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“El pozolero” de Veracruz

Staff El Piñero

 

Luis Velázquez/ Barandal

Veracruz.-11 de abril de 2017.-PASAMANOS: El mundo se asombró con el bombardeo químico en Siria. Niños y mujeres muertos.

Pero en Veracruz, igual que en el resto del país, hay cosas peores.

Por ejemplo, el padre José Alejandro Solalinde Guerra, fundador del albergue de migrantes, “Los hermanos en el camino”, reveló una plática con el obispo de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, donde le contara que aquí, en el territorio jarocho, los malandros “deshicieron cuerpos humanos en ácido y diésel”.

Igual como sucede en la película “El infierno” con Damián Alcázar.

Igual que en Iguala, con los estudiantes de Ayotzinapa.

Igual que en Ciudad Juárez y Sinaloa, la sede los carteles más peligrosos.

Fue el caso de algunos de los cinco jóvenes de Playa Vicente, levantados en Tierra Blanca por un cuerpo policiaco de la secretaría de Seguridad Pública (Marcos Conde, el delegado, con 8 policías más), y entregados a los malandros y pozoleados, a tono con la historia de “El pozolero”, especialista en desaparecer cuerpos humanos mediante un proceso químico.

Según Solalinde que le dijera Patiño Leal, en tal bombardeo químico en Veracruz participaron los Zetas (Notiver, miércoles 22 de marzo, 2017).

Un infierno llamado Veracruz.

Y es que cuando además de secuestrar, desaparecer, asesinar y sepultar en fosa clandestina, se ha llegado a “la pozoleada” de cuerpos humanos como aquí, estamos ante la plenitud de la barbarie.

Deshacer los cuerpos humanos en ácido y diésel significa la peor atrocidad del mundo. La perversidad plena y absoluta. La parte más despiadada, sórdida y siniestra del ser humano. Casi casi, Adolf Hitler con los 6 millones de judíos desaparecidos en las cámaras de gas. José Stalin con sus campos de concentración en la estepa rusa. Francisco Franco bombardeando Guernica, un poblado habitado por diez mil personas de las que dos mil fueron asesinadas luego de que 60 aviones lanzaran miles de toneladas de bombas.

 

BALAUSTRADAS: Ha de preguntarse entonces a partir de cuándo se jodió Veracruz?

Pero más aún, por qué todavía hoy en la Yunicidad se continúa hablando del peor de los mundos.

Lo dijo Solalinde:

Las familias de los desaparecidos (ONG, colectivos y solecitos) han de buscar en las cuevas de Veracruz los restos de las personas, su familiares.

Hay testimonios, confió, de que miembros de la delincuencia organizada ahí los depositaron.

“Son muchísimas cuevas” dijo el martes 21 de marzo en su paso por Xalapa.

Veracruz, dijo “es un fosario. Y lo dije antes. Y no me hicieron caso porque todos eran corruptos. Y las fosas corresponden a los gobiernos de Fidel Herrera y Javier Duarte”.

Así, resulta inverosímil la atrocidad a que se llegó.

Y es que en la barbarie, por ejemplo, todo pudo ocurrir.

Nadie, por ejemplo, conoció el destino final del arquitecto de Xalapa, Cristhian Morales, ni tampoco de “El oaxaco”, el constructor socio de José Murat Casab, asesor político tanto de Fidel y Duarte, que desafiara al prófugo de la justicia con un bloqueo de la autopista sureña.

Los Zetas, dice Solalinde, saturaron los pozos artesianos de agua dados de baja.

Pero también las fosas clandestinas.

Y cuando el mundo volteaba atónito a las fosas, entonces, utilizaron las cuevas de Veracruz para tirar los cadáveres de sus víctimas.

Pozos, fosas y cuevas en la lista de la noche más larga de Veracruz.

 

ESCALERAS: En la lista, cierto, los muertos derivados del ajuste de cuentas entre malandros que disputaron y siguen todavía riñendo por la jugosa y productiva plaza Veracruz, con su autopista de sur a norte del país y con tres puertos marítimos para recibir la droga enviada desde el extranjero, más ene número de pistas clandestinas, más los mandos policiacos a las órdenes de los carteles.

En la lista, la población civil.

Veracruz, tierra fértil para la delincuencia organizada, porque, además, y en la información privilegiada de Solalinde, aquí “se registra el mayor número de reclutamiento de sicarios, pero también de trata de personas” (El Universal, Édgar Ávila).

De igual manera, aquí el peor paso para los migrantes, “que son víctimas de infinidad de delitos”.

Y en las cuevas, dice, los malosos “ocultaron decenas de cuerpos de migrantes, que son presa fácil de las bandas de criminales”.

Todavía peor. De acuerdo con sacerdote de la Teología de la Liberación, “hay mandos de la Policía Federal involucrados en secuestros y desaparecidos”.

Y si las fosas del terreno anexo al fraccionamiento “Colinas de Santa Fe” significaron un descubrimiento atroz, pero tantito en otras ciudades como Tierra Blanca, Córdoba, Orizaba, Acayucan y Coatzacoalcos, las preferidas de los malosos.

El sacerdote continúa exigiendo que Javier Duarte y Arturo Bermúdez, su secretario de Seguridad Pública, sean juzgados por “crímenes de lesa humanidad”, incluso, llegando a instancias internacionales.

Pero…

Pero también duda de Miguel Ángel Yunes Linares, quien “carece de voluntad para atender el problema de los desaparecidos”.

Y en ningún momento lo piensa así porque el padre esté soñando con la entrada de Andrés Manuel López Obrador a Los Pinos el año entrante, sino porque tiene sus fuentes informativas directas y confiables.

En el secreto de la confesión muchas verdades suelen conocer los ministros de Dios.

 

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