían estando cerca del tlatoani, el gurú, el tótem del país.
Cinco. La victoria en las urnas de las presidencias municipales del PAN, donde arrasara en la primera elección que enfrentara.
Seis. El revés a los medios cuando les dijera que debían aprender a vivir de sus propios medios porque la llave quedaba cerrada.
Y más, luego de que ganara la gubernatura con más del 95 por ciento de los medios en contra.
Siete. La felicidad plena al lado de sus nietos que lo acompañaron en el primer informe de gobierno y en el primero y segundo grito patrio.
Ocho. La otra felicidad fue, digamos, con proyección nacional como, por ejemplo, el día cuando en corto estremeció a Enrique Peña Nieto demostrando con papeles las ligas con las partes oscuras de Javier Duarte.
Fueron, entre otros, los episodios de felicidad de Yunes en el ejercicio del poder y la tarea de gobernar.
Quizá, claro, y tratándose de un valor subjetivo la felicidad, él mismo y los suyos tendrán otros momentos estelares, vidas humanas que pocas veces llegan a conocerse.
MIÉRCOLES
“El infierno tan temido”
El infierno de Yunes:
Uno. La derrota el primero de julio de su hijo, el primogénito, como candidato a gobernador cuando todo indicaba que tenía la victoria en la bolsa.
Dos. El fuego de Cuitláhuac García Jiménez, anexos, conexos y similares en contra, empezando por el juicio político a Jorge Wínckler para acelerar su caída.
Y lo peor, el día cuando caiga Winckler caerá su profesor, el Fiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres Zamudio.
Y el Fiscal de los Desaparecidos, el niño genio, Ernesto Coronel junior.
Tres. El muro Donald Trump levantado por Luis Videgaray como secretario de Hacienda y Crédito Público y Relaciones Exteriores alrededor de Javier Duarte y Karime Macías.
Cuatro. La fallida extradición de Karime Macías hasta el día de hoy, luego, incluso, de exhibir en proyección televisiva nacional un video sobre la ubicación de la esposa de Duarte en su paraíso terrenal, Londres, la ciudad más cara del mundo.
Cinco. La condena de sólo nueve años a Javier Duarte, no obstante tantas pruebas de corrupción aportadas.
Seis. Los narcos, barones de la droga, capos, ganando la batalla en Veracruz y quienes han impuesto la agenda setting con una política reactiva del gobierno del estado y federal.
JUEVES
El peor infierno
Siete. Los cuatro niños asesinados en una colonia popular de Coatzacoalcos, junto con sus padres, y que enfureciera tanto al gobernador llamando “¡Bestias!” a los asesinos.
Lo peor es que nunca han sido detenidos pues “El H” fue detenido, pero acusado por otros delitos, menos por la masacre.
Además, después mataron a un niño con su maestra en Tantoyuca y a dos niñas en Córdoba y a dos niñas en un fuego cruzado en Río Blanco.
Ocho. Esperar veinte años para alcanzar el poder estatal sólo un bienio, sin el billete oficial para hacer obra pública y pagando deudas heredadas por su antecesor y centrar su tiempo de gobernador en la captura de los duartistas acusados de pillos y ladrones, sin una obra pública relevante.
Nueve. El cierre fatídico del bienio con un informe del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, que con todo y maquillaje químico contable dejó un daño patrimonial por más de 300 millones de pesos, aun cuando en el trascendido llega a más de dos mil 500, oro molido para el sexenio morenista.
VIERNES
La gloria y el sótano
Son los días en el cielo y el infierno, en la gloria y en el sótano del gobernador número 75 en la historia de Veracruz, que a primera vista ha significado el brinco de la silla imperial y faraónica local a la presidencia de la república, como el caso de Guadalupe Victoria, Antonio López de Santa Anna, Miguel Alemán Valdés y Adolfo Ruiz Cortines.
Fidel Herrera Beltrán se soñó candidato presidencial en el año 2012, pero Enrique Peña Nieto le ganó la partida.
Miguel Ángel Yunes Linares fue destapado por el presidente del CDE del PAN, Pepe Mancha, el inmaculado, como candidato presidencial del PAN y el sueño, la utopía mejor, quedó desmoronada en los días y noches siguientes.
Ahora, pronto cerrará un capítulo político más en su vida, pero al mismo tiempo ha anunciado que seguirá haciendo política, porque la vida es generosa y le dispensa salud, lo más importante, y tiene proyectado vivir ciento diez años según él mismo ha dicho.
¡Honor y gloria, pues!
Por delante hay varios proyectos, entre ellos, otra vez la candidatura a gobernador para sus hijos Miguel Ángel en el año 2024 y/o para Fernando Yunes Márquez, el presidente municipal de Veracruz.